
¿Hasta cuándo?
Por Guillermo Robles Ramírez
Mucho debe redituar económicamente a las autoridades federales de Gobernación con base en Coahuila, para no poner un alto a la exagerada venta de cerveza los domingos y las apuestas por carreras de caballos y de gallos que clandestinamente se realizan en los ejidos.
Un secreto a gritos y además publicado en redes de WhatsApp, en donde dan aviso sobre estos eventos no legales o no regularizados, y evidentemente ante la vista de la primera instancia que vigilan a los ejidos, es decir, a la Asamblea Ejidal, quienes lo permiten y ven normal, misma responsabilidad sobre la venta de alcohol en las zonas rurales le pertenece a la Secretaria de Salud, a través de la COFEPRIS.
Es un hecho, al menos así lo demuestran, que la representación en la Entidad de la Secretaría de Gobernación, es simple y sencillamente un parapeto, es decir, que sirven para dos cosas, “para nada y para eso, es decir, nada”, esto por cuanto hace a las apuestas en la realización clandestinamente de peleas de gallos y carreras de caballos, en especial de estas últimas que es lo que más prolifera, juntamente con la escandalosa venta de vino y cerveza durante el desarrollo de esos eventos que generalmente empiezan alrededor de mediodía y terminan al atardecer, aunque la embriaguez y apuestas ya sin caballos ni gallos, está hasta entrada la noche y en infinidad de ocasiones la fiesta y alegría se extienda a las primeras horas de la madrugada.
Esta impunidad y apatía de Gobernación para poner un alto al desorden que causan las apuestas clandestinas, en repetidas ocasiones han costado vidas, no solo de participantes en los eventos, sino igualmente a gente inocente ya que todo ocurre tras horas y horas de alcoholizarse.
Casualmente en un grupo informal de conocidos, puesto que amigos los tengo contados con los dedos de mis dos manos, he visto videos y he escuchado platicas sociales en cuanto a las apuestas clandestinas, así como la facilidad de la venta de bebidas alcohólicas, en sectores rurales de la entidad y muy a pesar de tener conocimiento de que no están permitido nada de lo mencionado, también están cocientes de que no hay autoridad quien supervise y más sobre la ausencia de representantes del gobierno federal.
Y por obvias razones de no permanecer a ese grupo de vaqueros simplemente platican el pecado más no al pecador o mucho menos los lugares y localidades, es decir, existe un hermetismo exclusivo para personas que viven cercano a esas localidades ejidales.
A lo más que llegan a platicar sobre ubicaciones es rumbo a carretera Saltillo-Zacatecas, a los pocos kilómetros de dejar el área urbana de la capital coahuilense existe una que otra pista para carreras de caballos que no debemos cerrar los ojos en el sentido de que no se juega dinero y claro que lo hacen, pues sería infantil que ahí solo se permita apostar de ha “frijolito” o “coscorrón”.
Y lo mismo sucede con una y otra pista para carreras de caballos en la carretera libre de Saltillo-Torreón, dentro del Municipio de General Cepeda y para mayor información y precisión adelante del restaurante “La Josefina”, ahí en donde venden las exquisitas empanadas de tomate y una sabrosa barbacoa de carnero.
Lo mismo ocurre cuando dentro de Coahuila se viaja por la carretera 57 rumbo al Centro, la Carbonífera y el Norte.
De esto están enterados lo mismo las corporaciones policiacas municipales, además de las estatales y los agentes y jefes de la Delegación Coahuila de Gobernación, autoridad obligada y dentro de cuyas facultades y funciones está la de no permitir las apuestas de dinero, mientras que las policías locales, junto con sus autoridades municipales, se supone no deben permitir la venta de bebidas alcohólicas, al menos que estén recibiendo razonamientos de peso para hacerlo, como es el mismo peso que tienen los pesos mexicanos.
Por el bien de todos, ¿hasta cuándo, querrán actuar las autoridades de gobernación, de seguridad pública y las municipales?. Al menos la presencia de alguna autoridad durante estos eventos para evitar algo que lamentar ya que en ocasiones al no pagar pasa como la canción de José Alfredo Jiménez, “…allí se apuesta la vida, y se respeta al que gana…” entre las apuestas y el alcohol (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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