Entre fraude “la parchada”
Por Guillermo Robles Ramírez
Desde su nacimiento, 29 años atrás, es decir, en 1993 por distintas circunstancias, la modernización de la carretera Saltillo-Torreón-Saltillo, nunca quedó bien, es decir, como una verdadera autopista de cuota.
La colocación de la primera piedra se hizo con bombo y platillo y con la ilusión de los coahuilenses que con esa obra entrabamos a las ventajas y beneficios del famoso Tratado de Libre Comercio firmado en el sexenio del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari.
Se terminó y fue una gran desilusión de los coahuilenses, sobre todo, de los saltillenses y torreonenses, pues la famosa y dizque autopista consistió en hacerla en dos tramos saliendo de Saltillo y otro saliendo de Torreón, cuatro carriles y el resto, dos carriles para ida y vuelta.
El fracaso no hubiese tenido ninguna resonancia, sino es porque desde un principio y sin ser autopista se fijaron cuotas de pago altas, por cierto, si consideramos que no era lo que se ofreció en un principio y con lo que debió ofrecerse a los usuarios tratándose de una carretera con la categoría que nunca ha tenido.
Para “detener” las inconformidades se le hicieron algunos pequeños y ligeros descansos, porque ni siquiera eso tenían. Pasaron unos años y se hizo otro “parche” utilizado para una sola circulación, es decir, de Saltillo a Torreón, el tramo de Paila a La Cuchilla y remendando la libre para hacerla con circulación de Torreón a Saltillo en su tramo de La Cuchilla a Paila. Se le hicieron otros “parches”, pero a final de cuentas no puede darse a ésta la categoría de una autopista real, como son las demás autopistas del resto del país.
Y, lo peor, que se cobraba y, hasta la fecha, por todo su recorrido, principalmente a los desinformados usuarios que por falta de orientación y señalamiento de la Secretaria de Comunicaciones y Transporte, pagan y muy alto el tramo de Paila a La Cuchilla y viceversa que se dijo sería gratuito.
En el año 2000 la misma S.C.T. hizo un inusual cambio en los costos al reducir, a partir del primero de enero de ese año y en los tramos mencionados, la cuota de 75 pesos que se pagaba a 50 pesos, con lo que apagó las inconformidades que existían por la famosa modernización de la carretera Saltillo-Torreón-Saltillo, y las comunidades ejidales de alrededor.
Con el paso del tiempo la dizque autopista de dicho tramo se conoció como la famosa cuatro dos cuatro por su extenso tramo de carretera libre en su punto medio que fue el beneficio de los ejidos de alrededor, y comunidades cercanas al Restaurante Paila.
Pero la misma autopista no ha dejado de ser un problema y distante de ser una verdadera vía de comunicación de cuota, y sigue siendo un fraude la conocida ahora como “la parchada”.
Honor a la verdad y considerando las circunstancias, de su mala calidad de carpeta asfáltica en donde no solo se puede ver, sino sentir en el interior de las unidades el rebote de las llantas y todo su tramo lleno de parches, que terminan los conductores sordos y con dolor de cabeza de tanta sacudida en el interior de los vehículos porque no se encuentra un carril en donde no existen tremendos parches en cada uno de sus tramos.
En teoría entre más grande sea la unidad, menos vibración se percibe en el interior, sin embargo, es muy notorio que tanto los camiones de transporte pesado, así como aquellos que salen de la central de autobús, se la pasan buscando en qué carril circular por el tremendo golpeteo de llantas, y chasis de la autopista mencionada. Incluso ya no se sabe si transitar en medio de los dos carriles, ya sea de ida o vuelta entre Saltillo y Torreón, es la mejor opción.
En dónde están la representación de las Cámaras y Asociaciones del sector privado, así como nuestros diputados locales y federales, que deben de estar asumiendo el papel que dicen representar y en defensa de los coahuilenses para hacer que se cumpla el tener vías de comunicación dignas y cumpla con todos los estándares de calidad de una verdadera autopista de cuota. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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