El camión del terror

Por Guillermo Robles Ramírez
El pasado viernes la ciudad capital coahuilense se quedó sin luz dos sectores muy importantes causado, no por una sobre carga, sino por la negligencia de un camión de transporte con carga de exceso de dimensiones.

Una afectación que se repitió tanto en el poniente de la ciudad y oriente, en donde se desprende la sospecha de haber sido cometido por el mismo chofer del camión de carga pesada con exceso de dimensiones, quien afecto no solamente a varias colonias, negocios sino también al Hospital General  y al Centro médico ISSSTE.

Una molestia sin duda entre los diferentes sectores de los saltillenses, porque se trató de una situación que duró sin corriente eléctrica un promedio 37 horas en donde a muchas familias se les echó a perder no solamente alimento dentro de los refrigeradores que a la falta de luz eléctrica, obviamente entraron en un estado de descomposición. Pero no solamente en los hogares se guarda comida sino además medicamentos principalmente insulina, vacunas, gotas para los oídos y ojos, así como medicamento de quimioterapia.

Además de haber parado la labores de negocios, comercios e industrias por la falta de luz, causado por este negligente chofer, muy poca gente se puso a pensar sobre cuál era el estatus del Hospital General, clínica ISSSTE, y la Cruz Roja.

Un accidente lleno de confusiones y de mala información, ya que por lado algunos medios de comunicación daban versiones que el chofer había argumentado que no se había dado cuenta que venía arrastrando varios metros de cables o que estuviera enredado, mientras que otros no dijeron nada y por último la versión de que el conductor se fugó y las autoridades locales se encontraban en búsqueda del presunto responsable que al parecer fue localizado.

Exclamaciones y cuestionamientos de los cibernautas saltillenses como: …¡con todo el peso de la ley!…¡irresponsabilidad!…¿por qué permiten que circulen?…¿por qué dejan que se lleven a sus casas esos camiones grandes?

Pero usted lector cree que ha sido la única vez que ha sucedido, créame que está muy equivocado ya que en la capital de Coahuila, han sido repetidas historias en diferentes Administraciones municipales y estatales en donde camiones con exceso de dimensiones circulan dentro de la ciudad, y aunque sí, se encuentra regulado tanto en el Reglamento de Tránsito y Transporte para el Municipio de Saltillo, en la Sección Segunda de los Permisos de Transporte, así como viene establecido horario y rutas que son establecidas por las autoridades municipales.

Una ley muerta para las autoridades de tránsito así lo mismo para conductores que manejan estas unidades, ya que se le sigue permitiendo que entren a la ciudad de Saltillo, camiones que siguen excediendo las dimensiones permitidas ya sea con estructuras metálicas o cualquier otro tipo de maquinaria industrial.

No es nada fácil dejarle la carga a cualquier alcalde, sino se ponen a chambear los agentes de tránsito, ya que de nada sirven tantas cámaras de vigilancia si éstas no son usadas también para controlar quienes circulen en la ciudad capital, ya que hemos visto muy buenos resultados en cuanto a seguridad que en cuestión de minutos elementos de seguridad han atrapado a ladrones de autopartes, así como de negocios y quienes andan robando de casa en casa por las azoteas en el primer cuadro de la ciudad. ¡asombroso la rápida intervención policiaca!

Sin embargo, en el tema de tránsito sigue existiendo ese gran vacío, pues no solo los conductores saltillenses o quienes utilizan nuestras calles, avenidas y bulevares siguen sin respetar la señalización, así como los intocables del transporte de personal laboral hacia la zona industrial de Ramos Arizpe, y Saltillo, pero principalmente el primero mencionado.

La ciudadanía sigue sufriendo por estos conductores de camiones con carga de exceso de dimensión, quienes pueden circular a cualquier hora y calles o avenidas. Y aunque puedo entender el enojo de la ciudadanía con el conductor irresponsable, puesto que también fui afectado sobre este apagón causado por su negligencia. Había cuestionamientos que me hacía sobre el verdadero dueño de la unidad.

Mentalmente los ciudadanos querían linchar al conductor pero me pregunto. ¿Y en dónde estaban los agentes de tránsito para impedir su ingreso?, ¿el verdadero dueño del flete no tiene alguna responsabilidad?, ¿y si una empresa, es decir, el dueño de esa maquinaria contrato a un particular solo porque tenía un camión, por qué no paga los daños?, ¿acaso no están obligados a un seguro para este tipo de daños?, ¿quién revisó los antecedentes penales del conductor antes de ser contratado?, ¿fue sometido a un examen antidoping antes de que este conductor trabajara para esa fletera?.

Hay muchas preguntas que me hacía y que todo apunta que tanta culpa tiene el conductor pero principalmente las autoridades locales de tránsito, así como las federales quienes han olvidado poner estos puntos de revisión como operativos para ver si están permitidos transitar en carreteras federales y estatales o deberían de ir en otro tipo de transporte como las ferroviarias.

Mientras alguna de mis preguntas sean respondidas por seres divinos, los ciudadanos de la ciudad capital seguirán soportando a estos tipos de conductores de camiones del terror que pueden circular libremente en la ciudad sin que sean castigados los verdaderos culpables, es decir, quienes contratan los servicios y fleteros que navegan con la única encomienda a los choferes: “cualquier accidente, ¡ sal huyendo! y después veremos”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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