Por Alan Prado

La mayoría de la humanidad padecen un poco de neurosis.

La mayoría estamos un poco desequilibrados, tenemos ideas extrañas y creencias peculiares.  

¿Quién es, entonces, equilibrado (cuerdo)? 

Claramente, la persona que no siente miedo alguno, que es completa. Eso significa sano, saludable, sagrado; pero nosotros no lo somos, somos seres humanos fragmentados y, por lo tanto, desequilibrados.

El equilibrio solo existe cuando somos completamente íntegros.

Eso significa sano, saludable, con una mente clara, que no tiene prejuicios y que tiene amabilidad.

La iluminación no llega a través de alguien más, surge mediante la propia observación, la propia comprensión de uno mismo.

Serás querido el día en que puedas demostrar tu vulnerabilidad, sin que la otra persona utilice esto para consolidar su poder. 

《No te angusties por aquellos que somos libres y bondadosos sin fe en dios. Preocúpate por aquellos que requieren creer en dios para ser buenos y libres》.

El hombre rebelde representa un riesgo para la multitud, se ha acostumbrado a existir en un entorno donde la ignorancia es el símbolo del rebaño. 

El hombre sabio ha despertado, puede existir en el mundo tal cual es, sin importar lo que ese mundo sea o dé la impresión de ser, sin tener en cuenta las religiones, los dogmas y filosofías, o la falta de estas, sin considerar las inclemencias y las intolerancias; ha despertado, es peligroso y es odiado por las masas, se convierte en el adversario de la gente común.

A pesar del idioma, a pesar de la inteligencia, la intuición y la empatía, nunca se puede transmitir nada a nadie. La esencia fundamental de cada pensamiento y emoción se mantiene incomunicable, confinada en la invulnerable caja fuerte del alma y cuerpo individuales.

Nuestra existencia es una condena de soledad.

Alan Prado (AMEP 11:11).