Guillermo Robles Ramírez

El año en que la Tierra se dio un respiro

Por Guillermo Robles Ramírez

Hay opiniones dividas en considerar el lado bueno o positivo del Covid-19 y quienes difieren de este pues nunca será algo positivo cuando se trata de la muerte de más de 175 mil personas alrededor del mundo.

Pero no se puede negar que en la medida que fue avanzando la propagación del coronavirus, las diferentes naciones del mundo fueron tomando medidas del confinamiento de sus pobladores, y suspensión de ciertas actividades comerciales e industriales, así como las diferentes playas turísticas.

El resultado de la ausencia de los humanos, así como la baja producción industrial y vial, ha servido un respiro para el planeta Tierra, en donde la naturaleza está recuperando no solo espacios sino se está regenerando aquellas zonas en donde ya se encontraba muy dañada por la misma civilización.

Como si se tratara de una película cinematográfica de ciencia ficción en la que la Tierra hubiera usado como mecanismo de defensa contra nuestra especie, es decir, el ser humano para evitar que nosotros mismos acabáramos contra esta gran casa El Planeta Azul.

La Tierra es una enorme casa que compartimos recursos no renovables y renovables. Aunque este último cada vez se empezó a convertir en algo que ya no se puede restaurar por el caso omiso de cuidar el crecimiento acelerado de los empresarios por ir más allá de cubrir las necesidades aclamadas por el consumismo.

            Hoy 22 de abril hay que recordar y hacer conciencia al conmemorarse el Día Internacional de la Madre Tierra, también conocido como el Día Mundial de la Tierra. Años anteriores se había hecho campañas sin éxito para hacer conciencia sobre la importancia de los millones de especies que habitan en nuestro planeta, bosques, océanos, ríos, montañas, todo aquel ser vivo encontrado en el Planeta Azul y su hábitat.

            Se habían hecho múltiples campañas para la concientización de este propósito en los últimos años, en donde se han involucrado artistas para lograr un mejor mundo, pero los que más sobresalen son aquellos participantes como los cantantes internacionales.

            También la empresa de Netflix tiene en su gama de documentales algunos muy especiales con el propósito de concientización. Están disponibles aquí en México, “Terra”, “A Plastic Ocean”, “Our Planet”, “Chasing Coral”, “Cowspiracy: The Sustainability Secret”, entre otros.

            Sin embargo, los principales en llevar las campañas publicitarias para la concientización del cuidado de nuestro planeta, siempre han sido irónicamente aquellas naciones que se encargan en vender más productos contaminantes y que también son países más desarrollados que contaminan más el medio ambiente.

            Aquellas naciones que presumen de ser potencias mundiales por tener más industrialización como los Estados Unidos son los principales enemigos de la Tierra.

            El calentamiento global, la fusión de los icebergs, los mares y el aumento de inundaciones repentinas en ciudades donde nunca caía una gota de agua, huracanes, sequías, maremotos, olas de calor y otros desastres naturales son cada vez más comunes. La madre naturaleza parecía que nos estaba reclamando con cada uno de los impactos climatológicos.

            Al hablar en un termino del pasado no se trata de decir que, gracias a las campañas fallidas de concientización de diferentes organismos gubernamentales e independientes, así como el fracaso de los fanáticos de la ecología que solo causaban caos y delincuencia en diferentes ciudades del mundo para hacerse escuchar, pero no aportaban nada a la Tierra.

            Nada de lo mencionado anteriormente sirvió; sino tuvo que ser desafortunadamente un virus llamado Covid-19, también conocido como el coronavirus que obligó al ser humano a resguardarse y por ende llegando al quinto método científico, es decir, a la conclusión afirmativa para aquellas pocas teorías de científicos que afirmaban el impacto negativo la presencia del ser humano en nuestra naturaleza.

            Un ejemplo de ello fue en China en donde los niveles de dióxido de nitrógeno y carbono bajaron tanto que mejoró la calidad del aire pudiendo observar paisajes antes no vistos y misma causa que provocaba la muerte de más de un millón de personas cada año en aquella nación. Pavorreales y ciervos en las ciudades de Madrid en donde están haciéndose presentes ante la ausencia de las personas en busca de alimentos. Lo mismo en las principales avenidas y calles de California con la presencia de coyotes. La vida marina en las costas de playas turísticas como en Cancún y otras en el mundo. Muchos ríos, mares y océanos más transparentes siendo notorio la vida de animales acuáticos como en los canales de Venecia.

            Ahora más que nunca, en este año 2020 hay que hacer una verdadera conciencia, reflexión que nos lleve a cada uno de nosotros, así como a líderes de cada nación y entidad sobre la importancia de moderar el consumismo de nuestra especie para conservar nuestra gran casa llamado Planeta Tierra. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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