Fue saqueo y duro

Por Guillermo Robles Ramírez

La terminación de los ayuntamientos coahuilenses de oposición y concretamente el del panista Jorge Zermeño Infante, en la ciudad de Torreón, Coahuila; y que tuvieron el poder en las últimas dos Administraciones municipales como el alcalde de esa ciudad, demostraron que saben hacer las cosas y bien; pero en perjuicio de la comunidad que gobernó, pues dejó pendientes no solo muchas deudas a proveedores y prestadores de servicios, sino también desvíos de recursos públicos que ya se habían venido denunciando y no fue hasta finalmente que a la llegada de su nuevo Edil, Román Alberto Cepeda González, diera a conocer el quebrando de miles de millones de pesos entre pasivos, desvíos, obras sin concursar como lo marca la ley, presuntos desvíos y por ende corrupción.

            La lista es larga en la medida que pasan los días, y semanas se le va agregando más trapitos sucios a la lista y dejando las arcas municipales de Torreón, en cero.

            Y en otros departamentos de la Presidencia Municipal de Torreón, en donde el dinero no se tocó fue porque eran montos muy chicos en donde se le podía rascar. Los críticos de esa Región Laguna, sarcásticamente señalan que las autoridades salientes dejaron esas míseras porque no se dieron cuenta de que ahí estaban, sino hasta con eso hubieran arrasado.

            No llamaría la atención ni resultaría trascendental este hecho si no es porque el exalcalde panista de esa cabecera municipal de Coahuila, se la pasó durante sus dos Administraciones hablando de eficiencia administrativa y contable y también comprometiéndose con la comunidad de que dejarían cuentas sanas y al corriente, lo que no fue cierto y, sino que lo digan las decenas de proveedores y prestadores de servicio que desde temprana hora llegan a las oficinas de la Tesorería Municipal para ver quién les pagará porque los que les contrataron sus servicios se fueron tranquilos y sin cargos de conciencia.

            Tampoco sería criticable esta situación, sino es que los ayuntamientos de oposición que dejaron el poder el 31 de diciembre, se dedicaron durante la Administración pasada a criticar a los gobiernos municipales priístas y que pondrían el ejemplo dejando las cosas al corriente y saneadas, lo que no cumplieron como tampoco lo hicieron en problemas básicos como fue la inseguridad pública, el transporte, el desabasto de agua, etc.

            Tampoco sería motivo de cuestionamiento por la sociedad las condiciones en que el panista Zermeño Infante dejó las cuentas públicas, sino es porque nunca como ahora los municipios del país recibieron menos recursos de la federación, es decir, tuvieron tres y hasta cuatro veces más de dinero por concepto de participaciones federales aquellas Administraciones municipales del pasado que las recién iniciadas ahora en este 2022.

            Quedó demostrado, pues, que el pasado ayuntamiento del partido de la oposición saqueó, y duro, las arcas municipales de Torreón, y que su cacareada y falsas declaraciones de buenos administradores fueron simples poses, porque resultó peor. Ahora solamente falta ver cuál otra cabecera municipal de la oposición dejó en cero las arcas públicas, algo que cada vez se hace costumbre. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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