¿Dónde está el consumismo interno?
Por Guillermo Robles Ramírez
Son muchos los adornos de color verde, blanco y rojo; que se ven en el primer cuadro de las ciudades de México, restaurantes, centros comerciales, en casas y fraccionamientos.
Son los colores que identifican a nuestro pueblo de México. Es el resultado de nuestra herencia prehispánica, esperanza, religión y la sangre derramada por nuestros héroes que lucharon por nuestra independencia, con su escudo con el águila representa la señal que buscaban los Aztecas para reconocer el lugar donde debería cimentarse el pueblo mexicano, todos estos elementos es lo que representa nuestro símbolo patrio que ha cumplido 190 años desde su primer lábaro patrio oficial desde 1821, con Agustín de Iturbide.
Septiembre es el más importante y simbólico para todos los mexicanos para recordar el día 13 la Batalla de Chapultepec, el 15 aniversario del Grito por la Independencia de México, el 16 inicio por la Independencia y el 27 la consumación de la misma.
Es en este mes cuando su celebración es muy notoria con los adornos pintorescos de las fachadas de las casas; verde la esperanza, blanco la unidad y el rojo la sangre de los héroes.
Es el mes cuando más artículos de la bandera mexicana se ven en la calle, entre otros productos que simbolizan los colores de los símbolos patrios, y encontrándose una gran variedad, tamaño y representaciones como para colgarlos hasta en el auto o cualquier otra parte.
Pero todos estos productos que se venden son de contrabando porque ninguno paga impuestos, aun existiendo denuncias por parte de los empresarios mexicanos.
Aparte de todo esto siendo hasta irónico, casi el 90 por ciento de estas representaciones de la Bandera de México, son de importación asiática, particularmente de China.
Para quienes los venden sus criterios son de ser productos con mejor calidad, y más baratas dejándoles un margen de utilidad mucho mayor que las que se hacen en nuestros talleres artesanales.
Es por eso que si nuestros héroes patrios vivieran mandarían fusilar a las autoridades por no defender a la Bandera Mexicana con el registro de marcas colectivas, para que custodien y blinden las artesanías mexicanas, pero sobre todo la más importante, es decir, Nuestro Símbolo Patrio.
No es posible que mejor en China se haga este producto a diestra y siniestra, sin tener el consentimiento de nuestro país, y es obvio que la Unión de Productores Artesanales vea con nostalgia como las autoridades no hacen nada al respecto porque esto implica la afectación a centenares de talleres, donde muchos mexicanos se ven involucrados como son quienes trabajan la tela, la madera e hilos, así como a cientos de familias que realizan este tipo de trabajos artesanales.
En dónde están los discursos políticos cuando se dice que hay que empezar a tener una cultura de consumismo interno para fomentar la economía del país; cuando se permite que estos productos chinos se les permitan andar por la calle libremente. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org
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