Por Luis Alberto González

La muerte de 53 migrantes en Texas, entre ellos 27 mexicanos es una verdadera tragedia y muestra la desesperación de personas de huir de su país, por pobreza, por violencia y el por el poco o nulo apoyo que hay de las autoridades.

Los migrantes que perdieron la vida en el “Trailer de la muerte”, tuvieron una muerte espantosa, porque se asfixiaron por las altísimas temperaturas y encerrados a más de 40 grados sin alimentos y sin agua.

Abandonados ahí por coyotes, por seres que no pueden llamarse humanos, porque el tráfico de personas es inhumano.

Pero esto abrió de nueva cuenta la “caja de pandora” en donde ni las autoridades mexicanas, ni las estadounidenses vigilan al 100 % por ciento la frontera y así como deportan, también se coluden con las bandas criminales, porque no hay una explicación lógica de la movilización de seres humanos sin ser detectados en los trailers.

“El tráiler de la muerte”, es el evento más despreciable y el acto en donde han muerto más inmigrantes en los Estados Unidos.

LAS MUERTES DE MIGRANTES

Desde 2014, se han registrado más de 4 mil muertes anuales en las rutas migratorias de todo el mundo. Sin embargo, el número de muertes registradas representa solo una estimación mínima, ya que la mayoría de muertes de migrantes en el mundo no se contabilizan al 100 por ciento, además de que hay miles de desapariciones.

Desde 1996, se han registrado más de 75 mil muertes de migrantes a nivel mundial. Estos datos no solo ponen de relieve el problema de las muertes de migrantes y las consecuencias para las familias que se quedan atrás, sino que también pueden utilizarse para evaluar los riesgos de la migración irregular y diseñar políticas y programas para que la migración sea más segura.

El año pasado, 2021, ha sido el más mortífero en la frontera sur de Estados Unidos, donde Aduanas y Protección Fronteriza contabilizó 557 migrantes fallecidos del lado estadounidense de la frontera, superando el récord de 492 establecido en 2005.

En estas migraciones hay verdaderas tragedias como la muerte de la niña Guatemalteca, Magaby Gutiérrez, ocurrida en marzo de 2021, quien viajaba con su hermano de 3 años y su mamá que buscaban cruzar el rio Bravo, para ir al

encuentro con su padre en los Estados Unidos, pero fue arrastrada por la corriente y se ahogó.

La madre de la pequeña Aracely Franco dijo: “Yo la quise proteger de la muerte, pero no pude. Estoy muy arrepentida de haberme venido, pero ya no puedo hacer nada más que entregársela a Dios, Si ustedes tienen allá (en Guatemala) como sobrevivir, aunque sea pobremente mejor quédense como están y protejan a sus hijos”.

Hay que recordar que también los coyotes dejan personas en el monte si no pueden caminar con los grupos, si no pueden seguir, es muy peligroso para estar allá en el monte sin agua, sin comida, en este calor, con los elementos del clima y la zona.

En el último reporte con datos de la Organización Internacional de las Migraciones –OIM-, en los 2 primeros meses del 2022 han aumentado las deportaciones de los Estados Unidos en un 451 por ciento, comparativamente con el mismo periodo de 2021 (enero-febrero)

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE), por sus siglas en inglés, devolvió a territorio mexicano o a sus países 14 mil 481 personas, pero las cifras han ido en incremento y las historias de terror e inhumanas ahí siguen y seguirán si los gobiernos de Estados Unidos, México y Centro América no hacen nada.

Las propuestas del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hacia su homónimo Joe Biden de generar inversión productiva para empleos en Guatemala, Honduras, Nicaragua, entre otros, para contener la migración, aun cuando se hicieran tardarían años en disminuir el problema, pero la migración está aquí y ahora, y no cabe duda que seguirá incrementándose cuando hay gobiernos, incluido el mexicano, que no generan bienestar, un alto grado de violencia, menor seguridad y trabajo a sus connacionales.

Y la pregunta es: ¿Hasta cuándo?

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