Desafío: Militancia a la Carta
*Impunidad, Inmunidad
*Cambios en el Equipo
*Militancia a la Carta
Ha pasado mucho tiempo y no hemos avanzado un ápice. Desde que gustavo díaz ordaz, uno de los grandes genocidas de este país protegido por una equivocada interpretación de la fidelidad militar, cumplió su finiquito presidencial, las voces de miles de mancillados mexicanos –no sólo las víctimas directas de los atropellos, incluyendo la matanza de Tlatelolco, sino igualmente la mayor parte de la comunidad nacional que repelió la brutalidad del ejército en uno de los momentos más negros de la crónica contemporánea-, las voces se alzaron para solicitar justicia y, por ende, una correcta revisión de los acontecimientos. Era necesario, cuando menos, obligar a declarar ministerialmente al ex mandatario; pero jamás se hizo y, en sentido contrario, un sexenio más tarde, josé lópez portillo le designó embajador de México en España tras la reanudación de relaciones entre los dos países y el señor díaz ordaz resistió sólo unos cuantos meses.
No es una leyenda urbana sino un hecho corroborado que el temible ex presidente no soportó la presencia de Juan José Bremer, a la sazón director del Instituto Nacional de Bellas Artes y de maneras y movimientos muy delicados. Más aún cuando el visitante, en Madrid, acaso disgustado por el mal talante del embajador, pretendió alzarle la voz. En ese momento, díaz ordaz le dejó solo en su despacho mientras abordaba su automóvil para “alcanzar” el vuelo hacia la capital mexicana… y ya no retornó a su misión diplomática, harto de los nuevos funcionarios a quienes calificaba de “amanerados” cuando decir lo anterior no era señalado como una violación a los derechos humanos como efecto de la homofobia, ni la Suprema Corte había prohibido, como si fuese la Santa Inquisición pero al revés, utilizar términos injuriosos contra quienes se deleitan paseando, en sus carnavales frecuentes, con pantaletas rosas. (Este es un retrato, no un acto discriminatorio, por favor).
Nunca más tuvo actividad pública pero dejó para el recuerdo su respuesta al reportero –entonces lo era-, José Reveles, respecto a su opinión sobre lo sucedido el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas. Sin perder su talante soberbio respondió con enfado: “Si de algo estoy orgulloso es de ese año, 1968, porque me permitió salvar a la patria; si no hubiera sido por ello, usted, muchachito, no estaría ahora aquí”. La contundencia pretendida estaba rebasada por la época y se tomó como la advertencia contra quien, por su edad, le recordaba a cuantos tomaron las calles aquel año hasta que fueron llevados a la trampa, sin salidas, de Tlatelolco. La estrategia militar sobre el derecho a manifestarse con libertad. Las botas sobre el estado de derecho. Y ni por ello se procedió contra el ex mandatario siembre bravucón.
Vendría luego luis echeverría a cubrir los pendientes de cuanto había ordenado su antecesor, mientras él despachaba en Gobernación y no podía ser ajeno a las decisiones de la cúpula del poder; de haber sido así, cuando menos hubiera renunciado a su cargo y a su condición de “presidenciable” para repeler la ominosa acción del “batallón olimpa” –también en minúsculas-, que significa un hierro ardiente bajo la piel de la sociedad mexicana. Y echeverría acabó, brutalmente como contamos hace unos días, con los rescoldos de las protestas: el Jueves de Corpus de 1971 no dejó duda de su filiación fascista y dejó salir a “los halcones”, los paramilitares armados con palos, primero, y pistolas, después, listos a asfixiar al movimiento estudiantil y a la marcha que salió del Casco de Santo Tomás, en la ciudad de México, con rumbo hacia San Cosme. Los resultados fueron brutales casi equiparable a la contracción en el rostro de echeverría cuando salió de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Crímenes del Pasado, con los ojos desorbitados, los lentes de lado y el horror en el semblante. Pero sólo eso a cambio del drama.
Todo parecía concertado. A la dura acusación contra genocidio –no era la primera vez que comparecía un ex presidente pero no había antecedentes de que se le considerara indiciado por una acusación tan grave-, correspondió una comparecencia de seis horas con cuarenta y cinco minutos, precisamente el 2 de julio de 2002, una especie de disimulado festejo del panismo a dos años exactos de su apoteósica victoria en las urnas con fox como abanderado. Pero, desde luego, sólo fue motivo todo el teatro montado para arraigar al personaje en su casa de San Jerónimo –un palacio como cárcel-, hasta que éste obtuvo los Amparos para detener las acciones penales y, finalmente, resultar absuelto en una maniobra desconcertante… o más bien bajo el chantaje mutuo del PRI y el PAN en el gobierno en esos días.
Siguió lópez portillo y éste, montado en el carrusel de la frivolidad, nos endeudó en proporciones inmanejables y dotando a sus allegados –él dijo siempre nque lo traicionaron-, de información oportuna para que fueran ellos los primeros en beneficiarse de la barata de dólares y las posteriores devaluaciones. Al término de su gestión, fue denunciado por el ya extinto maestro, Ignacio Burgoa Orihuela –un mexicano ejemplar a quien se debe un homenaje nacional-, porque no era lícito contraer deudas públicas si éstas no eran para costear infraestructura básica; y lo captado por el mandatario, con líneas financieras muy amplias, sirvió para todo menos para construir. Pese a las sólidas argumentaciones del gran jurista, los tribunales no hicieron sino hacer la vista gorda, con descaro además.
A su sucesor, miguel de la madrid, no se le acusó por los millones de dólares almacenados por él en ls bancos suizos, ni por las ejecuciones de líderes de opinión y periodistas, ni por la evidente colusión de su gobierno con los narcotraficantes durante el primer “boom” de éstos y con el puente de manuel bartlett díaz de por medio. Salió ileso y muy cuidado porque, claro, fue un fiel servidor de los intereses estadounidenses en materia financiera –por ello entramos al GATT, sistema nacional de aranceles, y se abrieron nuestras fronteras a toda clase de franquicias estadounidenses –la de MacDonalds fue aprovechada por el nefasto Manuel Alonso Muñoz, entonces jefe de prensa de la Presidencia-, pero no pudo evitar el tremendo desprestigio tras el asesinato o desaparición del célebre Enrique “Kiki” Camarena Salazar en febrero de 1985. Ni por eso se le juzgó ni se solicitó su extradición.
Los señores salinas y zedillo se unieron por el cordón umbilical del mal. El primero, fue el primero de su rango en ser llamado a declarar ministerialmente por la Procuraduría General en torno del magnicidio contra Luis Donaldo Colosio; para el efecto, los agentes del Ministerio Público se trasladaron hasta Dublín, donde residía “el duende” –por sus orejas-, y recogieron sus afirmaciones, mismas que, hasta la fecha, no se han hecho públicas a pesar de que avanzan las sospechas sobre su involucramiento en aquel drama.
Y, sobre el segundo, zedillo, existen denuncias sobre los sucesos de Acteal, Chiapas, donde el ejército masacró a una comunidad religiosa; y Aguas Blancas, en Guerrero, donde se ajustició a los campesinos por el solo hecho de serlo por órdenes del nefasto Rubén Figueroa Alcocer. Pese a ello, el gobierno de los Estados Unidos, que le debe muchos favores a este personaje traidor, lo blindó con la “inmunidad diplomática”, dada su condición de asesor de la ONU, y con ello todas las pesquisas se detuvieron. Así de sencillo.
Luego, los señores fox, ella y él naturalmente, se cansaron de hacer atrocidades –los negocios de los Bribiesca Sahagún son de poca monta-, y llegaron al colmo de ocultar dos asesinatos en la fosa de su rancho. Sobre el particular ni siquiera los mandos del Estado Mayor Presidencial han dado los nombres de sus miembros “ahogados” en una pileta, una versión absurda e insostenible; máxime que, según se ha podido saber, una de las víctimas estaba al servicio de la señora en noviembre de 2005. El hecho fue reconocido por el EMP pero sin que se conociera la filiación de los “ahogados” bajo el pueril pretexto de que así se protegía a los familiares de los mismos. Ni una indagatoria más; ni el menor seguimiento sobre éste y otros asuntos.
Pues bien, a menos de dos años del finiquito de su mandato, ha llegado al Tribunal Internacional de La Haya, documentación suficiente sobre los ilícitos –incluyendo su responsabilidad en miles de asesinatos- de felipe calderón; igual como ocurrió con zedillo. El es mandatario sigue dando conferencias y poco parece preocuparse del incidente que podría determinar el fin de la impunidad contra quienes han habitado la residencia oficial. ¿No será este el primer aviso, igualmente, para el señor peña nieto, el desencajado que no pudo gritar con énfasis la triste noche del 15 de septiembre? Abundaremos, claro.
Debate
Siguen los rumores sobre la inminencia de cambios en el gabinete. Tal sería resultado de una mínima observación, por parte del señor peña, a los resultados obtenidos por algunos de sus cercanos colaboradores. Una muestra: el “presidenciable” Luis Videgaray Caso, quien durante su gestión como diputado dio muestras de sencillez y cordura, se ha convertido en un hombre soberbio, que no escucha ni admite réplica, altanero y despectivo ante las oposiciones. Se cree ya el futuro de México y trabaja sólo para él; por supuesto, si el actual presidente quiere quitarse a quien le asfixia el cuello no debe dudar en prescindir de él, salvo que existan vínculos soterrados obviamente desconocidos.
Otro de los personajes del primer nivel, quien tiene las barbas remojando desde hace un buen rato, es Miguel Ángel Osorio Chong, capaz sólo de repetir, de memoria, las indicaciones que recibe, todos los días, en la penúltima actividad del señor peña cuando se reúne con sus hombres claves; las filípicas no sólo provienen del mandatario sino del subsecretario del ramo, Luis Enrique Miranda, cuya fidelidad no es con su jefe directo. Y, por el estilo, hay elementos que ya no pueden conservar sus cargos a menos de que se trate de encallar en los arrecifes del desastre. Hablamos de los titulares de Salud, Desarrollo Social, Turismo –sólo mujeres hasta el momento sin pronunciamientos misóginos que ya no son tolerables-, Energía y otros más. Hay para escoger.
Sería para peña como ganar, sin necesidad de monederos electrónicos ni vales para despensas, un voto de confianzas contra tantos de desconfianza. Un paso, pequeño, para merecer una segunda oportunidad luego del desastre de estos dos años recientes. Desde luego, ni con todos los movimientos de piezas imaginables podrá superar el estigma de sus reformas y su consecuencia más brutal: la negación a la soberanía popular y, por ende, a la vigencia de la Carta Magna.
La Anécdota
Miguel Ángel Mancera Espinosa, por supuesto, sabe manejar a la prensa mucho mejor que los repelentes personajes que despachan en Los Pinos buscando mostrar una mejor imagen del señor peña nieto. Lo sabemos. Las largas crónicas sobre su informe contrastaron con los espacios menores dedicados al mensaje presidencial al inicio de este mes de la patria. Y esto ya es decir.
La médula del discurso mancerista fue que “su” gobierno no es “de militancias, sino de compromisos sociales”. Y, por supuesto, sólo unos cuantos notaron otra frase sobresaliente:
–Creo en una izquierda responsable que asume los costos naturales del ejercicio del gobierno…
¿Hay o no militancia? Por cierto, la frase parece extraída de los discursos de ernesto zedillo quien se cansó de repetir que las decisiones del gobierno no estaban basadas en los niveles de popularidad sino en las condiciones reales del país.
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Web: www.trinchera.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
LA IMPUNIDAD ES LA VERDADERA REGLA DE ORO DEL SISTEMA POLÍTICO MEXICANO. Y NO SÓLO RESPECTO A LOS MANDATARIOS SINO, SOBRE TODO, CON RELACIÓN A LOS DIRIGENTES POLÍTICOS DE CADA UNO DE LOS PARTIDOS CON REPRESENTATIVIDAD. MIENTRAS EXISTA HARÁ MÁS DAÑO QUE CUANTO PUDIERA OCASIONAR UN PROCESO CONTRA UN EX PRESIDENTE –O PRESIDENTE EN EJERCICIO-, INTENTANDO ADECENTAR LA PRECARIA DEMOCRACIA NUESTRA.
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