Por Arom Leamsi

Las ideologías son sistemas de conceptos e ideas propias de un gremio (clase social, partido político, institución, etc.) en tanto que está en conflicto con otros gremios o grupos sociales. En la ideología no cabe incluir las creencias, pues estas no cumplen esta relación; sólo en una sociedad dividida en clases, cabe hablar de enfrentamiento de unos grupos a otros, es decir, de ideologías.

Hoy, la ideología que está en la palestra es la ideología de género, la llamada violencia de género. Con violencia de género se alude a los asesinatos de mujeres que ocurren en la Sociedad Mexicana y de los que la prensa va dando información puntual constantemente: al menos 9.225 mujeres han sido víctima de homicidio doloso en México en los últimos tres años.

Las lesiones contra mujeres aumentaron en un 11% en el mismo periodo, al pasar de 54.422 denuncias en 2015 a 60.551 en 2018. Así mismo, las emergencias relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer crecieron un 85 % entre 2016 y 2018, pasando de 92.604 reportes a 172.210 en tan solo dos años.

El problema está presente y sigue habiendo asesinatos de mujeres, se han creado Comisiones, Organismos y Foros para prevenirlos, Protocolos para buscar mujeres con reporte de extravío, pero no dan resultado. Y de seguir en esta tesitura, las cifras de asesinatos y maltrato hacia las mujeres seguirán aumentando.

En este espacio no intento, en absoluto, resolver el problema; la complejidad del mismo desborda por mucho cualquier intento de darle solución a través de una opinión. Sin duda alguna, la escalada de los feminicidios es muy preocupante, por eso, sólo quiero hacer un planteamiento filosófico y señalar algunos aspectos, desde mi punto de vista falaz, de quienes quieren ver en  el concepto de violencia de género una explicación de estos hechos tan lamentables como dolorosos.

¿Es correcto el enfoque de la Ideología de Género?

La violencia de género que plantean los llamados movimientos feministas considera dos aspectos bien definidos que hay que analizar. Primero, se trata de un concepto que considera los feminicidios consecuencia de una violencia focalizada hacia las mujeres. Segundo, El problema lo plantean como una especie de teoría que explica los hechos, y esta “teoría” es la que quiero analizar, porque en mi opinión, está totalmente equivocada.

¿Qué plantea esta teoría? por lo pronto, conceptos propios de un arte naif. Muchos recordarán que la RAE se vio ante la necesidad de aclarar de forma impresa su rechazo al concepto de violencia de género, basando su rechazo en argumentos lingüísticos, sin duda definitivos. La RAE aclaró que no debería confundirse el machismo con las reglas gramaticales. “Dependerá de la forma y el tono en que una persona ponga en práctica el lenguaje”.

El sustento de su argumento es que el concepto de género en español, no tiene que ver con el sexo, es decir, el género depende de morfemas que nada tienen que ver con el sexo; por ejemplo, cuando digo el azúcar o la azúcar, no la presento como un novio o una novia; el sexo queda completamente desligado. Es claro que los géneros femenino y masculino en español, nada tienen que ver con el sexo, esto es fundamental.

Sin embargo, las feministas han ignorado este informe de la academia y en respuesta califican de machistas a los académicos. Hoy siguen hablando de la violencia de género como si esto bastara para constatar los hechos, y no sólo esto, sino que la consideran la explicación de la violencia hacia las mujeres. ¿Realmente la teoría de la “violencia de género” explica el origen de este grave problema?

A mi juicio, NO. El porqué de mi aseveración, lo trataré en la segunda parte de este opúsculo.