Algo anda mal con la vida humana en la Tierra… Veo a gente diariamente hacer el mal que se proclamaban creer en Dios. Demasiados demonios disfrazados de ángeles manifestándose entre la gente. Buscan la muerte para proteger su ideología. El diablo no es el rey del materialismo, el diablo representa la arrogancia de cada individuo, la fe sin esperanza, la felicidad sin sonrisa.

El diablo es la llamada verdad que nunca se cuestionan. Son verdades que nos gusta escuchar, las cosas que nunca antes se han dicho las dudas y certezas. El diablo es la injusticia y la razón, la conciencia que nos permite distinguir entre el bien y el mal.

La idea y/o hipótesis de un creador es un contenido simple (ilusión, ficción, invención, irrealidad, fantasía, fantasía, ideal, utopía) presentado por personas que carece de muchas ilustraciones, información y conocimientos analíticos diversos y detallados. …y una comprensión profunda de las propiedades y procesos de la naturaleza así como de las tendencias psicológicas de los humanos desde tiempos primitivos y cuya diversidad y complejidad son tan grandes y difíciles de entender; Para estos individuos y/o creyentes sólo existe una dicotomía: creer o no creer. Encontrando y suponiendo estos mismos “un gran enigma” debido a esa escasez de ilustración e incursión en el pensamiento crítico sustentado en fundamentaciones científicas. Para algunos creyentes, parece que el mejor apoyo para la supuesta existencia de entidades sobrenaturales llamadas dioses es la base sólida de análisis profundos y cantos de alabanzas (aunque rocen las utopías especulativas) de la teología ficticia.

Esto es lo que el creyente piadoso que se engaña a sí mismo acepta cuando considera que una supuesta deidad es real y eficaz. A la humanidad le gusta pensar que el ritual de bendición tiene un poder sobrenatural y que una vez que su imagen artificial ha superado el hechizo (del sacerdote), se utiliza para transfigurarla, eso es todo. Una forma de reafirmar tu dependencia existencial del ego.
La implicación de la Única Fe Verdadera es que dios debe enseñarnos una lección eterna sobre el error de los comienzos inocentes de la humanidad, una declaración que es difícil de reconciliar con su propuesta de una ética e integridad perfectas. En pocas palabras, el problema de la apologética se puede expresar como «dios no proporciona lo suficiente para que la gente crea en Él».

(Primera parte)

Alan Prado (AMEP 11:11)