Entre más inteligentes, más tontos

El hombre moderno se ha rodeado de casi todo lo conveniente y accesible gracias a los avances de la tecnología en todos los rubros que sonaría ridículo o inapropiado mencionar desventajas de la tecnología. Más no obstante por muy lejos que tenga lo conveniente siempre hay algunas desventajas que acompañan el uso de la tecnología.

Solo por mencionar una de ellas de manera general es que la misma sociedad se ha vuelto cada vez más avanzada con la tecnología, más personas comienzan a depender de las computadoras y otras formas de tecnología de la existencia cotidiana, es decir, que cuando una máquina se descompone o deja de funcionar por cualquier circunstancia los seres humanos se vuelven casi locos porque no saben cómo resolver el problema de manera independiente por la misma dependencia de la tecnología siendo ésta una gran desventaja porque las personas se hacen menos autosuficientes.

Lo anterior hablando solamente a un solo nivel sobre el uso de las computadoras, pero qué se puede decir con respecto a los teléfonos inteligentes. Indudablemente son herramientas muy convenientes y que proporcionan mucha información al igual que una computadora, pero ahora sí que literalmente de bolsillo con infinidad de aplicaciones que ayudan a administrar cuentas de redes sociales, recordatorios de citas, conectividad a Internet para navegar, música, etc. Pero para todo lo que ofrece en el camino de la comodidad también incluyen algunos inconvenientes notables.

La mayor desventaja de los teléfonos inteligentes es su potencialidad de distractor disminuyendo no solo en la productividad de los trabajos, sino también ahora al conducir. Sin necesidad de hacer una encuesta solo basta con observar cuanta gente no avanza en un semáforo cuando el foco verde prende para continuar manejando y más de uno se queda parado, sin darse cuenta que ya debe de avanzar porque está distraído contestando ya sea un WhatsApp o Facebook, siendo el primero el más común. Otros hacen peripecias torpes por estar escribiendo un texto ya sea en cualquier red social o mensaje con el vehículo o la unidad en movimiento, pero en ambas situaciones son motivos de accidentes por distracciones y enojos cuando escuchan el claxon de cualquier conductor para que despierten o manejen sin distractores.

Y que se puede decir en el ámbito educativo, siendo éste el causante de muchas frustraciones con los estudiantes y sus teléfonos celulares. El enviar mensajes de texto, Twitter, Facebook, WhatsApp o Snapchat siendo éste último uno de los que tiene mayor demanda entre los jóvenes en donde les permite enviar videos e imágenes, ambos de los cuales se borran después de unos segundos de que una persona lo está viendo sin dejar testimonio de ello hace que sea mucho más difícil de enseñar por parte de los docentes.

Tanto en la secundaria como a nivel bachillerato es el tema más molesto de la era digital para maestros y directivos educativos en donde la pregunta compartida es: ¿qué hacer con los teléfonos celulares de los estudiantes?

Hay quienes sostienen que los teléfonos inteligentes y otros dispositivos en las escuelas son cruciales para ser competitivos en un mercado global, mientras que otros insisten en que los teléfonos y tabletas distraen a los estudiantes, lo que compromete su aprendizaje y concentración.

El tema está muy divido, así como las medidas tomadas por las instituciones educativas tanto de gobierno como las particulares en donde castigan retirándoles los celulares a aquellos estudiantes que estén haciendo uso de éste durante clases. Ante este tipo de medidas también existe su división de opiniones sobre si es correcto o no ya que hay instituciones educativas que incluyen éste tipo de decomisos dentro de su reglamento, pero viéndolo de manera objetiva y jurídicamente conforme a derecho ninguna institución educativa puede estar por encima de la ley haciendo funciones de autoridad para hacer ningún tipo de decomiso a objetos de propiedad privada ya que ni están autorizados por ninguna legislación como depositarios de teléfonos inteligentes o cualquier otro tipo de objeto muy al margen de la responsabilidad del costo de éstos mismos en el caso de daño parcial, total o extravío del dispositivo.

Las medidas tomadas por los docentes ya sea con el consentimiento de la dirección o la misma SEP, pueden ser calificadas de un despojo o robo utilizando la intimidación por parte de los catedráticos y éste debe ser reportado a las autoridades del ministerio público en contra de aquellos maestros que incurran en esa práctica.

Es un tema muy complejo sobre los teléfonos celulares en donde las medidas, control o disciplina no deben de ser tomadas a la ligera existiendo otros castigos alternativos como pudiera ser la suspensión de un día, pero eso solamente las autoridades educativas para evaluarlo y no estén cometiendo actos ilícitos como el decomiso de celulares entre otros objetos personales.

No se puede negar que ha habido un cambio cultural dentro de las aulas, muy distante al modelo tradicional de los profesores que imparten información a los estudiantes, a uno donde los estudiantes participan activamente en su propio aprendizaje, el uso de dispositivos móviles inteligentes para acceder al Internet, aplicaciones educativas entre otras herramientas. La falta de un consenso sobre el uso de celulares en las escuelas se ve reflejado en la mayor distracción para el aprendizaje y concentración de los estudios de los alumnos en donde la falta de responsabilidad para usar estos dispositivos inteligentes hace todo lo contrario en cero inteligencias para los usuarios.

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