Guillermo Robles Ramírez

Está en chino

Por Guillermo Robles Ramírez

Mientras que la industria nacional está sufriendo por la escasez de gas natural, lo que repercute doblemente al encarecerse el energético, las empresas particulares que venden de ese mismo gas a casas particulares, es decir, para uso doméstico, siguen multiplicando sus contratos y compromisos. Son de las cosas que no puedo entender y lo digo como mexicano y ciudadano común.

Insisto que no comprendo el hecho de que si no tenemos capacidad para cumplir con las necesidades de las industrias que generan economía a través de empleo, compra de materias primas, producción, etc., es contradictorio y cuestionable que, en las necesidades inmediatas respecto a la demanda de gas natural, se contemple el uso doméstico que bien puede utilizar el conocido gas LP –-licuado propano— o sea el que se vende en cilindros.

Para las industrias, el gas natural resulta más económico en comparación con el gas LP para uso doméstico debido a los grandes volúmenes que consumen, por tanto, lógicamente es de entenderse que las industrias tienen prioridad en la distribución del gas natural.

Recientemente, PEMEX, reconoció no tener disponibilidad para continuar comercializando el gas natural teniendo que depender comprar fuera de México; en pocas palabras, Petróleos Mexicanos, no puede cumplir con la demanda de nuestro país. Esa misma empresa que tanto defiende la Cuarta Transformación.

Este tipo de frenos retrocede no solo al desarrollo del país sino a la generación de empleos. También sucede lo mismo con la terca e injustificada decisión del uso de las energías limpias en nuestro país, cuando ni siquiera la CFE, tiene la capacidad propia de abastecer el consumo industrial, comercial y doméstica.

En muchos municipios o zonas grandes de entidades han sufrido de estos repentinos apagones que duran no solamente horas, sino hasta días en algunas cabeceras municipales en donde las quejas de los afectados topan con pared ante la indiferencia de López Obrador, porque se echa a perder el poco alimento que debe de estar refrigerado y que además con mucho sacrificio han tenido que comprar aun cuando se ha aumentado el salario mínimo, pero de nada sirve porque a su vez y por sentido común sube el precio de insumos, y servicios.

Y reitero, no entiendo por qué esa terquedad del año del caldo pretender vivir como si fuéramos una potencia de reservas de petróleo y lo mismo sucede con la CFE, en lugar de usar energías limpias, porque la tendencia del mundo va hacia ese rumbo.

Que mejor ejemplo la próxima planta Tesla en Monterrey, que la mayor fuente de energía es renovable, es decir, el uso de paneles solares, turbinas eólicas, entre otras más sin la necesidad de contaminar a nuestro medio ambiente generando miles de empleos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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