Hay complicidad
Por Guillermo Robles Ramírez
En el 99 por ciento de los accidentes que ocurren en carreteras coahuilenses y en los que participan tráileres, camiones de carga y autobuses de pasajeros, no se llega a conocer la identidad del chofer. En unas ocasiones porque ocurrido el percance huyen los conductores y en otros, que son los menos, porque mueren en el lugar del percance.
La Guardia Nacional, quien fue inventada por el gobierno lopezobradorista para sustituir a lo que era antes la Policía Federal, pero al igual que las Agencias del Ministerio Público Federal, y Delegación Estatal de Comunicaciones y Transporte con distintas barras y pretextos, algunos infantiles y otros chuscos y sarcásticos, se disculpan de no saber el nombre del chofer.
Esas actitudes lo único que revelan es la complicidad que hay de esas tres instancias oficiales y las empresas transportadoras de carga y de pasajeros foráneos, porque es ridícula la explicación que en general dan en el sentido de que no tienen los nombres porque el autobús accidentado salió de ciudades de otros Estados y no de Coahuila, como no hubiera líneas telefónicas, sistemas computacionales y otros avances en comunicación, así como la coordinación que hay entre las delegaciones estatales de la S.C.T. para proporcionarse este tipo de información. Esos argumentos, lo único que muestran es que hay complicidad.
La mayor parte de los accidentes aumentan siempre en temporada vacacional en verano y épocas decembrinas. Accidentes causados por autobús de pasajeros o de carga que se embisten de frente y en forma irresponsable a vehículos particulares en donde viajan en su mayor parte una familia, estando involucrado hasta menores de edad.
Aunque también hay que mencionarlo, hay tramos en Coahuila, que durante todo el año siempre sucede accidentes trágicos, como es el tramo conocido como “Los Chorros”, de la carretera 57, Puerto México-Ojo Caliente, a unos cuantos minutos de la cabecera municipal de Arteaga y 25 minutos de la ciudad de Saltillo. En definitiva, un tramo conocido como el más mortífero de todas las carreteras en el interior de Coahuila.
Pero sin importar en cuál carretera coahuilense suceda estos accidentes en donde la participación de camiones de carga, así como de transporte personal privado o empresas de pasajeros, siempre se niegan a pagar los gastos completos, y además en todo momento niegan el nombre del chofer, pero tampoco las autoridades lo exigen.
La única manera de obligar a los dueños de todos estos transportes de carga pesada, así como de pasajero, den a conocer el nombre y el paradero de los choferes irresponsables; es por medio de una orden de un juez, y es de esta manera que las autoridades pueden proporcionar el nombre del conductor de la unidad.
Una historia que se repite cada vez que ocurre un accidente en carreteras federales y seguirá siendo así porque no cabe duda de que hay complicidad entre autoridades y transportistas, siendo tan común la frase que más utilizan para arreglar todo: ¿Y de a cómo nos toca? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org
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