El Sendero de los Iluminados: La cima de la piramide

Por Alan Prado

Y entre tanta penumbra en mi interior, entre demonios de la sabiduría y la perdición, yo me encontraba con ellos, observándolos mientras ellos me observaban. Muchas veces me invitaban a convertirme en ellos, a fusionarme como si fuesen los liberadores de mis penas, de la ira, o del odio hacia una humanidad cruel e injusta. Como si quisieran que me uniera al poder, renunciando a mi esencia como precio. 

¿Cuántas veces logré ignorarlos aprendiendo de ellos, y cuántas veces les presté atención, aprendiendo de mí mismo, arrepentido, en lágrimas y trabajando mis lecciones?  

Pues descubrí que ellos nunca existieron y que solo eran mis patrones, debilidades y la lucha constante contra mi mente.

Creyendo que era fácil, como si realmente pudiera manipular la dualidad en mi interior, sin primero conocerme.

Decídete a experimentar el renacer consciente y notarás cómo tu vida mejora. A veces atravesamos momentos tan complicados y sufrimientos tan profundos que la única manera de seguir adelante es volver a nacer en nuestro interior. Volver a nacer implica otorgarnos la oportunidad de evolucionar nuestras vidas, empezar de nuevo con nuevas vivencias, mayor entusiasmo y más deseos de vivir, y permitirnos transformar nuestro interior, atreviéndonos a dar un salto que jamás habías dado. 

El renacer te permitirá repasar, experimentar y tomar conciencia de las vivencias que has tenido, desenganchándote del pasado, sanándolo y viviendo tu presente inmediato, para ser felices en esta vida, en la cual llegamos con una misión que debemos descubrir para llevar a cabo sin perder tiempo.

Renacer es salir nuevamente hacia la luz, la vida, el mundo, pero con conciencia, es decir: el renacer de una nueva conciencia, un ser humanizado, con valores, virtudes y espiritual, siendo un humano de buenas costumbres, búsqueda de la fraternidad, hermandad y solidaridad para vivir en armonía con todo lo que te rodea. 

¿Cómo podemos renacer? 

Primero que nada, debemos volvernos conscientes de la vida, de nuestras acciones, evaluar nuestras conductas, identificar las fortalezas y debilidades, observar nuestra personalidad, reconocer lo que deseamos sanar y cambiar, y decidir qué dirección tomar para transitar el camino que se decida trabajar. 

También es crucial internalizar que debemos respetar las individualidades del ser y no dejarnos seducir por la crítica, la envidia, las suposiciones, los chismes y las murmuraciones, que oscurecen tu brillo personal y dejan mucho que desear de ti como ser humano.

Solo tú puedes decidir renacer para vivir mejor, para hacer cambios positivos y constructivos en tu realidad, es darte una nueva oportunidad, es comenzar de nuevo, pero con experiencia.

《Cada individuo debe convertirse en una pirámide: impecable desde la base hasta la cima, autosuficiente. Haz que superen las naciones del mundo en magnificencia y orgullo, pero siempre en; amor hacia ti, inmerso en felicidad.

«¡Sé fuerte, anhela, goza de todas las cosas de los sentidos y la euforia: no temas que ningún Dios te negará esto! ”

Que hoy sea un día para renacer. 

《Consciencia, mente y cuerpo》.

Alan Prado (AMEP 11:11).

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