La necesidad del diálogo
Por Enrique Aquino
He estado estudiando la comunicación en las redes sociales, y resulta asombroso cómo los cibernautas intentan comunicarse. Imagínense, por ejemplo, a un jubilado que trabajó como afanador en el Seguro Social, que siempre ha vivido en el estado Chiapas, tratando de expresar sus ideas y valores en Twitter a una mujer joven, hipster, estudiante de Monterrey. Ambos escriben en español, nacieron en el mismo país, pero hay un alto porcentaje de posibilidades que difieran en los siguientes aspectos: creencias, conocimientos, intereses, metas, necesidades, valores, ideas, experiencias y actitudes. Las únicas posibilidades para entablar un dialogo en la red es que ambos tangan un fuerte deseo de comunicarse y estén dispuestos a comprender otros puntos de vista.
Estas dos personas encontrarán dificultades para comunicarse por los mismos motivos que todos las encontramos. Cada uno de nosotros es diferente a los demás, nadie es igual a ti, ni a mí. Todos tenemos una manera particular de ver las cosas y una propia opinión. Desde que nacemos tenemos una manera individual de ver al mundo, un punto de vista que irá cambiando hasta que muramos. Nadie puede penetrar por completo en el marco de referencias de otra persona. Aquí sí que estamos solos.
Pero también en cada uno de nosotros existe la necesidad de comunicarnos con otras personas, para compartir nuestra vida y nuestros pensamientos con ellas. El internet hoy en día es el instrumento ideal para hacerlo. Las redes sociales son realmente jóvenes, pero la necesidad de expresarnos es tan vieja como el hombre. Desde que el ser humano fue Homo sapiens, en cualquier civilización, utilizaba algún derivado de estas aplicaciones, algo que no era Twitter, Facebook, Instagram o YotuTube, pero que tenía algunos elementos de estas tecnologías: imágenes, escenas, sonidos y aforismos.
El conocer cómo funciona la comunicación en redes sociales, nos ayuda a conocer nuestras necesidades y habilidades para transmitir nuestras ideas y contenidos. El estar dialogando y compartiendo
contenidos en la red, nos amplía el conocimiento propio y el de los demás. Decía Godfried Bogaard que somos lo que compartimos. De hecho, la comunicación es el único camino para conocer a la otra persona, tan solo somos lo que comunicamos a los demás. No podemos vernos los unos a los otros; tan solo podemos ver las aplicaciones que usamos para comunicarnos —también aplica para la mensajería instantánea—.
Es por eso que la comunicación es importante y la necesidad del dialogo existe desde antes que se inventaran las redes sociales tal y como las conocemos hoy. Gracias al internet se ha potencializado la comunicación. Se está creando una nueva civilización, pero nada es viejo, solo nos estamos reinventando. Actualmente se imparten numerosos cursos sobre redes sociales en colegios e universidades, pero su estudio no debería estar limitado al mundo académico. Todos los días leemos mensajes de periodistas, artistas y políticos. Captamos conversaciones y debates ajenos. El moderno papa Francisco, utiliza Twitter para comunicarse con sus millones de seguidores. La gente que intenta comunicarse por redes sociales es interminable, al fin y al cabo es una necesidad el querer dialogar.
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