CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-

Creció entre las calles de Corregidora y Jesús María, y ahora, Norma Yolanda Contla decide escribir las historias de su barrio en el libro Ahí va el golpe. Historias de la Merced, sobre todo, las de los comerciantes que lo han convertido en el lugar lleno de colores y sabores que es, hasta el día de hoy.

Contla encontró en su vida cotidiana la inspiración para crear este volumen: “parte de mi familia son comerciantes de La Merced, y claro, mi mundo eran los comerciantes, que tienen historias maravillosas y siempre me llamaron la atención. En ese momento yo no me percataba que estaba viviendo en el centro de la historia, no nada más de la ciudad sino del país, y el gusanito de saber más fue lo que siempre me estuvo motivando para hacer este libro”, compartió la escritora.

Y agregó: “son historias de comerciantes de tercera generación. Ya tienen aquí mucho tiempo, que llegó el abuelo, o que llegó el papá hace muchos años, y que la familia sigue con el giro comercial.”

Peleteros, dueños de restaurantes y cantinas, vendedoras de chiles secos y mole, así como una mujer que vendía antojitos en la calle y ahora tiene un local en donde ofrece productos de belleza, son sólo algunas de las historias que Cotla narra en sus textos.

El libro coeditado por el INAH, el Festival México Centro Histórico, y Xihuatl Ediciones, contiene imágenes de la fotógrafa y editora del volumen, Susana Casarín.

Y rememora lo que encontró durante el proceso de creación del libro: “la gente cree, cuando escucha La Merced, que es el mercado, y no saben que hay un barrio maravilloso, emblemático. Y yo no conocía muy bien la Merced cuando iniciamos este proyecto, y conforme me fui adentrando, fui viendo que es un barrio de una riqueza, insisto gráfica, humana muy interesante”.

Finalmente, Casarín adelanta lo que encontraremos en la parte gráfica de la publicación dedicada al antigüo y emblemático barrio capitalino, “también le damos un rostro de color, de elementos gráficos muy interesantes, hasta cierto punto ‘kisch’, que forman parte también de este viejo barrio de La Merced”.