Siempre me han llamado la atención los excesivos festejos que se dan en el gobierno cuando se publica un indicador de cualquier tipo, social, económico, financiero o político, que resulte favorable.

Quiero aclarar que no es una conducta exclusiva del actual gobierno de Chiapas, sino que todos los gobiernos del mundo tienen actitudes parecidas, exaltando resultados en los que quizás nunca tuvieron nada que ver para generarlos.

Que sea positivo o que aparente serlo, cualquier dato es suficiente para colocarse medallas al pecho y gritar a los cuatro vientos los grandes beneficios de la política gubernamental.

Bueno, hasta datos negativos y preocupantes como el crecimiento del desempleo en Chiapas, ha sido constante motivo de orgullo, solo por el simple hecho de ser la tasa de desempleo “más chiquita” del país.

Sentirse satisfecho cuando los otros son más malos o peores, además de insano, ingenuo, porque es una salida falsa a los problemas, es no enfrentarlos, es mirar para otro lado y suspirar que con el tiempo mejoren las condiciones, sin hacer nada.

Ante la pérdida de empleos permanentes en Chiapas, el titular de la Secretaría del Trabajo considera, como única salida, la creación de empleos temporales que están proyectados con la construcción de la presa hidroeléctrica de Chicoasén II y por las obras de infraestructura.

Es cierto, posiblemente será así, pero serán empleos temporales, los cuales desaparecerán en cuanto terminen las obras. Y tal vez ni eso suceda.

Primero, la construcción de la presa hidroeléctrica de Chicoasén II no ha iniciado su proceso de construcción y no se tiene, al menos públicamente, una fecha de inicio de obras. Lo que más se ve en los medios de comunicación son cuestionamientos sociales en contra de dicha infraestructura.

Segundo, las obras de infraestructura tampoco están generando los empleos temporales que vaticinan las autoridades.

Ni el sufrimiento vial que están causando desde enero de este año las obras en Tuxtla Gutiérrez ha podido cambiar la realidad de los empleos en Chiapas. Así lo corroboran las estadísticas del número de asegurados en zonas urbanas al IMSS en la entidad.

A finales de octubre de 2012, un mes antes de ingresar la presente administración existían 21,042 trabajadores eventuales en zonas urbanas registrados en el IMSS en Chiapas. En junio de este 2014 hay 21,027, es decir, que apenas están alcanzando el número de empleos temporales que existían hace dos años.

La pérdida del número de trabajadores eventuales de zonas urbanas inscritos al IMSS no es tan preocupante porque es un número que oscila mes con mes, manteniéndose en una media mensual de 20 mil trabajadores. Lo preocupante es que Chiapas, durante los últimos dos años, se ha mantenido por debajo de la media, salvo desde marzo a junio de este año.

Lo que más preocupa a los ciudadanos y debe de preocupar aún más a las autoridades es la pérdida de empleos permanentes en Chiapas.

En noviembre del año 2012, en la entidad existía 192,987 trabajadores permanentes registrados en el IMSS. En junio de este año estaban registrados 188,194 trabajadores, casi 5 mil trabajadores menos que hace dos años.

Este el indicador preocupante y el generador del crecimiento de la tasa de desempleo en la entidad. ¿Por qué se perdieron estos empleos? ¿Cuáles son los motivos que causaron su pérdida?

No lo sabemos y quizás nunca lo sabremos, mientras no haya explicación lógica y congruente de la realidad.

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