¡…Guerra de Papel…! AMLO, un ejemplar siquiátrico

Así como ocurrió allá por el año 2003 que este reportero pusiera al descubierto para el conocimiento de la sociedad sobre las sistemáticas mentiras de Andrés Manuel López Obrador si hablaba de “honestidad valiente” y que referente a su negro pasado la forma de haber acribillado a su hermanito José Ramón, ahora sagaz periodista descubrió una mansión millonaria que pertenece al político tabasqueño, localizada en el exclusivo suburbio de Bosques de las Lomas.

Si bien la página https://www.youtube.com/watch?v=4jnMP50e5sA pide a la sociedad “difúndelo para desenmascararlo con todos sus seguidores”, el rostro oscuro del mesianismo lopezobradorista está vigente y es una valiosa pieza para desarrollar un puntual ejercicio siquiátrico.

El miércoles 25 de noviembre de 2015, el reportero Antonio Matiella Pineda,  consideró que en su momento AMLO, el hoy misterioso propietario de mansiones, informó que su partido le pagaba, como presidente legítimo, 60 mil pesos mensuales, pero las cuentas no encajan.

¿Con 60 mil pesos mensuales puede mantener por lo menos cuatro casas? En una vive con los hijos de su primer matrimonio, en otra, mucho más lujosa, con su nueva esposa.

 

La mansión de “La Toscana” está dentro de Bosques de Las Lomas y es el lugar más caro de esa colonia. Por esta impresionante mansión pagó más de 20 millones de pesos, incluyendo obra, alberca, cancha de tenis, jardines y exquisito mobiliario minimalista.

Ahí vive con su mujer venezolana y el hijo de ambos. Tienen una seguridad impresionante (también cara y escogida) en donde nadie se puede siquiera acercar, a menos que sea invitado. Con Las inundaciones, se supo que tiene un condominio horizontal de lujo en Villahermosa y que estaba en ampliación y remodelación y tiene por lo menos otra propiedad, un rancho, en Macuspana, también en Tabasco, el cual identifica como “La Chingada”.

Hace tiempo que López Obrador no utiliza el modesto Tsuru blanco, se mueve en camionetas blindadas. Sus hijos han tenido la fortuna de ir a buenas escuelas, uno de ellos por lo menos ha estudiado en el extranjero y trabaja en la Procuraduría capitalina. ¿Pero… de qué vive López Obrador?, es la pregunta de muchos sin hallar respuesta convincente alguna.

No se trata de ahorros porque nunca en su vida trabajó en el sector privado o ha sido un profesionista exitoso en algún ámbito. Incluso, este reportero cuando estaba construyendo el famoso libro Crímenes Ocultos de López Obrador -al cual le dedique más de diez años-, jamás se encontró testimonio fiscal que diera, más sin embargo, la Procuraduría General de la República tiene apiladas más de 90 averiguaciones previas en su contra por diversos delitos de lesa sociedad.

López Obrador, luego de la universidad donde fue un pésimo estudianmte, trabajó en el Gobierno federal en posiciones muy modestas, de allí se fue a Tabasco, tuvo cargos medios en el gobierno estatal y fue por un periodo presidente del PRI en esa entidad, hasta cuando comenzó a enloquecer por el poder.

Estuvo un año fuera de toda actividad (cuando permaneció un tiempo en Cuba para darse un “lavado de cerebro” socialista) y reapareció ya como candidato del entonces naciente PRD en su estado en 1988.

Desde entonces y hasta 1997, su ocupación fue ser dirigente opositor clasificado como rebelde, no tuvo ningún trabajo remunerado. Ese año se convirtió en presidente de su partido, y en 2000 fue Jefe del Gobierno capitalino hasta 2005, cuando volvió a ser candidato presidencial.

López Obrador siempre ha vivido del chantaje político, a Ernesto Zedillo y a Vicente Fox los trajo por la calle de la amargura, desde su época de agitador profesional, López Obrador cuidaba sus “formas” para no caer en el delito de chantaje, sino etiquetaba su lucha por el concepto de “desgaste físico”.

De tal suerte que así se la fue llevando “de a pechito”, como dicen los profesionales de la holgazanería. Sus embutes se los entregaban en portafolios de piel fino o a través de cuentas bancarias utilizando a terceros. Se trataba de sacar ganancia a los gobiernos “espurios” como él llamaba.

Su historial delictivo es tan basto que ni a López Obrador le preocupa, más bien goza de sus arrogantes travesuras y aplaude el hecho de manipular al pueblo de escasos recursos pedagógicos, por no tacharlo de ignorante.

Siguiendo con el tema, en el GDF presume que percibió un salario máximo de 60 mil pesos mensuales. No es ni fue jamás legislador, no escribe, no ofrece conferencias, no pertenece a ninguna institución académica, ni a una organización pública. No ofrece ninguna asesoría a ninguna empresa, o alguna ONG, no tiene ninguna empresa, se supone que no recibe ingresos de ninguna otra fuente, ¿de qué mantiene sus mansiones? Toda una incógnita.

Por supuesto, no es el suyo un caso único, pero sí asombra que, sin haber aclarado jamás algunos de esos y otros capítulos de su vida, López Obrador se quiera convertir en inquisidor de muchos otros, acuse, descalifique, se burle y se queje.

Tiene derecho López Obrador a defender su vida privada, lo que desconcierta es que una y otra vez utilice la vida privada de los demás, de sus adversarios, para justificar posiciones políticas, sin responder siquiera preguntas tan sencillas como: ¿de qué vive?, ¿quién lo mantiene?, ¿paga impuestos? En fin…

Se consideró a sí mismo presidente legítimo –en un acto político por demás locuaz-; ¿hay algún mecanismo de transparencia que permita acceder a esos datos y verificar si son ciertos, como ocurre con cualquier otro funcionario público?

Durante su gobierno en el DF, manejó a su arbitrio los recursos con extraordinaria opacidad, que hasta hoy en día sigue siendo todo un misterio la carrera política del Mesías de Macuspana, donde en su pubertad, en un arrebato de chamacos traviesos, mató de un balazo a su hermano menor Ramón; y con los años, en un juego de béisbol le asestó un pelotazo a uno de sus amigos de nombre Ángel Hernández quien quedó en estado vegetativo por muchas década hasta perder la vida y sin que nadie le hiciera justicia.

Los críticos han calificado al payasito tabasqueño que López Obrador jamás dejará de ser un peligro para México.

 

AMLO versus Beltrones

 

El 21 de agosto de 2015, en ocasión de la toma de protesta como nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones, no tuvo empacho para subirse al ring con López Obrador, quien ante la embestida, el tabasqueño calificó al político sonorense de ser uno de los grandes operadores de la Mafia en el Poder.

Manlio Fabio Beltrones insistió en tildar de “político descalificador” al líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, quien en la víspera sostuvo que el priista es un “mafioso”.

Luego de la selección de César Camacho como el nuevo coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Beltrones dijo en entrevista que Andrés Manuel López Obrador no cambia su discurso y no tiene propuestas.

El sonorense aseguro que este tipo de descalificaciones no lo dañan ni tampoco al PRI. “Le daña al que las emite porque no tiene ideas que pronunciar”, subrayó el diputado con licencia.

Entre los dimes y diretes que se enfrascaron cuando López Obrador califico de “mafioso” a Beltrones y este reviró diciendo que el tabasqueño era “un político amargado”, ahora se abrió un nuevo capítulo entre dos pugilistas del quehacer político del país.

Ante la posibilidad de un debate con López Obrador el sonorense sentenció: “Pues solamente que abrieran de nuevo La Castañeda” en referencia al famoso hospital psiquiátrico.

Al tomar protesta como nuevo dirigente del PRI, Beltrones anunció que no dejaría de responder a las provocaciones de los adversarios. En este sentido dijo que no le impactan las aseveraciones de López Obrador.

“No, el problema y lo que cala es que le hagan caso y que reproduzcan tanta descalificación y las sandeces a las que nos tiene acostumbrado López Obrador” refirió el priista.

-Pero es el puntero en las encuestas…, se le ilustró a manera de aclarar su posición referente a este nuevo pleito y en cuyo torbellino político, López Obrador retoma su tercer aire porque sus pretensiones son las de alcanzar la Presidencia de la República para el 2018.

-Pero esto es el 2015, y así vendrán el 2016, el 2017 y aterrizar en el 2018 que será un año electoral para renovar los tres Poderes de la Unión,  no obstante que el sonorense Beltrones, admitió finalmente que aún faltan tres años para las elecciones presidenciales.

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