Desafío

Desafío: Esto es la Ruina

  • Esto es la Ruina
  • Encuestas a Modo
    Por Rafael Loret de Mola

Las mañaneras de López Obrador –por respeto a su investidura no le llamaba el señor López aunque él no respete a la mitad de los mexicanos, o quizá más, que se oponen a su administración; ahora ya no me importa-, son en su conjunto un nuevo fabulario digno de Esopo con los mercenarios siguiendo las enseñanzas del líder mundial de la manipulación colectiva; otros, los periodistas de verdad que acuden a ellas, suelen guardar silencio y solo a veces, cuando les dan la palabra de manera displicente, ponen el dedo en la llaga y suelen sufrir las cataratas infamantes de los youtubers aduladores.

Me resisto a creer que nuestros coterráneos pensantes no se den cuenta de lo perversos movimientos e implicaciones del ahora inquilino –no dueño aunque así lo crea la consorte primera, Beatriz Gutiérrez Müller- del Palacio Nacional; más bien pienso que hay tales intereses que algunos necesitan sobrevivir a costa de reverenciar al icono en su batalla personal por quedarse hasta el 2024 y años prorrogables si la ciudadanía se cruza de brazos. ¡Revise el pasado, Andrés, y encuentre cuál ha sido el destino de quienes pensaron en reelegirse mañosamente? ¿Le recuerdo el encuentro de Álvaro Obregón con José León Toral en La Bombilla, convertida ahora en un mausoleo ajardinado? Porque Claudia no levanta ya ni las sàbanas.

Durante su deplorable informe quinto –el constitucional no el repaso extendido de las diatribas de cada amanecer-, AMLO adujo, entre otras mentiras flagrantes –se han contado más de cien mil en su período-, que la expectativa de crecimiento económico con la medida del PIB –Producto Interno Bruto para los neófitos-, pasaría del 3.5% al 5.5% en 2021 y seguimos en 2023 bajo el flagelo del crecimiento CERO.

Pues bien, o mejor dicho pues mal, el Fondo Monetario Internacional le ha dado al mandante-mandatario un golpe que en otros sitios sería de nocaut mientras en México es solamente una anécdota más: adujo que la deuda pública del país se situaría, a finales de 2021, en casi el 59 por ciento del PIB. Y vamos a peor en 2023. ¿Notan ustedes, amables lectores, alguna mejoría o estamos bajo los espejismos del engaño de la TTTT, como el DDT insecticida?

Es decir, mientras AMLO presume de un crecimiento fantasma y alega, además, que no ha contraído deuda pública durante su penoso período gubernamental, los hechos le desnudan con la triste realidad de una nación postrada, engañada como nunca y con un notable crecimiento, eso sí, de la más abyecta corrupción, la que es consecuencia del nepotismo feroz y la complicidad con los criminales de su gabinete. No le demos más vueltas.

La Anécdota

¿Quién decidió la rendición del Ejército que da bandera verde a los capos de todos los niveles para actuar como les venga en gana a sabiendas de que el ejército y la Guardia Nacional no pueden contra ellos? Esta es la lectura que coloca a Alfonso Durazo, hoy gobernador de Sonora, fuera de las acciones gubernamentales; debe estarlo porque no es militar y ni siquiera conoce de estrategias; menos, claro, cuando se puso a buen recaudo el día del asesinato de su entonces jefe, Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994. ¿Tan desmemoriados somos?

Y otra: ¿qué harán los demás cárteles para no perder territorialidad luego del triunfo de los sicarios sinaloenses? Harán lo posible para blindarse con las armas que les siguen llegando, por millares, desde USA y con la vista gorda del anaranjado. El CJNG mantiene el estado de guerra contra el de Sinaloa en Chiapas. Poco falta para que pretendan una autonomía intocable.


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