Herida política de México
Por Guillermo Robles Ramírez
Hace 27 años atrás pasaron muchísimas cosas. Unas son recordadas porque dejaron una huella en su camino, pero hay otras que son efímeras. Pero este sábado pasado sucedió algo muy importante, pero en 1994. Después de ese 6 de marzo de haber escuchado el discurso más importante para México, fue traicionado 17 días después, es decir, el miércoles 23 de ese mismo mes fue asesinado.
Se trata del único mexicano que tuvo la visión de dar soluciones y no propuestas huecas como las campañas políticas que se escuchan en la actualidad en todo el país donde suelen hacer promesas, pues como dice el dicho “prometer no empobrece”.
Es correcto si muchos de ustedes pensaron que ese hombre que tuvo esa visión al México de hoy, fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien dejó testimonio en su discurso con motivo del LXV aniversario del Partido Revolucionario Institucional.
En aquel discurso del 6 de marzo de 1994, Colosio tuvo la sensibilidad y con una cruda realidad lo que le pasaría al país en caso de no hacer algo desde aquel entonces, dejando puntos importantes sobre la mesa que le costó la vida para quienes iban a resultar afectados por los intereses de la avaricia prefiriendo asesinar a un ser humano antes de tocar el bolsillo de unos cuantos o el poder político sin importar el color de su bandera.
Colosio siempre se refirió a una nueva etapa, una nueva era, en donde en pocas palabras dejaba atrás y enterraba a los dinosaurios priístas, es decir, se requería un cambio de raíz, pues anticipó la derrota del mismo partido antes de que llegara al poder el PAN: “Hoy vivimos en la competencia…para hacerlo se dejan atrás viejas prácticas… un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno, las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar… hoy no tiene triunfos asegurados, tiene que luchar por ellos…”
Fue el primer candidato del PRI, en busca de la presidencia que supo reconocer que existían errores en el pasado e irresponsabilidad.
Ahí está el discurso de Colosio, que desde 1994 ya le decía al país la existente crisis de comunidades nativas agraviándose más con la actual sequía como lo están sufriendo en la actualidad los tarahumaras de la sierra de Chihuahua y, además, sin ir tan lejos tenemos vivo y real un ejemplo precisamente en Coahuila, en el ejido Morelos, municipio de Múzquiz, donde están “asentados” los mascogos aquellos descendientes africanos que fueron traídos a México y específicamente a Coahuila por los indios Kikapú, que igualmente no tienen alimentos para sus familias y ganado que se muere por falta de agua y forrajes, afectando a una población mayor de las cien mil personas, pero existen más, que por razones desconocidas no se denuncian o son comunidades que siguen en anonimato: “…veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso …campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen… un campo empobrecido, endeudado…”, siguió diciendo en su histórico discurso Colosio Murrieta, antes de ser asesinado en Tijuana.
Ahora esos campos son trabajados por los narcotraficantes que se aprovechan de la falta de conocimiento y de saber cómo usar herramientas de gobierno, es decir, programas federales para trabajar las tierras, pero sobre todo se aprovechan de un campesino hambriento y lleno de impotencia para sacar adelante la necesidad más básica de cualquier familia, que es el poder llevar comida a sus hogares.
Un día como el sábado pasado, 06 de marzo, pero hace 27 años atrás ya se veía un país con más desempleo, con menos oportunidades de trabajo para los recién egresados que si en ese tiempo se hubiese hecho algo después de éste discurso, miles de jóvenes se habrían salvado ante la desesperación y desaliento laboral lo que los ha orillado a ser víctimas del crimen organizado enfilándose dentro de los distintos grupos delictivos.
El joven y visionario priísta que aspiraba a ser Presidente de México, Colosio Murrieta, siguió recalcando en su discurso: “…veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan…de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción…”
Durante todo ese período nunca se hizo nada al respecto habiendo suficiente tiempo como para poder evitar vivir lo que se dejó crecer sin tomar ninguna medida, posiblemente el discurso de Colosio se consideró como exagerado o alarmista restándole importancia, como lo han venido haciendo a la fecha en la lucha por la equidad de géneros, a la falta de oportunidades y burocratismo.
Hace 27 años atrás, alguien ya nos había dicho lo que sucedería si no cambiamos nuestras políticas y formas de gobernar, condenándonos a los problemas sociales por las que pasa el país. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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