A FALTA DE PAN Y CIRCO
Inexplicable para todo el país y ante los ojos del mundo, la manifestación de los denominados “sinaloenses del bien”, para la liberación de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como el “Chapo Guzmán”, en donde miles de ciudadanos de Sinaloa ven con admiración, respeto, heroísmo y símbolo de confianza comparado incongruentemente con las autoridades.
Uno de los hombres más buscados del mundo incluyendo la inteligencia estadounidense como uno de los narcotraficantes más importante, alguien que ha confesado haber asesinado a más de tres mil personas y tener quién pida la intervención de los derechos humanos resulta no solo extraño e injusto, sino hasta cierto punto bizarro.
Cualquiera pudiera pensar que el defender al “Chapo Guzmán” y pedir justicia a sus derechos individuales es hasta ofensivo para cualquiera cuando lo único que se ve en él es a un narcotraficante sanguinario. Eso a simple vista, pero qué hay verdaderamente en el fondo de todo esto.
Será un gran error por parte de las autoridades mexicanas el darle un tratamiento de un simple delincuente del crimen organizado a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, porque detrás de ese hombre lleno de mitos y canciones en corridos existe una persona con una gran capacidad e inteligencia para movilizar a miles de personas dentro de su organización y con una habilidad de liderazgo que muchos dieron su vida por él.
El trabajo del Esisen y Cisen en nuestro país queda incompleto al conformismo de la captura vivo de cualquier líder perteneciente al crimen organizado, sin hacer un estudio del perfil sicológico como lo hacen en otras partes del mundo como los estadounidenses para saber qué fue lo que motivó a esa persona sin ninguna preparación de inteligencia secreta a tener no solamente ese poder económico sino la capacidad de organizar a miles de personas y aún más generar entre ciudadanos sin ningún antecedente delictivo ganarse ese respeto y cariño para que lo liberen.
Hay mucho que las mismas autoridades y gobernantes sin importar su rango, pudieran aprender para ganarse ese respeto y liderazgo, pero lo que es aún más es la percepción incongruente de la ciudadanía sinaloense de verlo hasta el punto de un héroe para esa comunidad.
No es bueno dejar pasar desapercibido y sobre todo para los estudiosos de la psicología social, la reacción contraria a lo que se esperaba de los sinaloenses la captura del “Chapo Guzmán”, porque éste podrá ser una simple muestra del reflejo y sentir de la gente cuando se le ataca por el estómago.
Algo que podría explicar dicho fenómeno es que Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, aplicaba la misma filosofía de ese gran imperio europeo que fueron los romanos al utilizar la política: Al pueblo denle pan y circo.
Mientras que presidentes de la república van pasando cada vez, se pierde éste sentido de la sensibilidad social y ahora con Enrique Peña Nieto, tampoco ha sido la excepción junto con todos los diputados y legisladores que lo apoyan perdiendo la visión y necesidades que los mexicanos requieren. Se han enfocado demasiado en cómo legislar para recaudar más dinero sin tomar en cuenta que los métodos y maneras de hacerlo contradicen todo aquello que tiene que ver con las finanzas de los bolsillos de cada hogar de los mexicanos, creando más necesidades que solucionando problemas sociales.
En la medida que continúen con esa casería de fiscalización sin generar trabajo evidentemente pega de manera directa en el bolsillo de la población y por consiguiente al estómago, es decir, no tener dinero para comer. Algo tan básico para el ser humano como aparece en la pirámide de Maslow.
Mientras que nuestros gobernantes no atiendan esos huecos de primera necesidad como el comer, seguridad, salud, trabajo, etc., serán vacíos de la sociedad fáciles de llenar por el crimen organizado de poder proporcionarle a los mexicanos aquellas carencias que las autoridades no son capaces de solventar ya que están más ocupados en hacer leyes para que el pueblo pague más tributaciones olvidándose del “Pan y Circo”.
De continuar dichas carencias el crimen organizado y el robo común seguirá a la alza, por eso es importante estudiar al enemigo para saber cuáles son sus fortalezas que son las debilidades de nuestros gobernantes para evitar que ganen terreno. El caso de “Tierra Caliente” fue algo muy similar en donde la carencia de seguridad por parte de las autoridades llevó a aquella comunidad aceptar la ayuda de delincuentes.
Y es que está comprobado que la delincuencia en tiempos de crisis, son quienes mantienen una economía fluctuante como lo sucedido en la gran depresión norteamericana en los años 39´s y 40´s cuando la mafia era quien sostuvo de alguna manera esa gran recesión personajes como Al Capone entre muchos otros más.
Nadie puede criticar a los sinaloenses el defender al “Chapo Guzmán”, porque solamente ellos saben cuáles eran las carencias que tenían. Solo ellos tienen conocimiento de cuales vacíos pudo haber llenado Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, a la falta de la política de “Pan y Circo” que es meramente un indicio de lo que empieza a despertar en diferentes comunidades y entidades del país. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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