Por Alan Prado

Aunque las intenciones de ciertos guerreros eran sombrías, ellos decidieron actuar. No se quedaron inmóviles, tomaron medidas. Sin embargo, tú, en contraste, permaneces inactivo. Solo observas cómo la vida avanza sin ti. El tiempo que malgastas es un regalo que no podrás recuperar.  

《Si continúas en la espera, el único destino que te aguarda es la irrelevancia》.

 Ya te he comunicado lo que necesitas saber, pero no haré nada por asistirte porque solo tú tienes el poder de hacerlo. Si no logras levantarte por ti mismo, no tienes valor.  

Yo confronté a mis más grandes temores, sometí mi cuerpo y lo ofrecí todo por mi visión. 

¿Qué sacrificios estás dispuesto a realizar tú?

No es necesario que sigas siendo débil. Cambia tu entorno. Fortalece tu cuerpo como si tu vida dependiera de ello. 《Descubre un propósito que supere tu mera existencia y lucha por él con todas tus fuerzas》.

Sin embargo, si no puedes hacerlo, entonces acepta tu realidad. Un cuerpo sin vida esperando a caer.

Cuando mi voluntad y yo nos enfrentamos, no permitimos que nuestras debilidades definieran nuestro relato. Pero tú, que permaneces en esta mediocridad, nunca formarás parte de una lucha significativa. Si anhelas una sociedad mejor, deja de soñar con ideales vacíos. Primero, transforma tu persona en un verdadero hombre, fuerte y decidido. Los que son débiles no transforman el mundo. Los fuertes lo moldean a su antojo.

《Mientras sigamos teniendo un amo en el cielo seguiremos siendo esclavos en la tierra 》. 

Final 

Alan Prado (AMEP 11:11).