LA CULPA NO ES DE NADIE
En esta semana, concluye el inicio de todas las escuelas ya que universidades y bachillerato comenzaron antes pero por alguna razón la reanudación de ciclo escolar básico es la más notoria en todos sus aspectos.
Es muy común escuchar comentarios que todo regresa a su normalidad. Acaso dentro de esta habitualidad aceptada por la sociedad como una especie de masoquismo se encuentra enlistada la conglomeración de tráfico dentro de las ciudades, los accidentes causados por las prisas para llegar a tiempo a dejar a los pequeñines a las escuelas, las discusiones entre conductores por el manejo de verdaderos cafres en el volante, la pelea por encontrar un lugar de estacionamiento como si fuera una especie de exclusivo en espera para uso particular, las discusiones dentro de los hogares en batallar para que los menores se acuesten temprano o para levantarse, la pelea esperar turno a meterse a bañar todos los miembros de la familia, las largas filas al medio día para la compra de comida para llevar y la lista podría seguir de manera impresionante, etc.
Pero aunado a ello, considerado como el regreso a la normalidad a la vida cotidiana del estrés del hombre moderno, el agregar un poquito de pimienta para que agarre un poco más de sabor como aquellos maestros inconformes por la nueva reforma educativa que está en proceso para que se apruebe causando problemas en las entradas de las diferentes escuelas o aquellos docentes que no permitían el acceso de los estudiantes porque se había reducido el número de aulas considerándolo como algo injusto corrompiendo el derecho de los niños a poder estudiar pero en el fondo su única preocupación era la propia, es decir, menos percepción de ingreso porque se le acortan las horas de trabajo.
Durante ésta semana, el tema principal de noticias será lo referente al inicio de clases y sus inconformidades por los injustos cobros de la sociedad de padres de familia, así como la pelea de algunos papás que guardaron la esperanza para meter a sus hijos en aquellas escuelas de mayor demanda.
Pero también las contrariedades de las notas informativas en cuanto a las demandas de las escuelas en las diferentes cabeceras municipales de la entidad. Mientras que en Saltillo resaltaron aquellos sectores en donde estudiantes se quedaron sin un lugar para poder estudiar por la saturación de éstas instituciones educativas, en Piedras Negras se reportaron colegios en donde existían aulas vacías, en otros municipios como el de Torreón no se reportó nada parecido y así en el resto de la entidad las necesidades de demanda ocupacional fueron diferentes.
En cuanto a las instituciones privadas las únicas quejas recibidas fueron sus altos costos de inscripciones y obviamente sus largas listas de material educativo, pero ahí sí que el dinero manda en pocas palabras si no te gusta búscate otra institución o hasta donde el dinero llegue.
Pero en cuanto a las escuelas federales y estatales existen ambas situaciones al igual como la falta de aulas para ingresar más estudiantes como la de salones vacíos por la baja inscripción de alumnos.
Siendo realistas, ninguna de las situaciones son responsables las autoridades de la educación o la de mandatarios sino de la misma sociedad ya que nada más por mencionar en la administración pasada una de las mayores críticas recibidas en el gobierno de Coahuila fue la exagerada construcción de escuelas en la que mismos funcionarios llegaron a comentar que ahora iban a faltar maestros y alumnos para poder llenarlos.
No obstante la gente siempre busca su propia comodidad de buscar todo lo que se pueda cerca de donde viven, pero principalmente en donde laboran para aprovechar tanto la entrada del trabajo como la salida para pasar por los hijos a las escuelas causando realmente este tipo de conflictos convirtiendo la situación como una aparente problemática de falta de planeación para cubrir la demanda de educación. La culpa no es de nadie, más que de uno mismo y asumir este masoquismo como algo normal resultado de la búsqueda por la comodidad. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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