Grandes o chicas, sufren del mismo mal
Por Guillermo Robles Ramírez
Los rateros no respetan tamaño de población, pues al menos en Coahuila, lo mismo se llevan lo ajeno, sean pequeñas o grandes sus comunidades, aprovechando por desgracia lo reducido de sus cuerpos de seguridad y, en ocasiones, se agrega la agravante de su pobre capacitación o entrenamiento no solo de los agentes policiacos, sino de sus propias autoridades de primer orden.
Dentro de los 38 municipios que tiene la Entidad, uno de ellos, por cierto, en donde su población no rebasa los 30 mil habitantes, el robo a negocios y casas se ha ido al alza, al grado de que no solo “visitan” una vez a la víctima escogida, sino que repiten y regresan al poco tiempo en que plácidamente y con toda facilidad se llevaron hasta lo que no.
Se trata de Nava, cuya cabecera con el mismo nombre, está siendo muy visitada por los “cacos” o ladrones sufriendo las consecuencias sus habitantes, ante el desinterés de sus autoridades para estructurar y llevar adelante estrategias que consiga la aprehensión de los amantes de lo ajeno.
Aunque esta cabecera municipal no figura en el Semáforo Delictivo en Coahuila, es un pueblo en la que las noticias viajan de voz en voz, siendo el comentario de la misma comunidad quienes reportan robos o asaltos a en los mismos comercios. Tal ha sido el caso de la una de las sucursales de Coppel que con anterioridad son de los comercios que más visitan los amantes de lo ajeno.
Ya es muy conocido que quienes comenten los latrocinios en Nava se trata de la misma banda de sinvergüenzas que han encontrado un modus vivendi, y que aprovechan la negligencia y nula vigilancia que hay en esa pequeña ciudad, situación que facilita y da ventaja al “trabajo” de los delincuentes.
Éste no es el único robo cometido a mueblerías, ya que su incidencia no ha sido única, sino también se han ido para arriba los hurtos en viviendas de los diversos sectores de esa cabecera municipal.
A tal grado se ha incrementado la inseguridad en Nava que sus habitantes han pedido a las autoridades municipales que elementos del Ejército y/o Guardia Nacional, realicen rondín para al menos “espantar” y atemorizar a los amantes de lo ajeno.
De los Cinco Manantiales, región a la que pertenece Nava, se identifica desde lejos y por la carretera principal “57”, por sus enormes chimeneas de sus dos plantas termoeléctricas que existen desde hace años.
Por cierto, hay trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, cuyas casas igual han sido atracadas por los malhechores, que están optando por cambiar de residencia para cambiarse a Morelos, Villa Unión, Allende o Zaragoza, que aun cuando les resulta más distante su traslado, lo que buscan es certidumbre para sus familias, además de proteger su patrimonio.
Cosa similar está ocurriendo con los trabajadores de la planta cervecera “Corona” instalaciones que se encuentran dentro del municipio de Nava, cuyas viviendas han sido “visitadas” por las ratas de dos patas que prefieren cambiar de domicilio a alguno de los municipios cercanos, aunque tengan que viajar más distancia para llegar a su centro de trabajo.
De nada ha servido a las autoridades de Nava, su participación en las reuniones de seguridad regional y menos las estatales en donde se instruye e imparten una serie de recomendaciones y medidas que debe implementar para garantizar la seguridad a sus habitantes.
Nava, se caracterizó durante años como una comunidad tranquila y segura, al grado de que, hasta la entrada de vehículos pesados, les causaba molestia a sus habitantes, los que en la actualidad tienen que lidiar con dos problemónes como son la inseguridad y la complacencia y oídos sordos de sus autoridades. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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