¿Intento de golpe de Estado en Ucrania?
Moscú (PL) La oposición ucraniana echó a un lado los reclamos de integración europea, que enarboló en las protestas dos meses atrás, y en un cambio de táctica, enmascara los propósitos de usurpación del poder, incluso mediante la confrontación violenta.
Una semana de disturbios y enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas del orden resumen los acontecimientos políticos en Ucrania.
Los partidos Batkivschina, Udar (Golpe) y Svoboda (Libertad) han conducido las interminables vigilias en la plaza de la Independencia (Maidán) desde el 22 de noviembre pasado a una batalla campal en el centro de Kiev.
Imágenes de manifestantes enardecidos lanzando petardos, piedras, botellas incendiarias y neumáticos en llamas contra los agentes antidisturbios; y centenares de heridos, caracterizan las jornadas de crispación política que vive el país centroeuropeo, a inicios de 2014.
El primer ministro Nikolai Azarov dijo ante los colegas europeos reunidos en Davos, Suiza, que los manifestantes de Maidán no son miembros de la oposición, sino militantes que quieren llevar a cabo un golpe de Estado.
La situación en Ucrania, en opinión de Azarov, debe verse como un intento de golpe de Estado.
«Todos los que apoyan este golpe de Estado deben decir claramente: sí, estamos a favor del derrocamiento del gobierno legítimo en Ucrania, en vez de esconderse tras manifestantes pacíficos», afirmó sin ambages el jefe del Ejecutivo.
Entrevistado por Prensa Latina acerca de la esencia de la crisis política actual y la actitud de los líderes opositores, el experto ucraniano Alexander Duchak aseguró que la oposición no hará concesiones de ninguna índole.
Los dirigentes opositores no retrocederán en sus planes desestabilizadores, pues tienen otras tareas, como derrocar al poder actual, y sea este bueno o malo, es un acto ilegítimo, estimó.
Su tarea, especificó el analista, es cambiar el actual gobierno por el suyo. Por ello no les interesan las concesiones que podrían hacer las autoridades, éstas se tienen que ir, y es así como piensan.
Explicó el también candidato a doctor en Ciencias Económicas que el actual escenario de confrontación es el mismo diseñado en otros países con anterioridad.
No hay nada nuevo en estos acontecimientos. En el caso de Ucrania se trata del tercer intento de golpe de Estado desde la década de 1990, observó.
Se logró el primer intento cuando se desplomó la Unión Soviética, luego la llamada revolución de colores en 2004, cuando usurparon el poder algunos de los políticos que son protagonistas hoy de estos hechos, y algunos otros de manera indirecta, agregó.
Duchak consideró que el hecho de que la oposición se niega a dialogar y pone condiciones para hallar una salida negociada, resulta una maniobra ya conocida con lo que ocurre en torno a Siria.
Llamó la atención el experto ucraniano en que no existe a la vista una diferencia entre la orientación geopolítica del actual ejecutivo y la oposición; ambos polos, a su juicio, apuntan a la integración europea como objetivo estratégico.
En tal sentido, Duchak consideró que no hay tal confrontación. El gobierno no ha dicho que no firmará, solo anunció un aplazamiento del proceso de asociación con la Unión Europea (UE). O sea, no ha renunciado, solo lo hará más tarde, recalcó.
Lamentablemente, hizo un aparte el experto, la administración de Víktor Yanukóvich llegó al poder bajo la consigna de la integración a la Unión Aduanera y el fortalecimiento de la integración dentro de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), pero no cumplió esas promesas.
Por eso, comentó, de haber un deseo verdadero en la oposición, se hubiese conseguido un compromiso hace tiempo. Está claro por qué la oposición hace ver su desacuerdo con el aplazamiento de la firma del acuerdo con la UE.
INJERENCIA EXTRANJERA EN LA CRISIS
Para el analista ucraniano, el manejo de la crisis política por Occidente solo puede definirse como una agresión política contra un Estado soberano.
Advirtió en la entrevista exclusiva a Prensa Latina que las autoridades no debían permitir ninguna clase de intromisión de políticos ni de personas privadas.
Contrastó qué sucedería si los presidentes de Ucrania, Víktor Yanukóvich y de Rusia, Vladimir Putin, realizaran pronunciamientos en el centro de Berlín en favor del derrocamiento de la canciller Angela Merkel. Creo que es difícil de imaginar, aseveró.
Lo que vemos es una gran multitud de políticos extranjeros que se inmiscuyen en los asuntos internos de Ucrania e intentan imponer su voluntad, extrapolar su opinión al pueblo de Ucrania.
Reconoció Duchak que en la misma línea se muestran los sucesos en la capital como si fueran la opinión del pueblo ucraniano, y en realidad cuanto ocurre en Maidán no puede decirse que es la opinión del pueblo, aseveró.
Explicó que aunque no guste o no convenga, se trata de un gobierno elegido por la voluntad en las urnas, con la mayoría de los votos. Por ello, hacer un llamamiento a derrocar el poder no puede interpretarse sino como una agresión política.
Se refirió a cómo suelen en Occidente hablar de supuestas presiones de Rusia contra Ucrania, y preguntó dónde están los elementos, cuáles son los mecanismos de presión usados por el Kremlin para que se adopten una u otra decisión.
No hemos visto a ningún diputado de la Duma rusa viajando por las regiones, mientras lo hacen muchos embajadores extranjeros y políticos checos, polacos, alemanes, holandeses, y no hablo ya del embajador de Estados Unidos o el canciller de Suecia, con sus declaraciones injerencistas.
Dijo el analista que personas como las que organizaron la agresión a Irak, a Libia y llevan una guerra sucia contra Siria «nos dicen ahora a nosotros qué tenemos que hacer».
«Quizás han pensado que el pueblo ucraniano es ignorante y no recuerda los acontecimientos de años recientes (la revolución de colores de 2004) y cómo acabarán estos sucesos».
Lamentó al retornar al tema, que los medios masivos de comunicación reflejen las protestas del Maidán como si contaran con total respaldo del pueblo ucraniano, como si la mayoría de los ciudadanos creyera en eso ciento por ciento.
Indicó ser real cuando señaló que se puso mucho dinero en esta campaña propagandística y guerra informativa.
Estamos conscientes que el final no será sencillo. No se descarta que estemos a las puertas de una confrontación civil, la amenaza de un conflicto armado en Ucrania es bastante elevada, advirtió el analista en temas políticos y económicos.
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