Por Arturo Ríos Ruiz  

* “Polleros”, traficantes humanos  

* De aquí y de allá, los soportan 

Nunca había ocurrido en Estados Unidos. El lunes pasado, cuando menos de 20 años después, los cuerpos de 50 migrantes fueron encontrados en el remolque de un camión abandonado cerca de la ciudad de San Antonio, Texas. 

Las autoridades confirmaron que son 53 las personas que murieron tras ser abandonadas en un tráiler en San Antonio, Texas. Entre las víctimas hay 27 mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños, según informó el gobierno mexicano. 

El tráfico humano a través de los famosos “Polleros” es ancestral, según son perseguidos estos delincuentes, pero persisten y trabajan con toda impunidad tanto en México donde enganchan a desesperados migrantes huyendo de la pobreza de sus países de origen. Mayormente mexicanos. 

Los migrantes pagan de cinco mil, hasta 15 mil dólares por su traslado y paso a Estados Unidos, dependiendo del punto desde donde sean llevados por los traficantes, no importa la edad, condición u origen, como en el caso del viaje mortal de los 53 indocumentados perecidos asfixiados en un tráiler en San Antonio, Texas. 

“El pollero”, es aquel individuo que lleva a los migrantes o «pollos» avanzando en fila detrás de él, al internarse clandestinamente por los senderos que los conducirán al destino final. En la custodiada frontera norte de 3 mil 152 Km., concentrada en los límites con Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas los traficantes humanos van y vienen como en su casa. 

Esta situación indica que hay corrupción tanto de un lado como del otro, del lado mexicano no sorprende, acá todo se arregla con sobornos y por lo que vemos con los vecinos es igual. 

Este es el punto medular de la tragedia que será histórica por ser la más estrujante de las últimas décadas; los migrantes murieron al ser abandonados en un tráiler en un camino vecinal en San Antonio, en la desdicha reciente que costó la vida a ingresados de contrabando desde México a Estados Unidos. Más de una decena de personas están hospitalizadas.

Por lo pronto estos hechos conmovedores acaparan la prensa internacional y debe continuar la búsqueda de los responsables, las autoridades de un lado y otro tienen el deber de afinar la estrategia de vigilancia y terminar de tajo con la simulación que representa un letal delito de ambas partes que delinquen por la miserable apatía a cambio de dinero manchado de muertes.   

Los estudios revelan que, en América Latina el problema de la migración ilegal se ha hecho evidente en las últimas décadas. La distribución desigual del ingreso ocasiona que gran cantidad de latinoamericanos se ven ante la necesidad de buscar oportunidades en otros países, especialmente en Estados Unidos. 

Los “polleros”, sólo les indican a los migrantes, la ruta que deberán seguir a lo largo del desierto, pero no les informan de las medidas a tomar para soportar el recorrido, por lo que una gran cantidad de ellos muere en el transcurso del viaje. Es claro que su actividad es tolerada. Es un negocio de todos. 

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