El Sendero de los Iluminados: El colapso de la mentira

Por Alan Prado

La iluminación es un estado completo de demolición que se realiza en nuestra conciencia produciendo el colapso de sus muros engañosos para iniciar la reconstrucción del conocimiento auténtico del Ser Humano: fundamentos verdaderos y inquebrantables que aseguren el camino hacia aquel sendero que lleva a la iluminación, estadías seguras para resguardar las virtudes y profundos calabozos y desolados paisajes para condenar a los vicios siniestros.

No tiene relación con ser mejor o feliz, sino con la total y absoluta erradicación de las mentiras y falsedades construidas sobre el delirante andamiaje de la pretensión. 

«No hay dios en dónde estoy» no es una negación atea, ni es una afirmación satánica para rechazar a lo que abrahamicamente se llama «dios», es una fórmula para deshacer la dualidad mental y unir lo que está arriba con lo que está abajo, lo femenino con lo masculino, la luz con la oscuridad, lo que está en el cielo y en el infierno, para poder transmutar finalmente la fórmula «Homo est Deus» – Dios es el hombre o el hombre es un dios. 

«Todo lo que existe, la claridad, la penumbra, se manifiesta bajo la luz estelar. La libertad del ser humano es el Amanecer dorado, la magnífica supernova, el poder Absoluto, es eso que obtienes cuando eres lo suficientemente fiel a Ti, singular, inquebrantable, una fuerza formidable, arrasadora y triunfante, porque todo se fundamenta en el respeto, el amor y la confianza hacia uno mismo, a pesar de todo, a pesar del caos aparente. «

Sé que muchas veces parece que me contradigo, quizás para las personas que están habituadas a que expresar dos cosas opuestas es contradecirse, pero lo que yo intento hacer es agregar hechos por más opuestos que parezcan, ya que es solo apariencia. Nada se opone a nada porque cada cosa tiene su esencia particular. Puedo afirmar que tengo un cuerpo y que no soy lo que tengo. Puedo decir que soy mi cuerpo y que no tengo nada porque todo lo soy y al enunciar ambas cosas simultáneamente, sigo siendo correcto.

Porque la vida es así, la suma de sus partes. 

Alan Prado (AMEP 11:11).

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