Desafío
*Puros Parlanchines
*Facturas Pendientes
*Gritos en la México
Cuando luis echeverría álvarez –genocida, pese a una traposa exculpación, y pésimo administrador al grado de provocar la crisis financiera de 1976-, fungió como secretario de Gobernación, entre 1964 y 1969, se caracterizó por una actitud pasiva, silenciosa y sin modificar un ápice los cánones institucionales de entonces: actuar sólo bajo instrucciones precisas de su jefe, el presidente; tal fue su disciplina –a niveles de lacayunería-, que el propio mandatario dudó en designarlo a él como su sucesor… en vez de quien había preparado para ello, el tamaulipeco Emilio Martínez Manatou, a quien echeverría le tendió la cama para involucrarlo a él, lavándose las manos, en la operatividad de la matanza de Tlatelolco en 1968. Tal era la habilidad del mustio.
Luego se sabría que echeverría era uno de los conjurados a favor del derramamiento de sangre, con Fernando Gutiérrez Barrios como gran operador –éste, cuando iniciaba el juicio contra su antiguo patrón, fue internado en el Hospital Médica Sur, en aparente buen estado, para salir muerto de allí en los prolegómenos de la primera alternancia en el poder Ejecutivo federal-, con todo dispuesto para salir bien librado y alcanzar así la candidatura presidencial. A partir de entonces no cesó de hablar, hasta los codos, en reuniones interminables y simultáneas en Los Pinos, en donde perdía la mirada, como anestesiado, mientras encabezaba cada una de ellas dejando intermitente a los convocados con una abominable secuencia de oradores inútiles, mediocres y “barberos”.
Por allí, un gobernador del sureste quien antes se había quejado por las restricciones del Estado Mayor Presidencial y se la burocracia que rodeaba al mandatario en ejercicio como si se tratara de una suerte de cinturón de castidad, fue incordiado por el señor echeverría:
–No me dirá ahora, señor gobernador, que es difícil entrar a Los Pinos.
–De ninguna manera, señor presidente; ahora lo difícil es salir de aquí –respondió el interpelado-.
Desde luego era necesario repartir cuanto se disponía a los ujieres presidenciales para romper los candados de acceso; y, alguna vez, el propio echeverría confesó:
–No puedo deshacerme de ellos –de quienes le cuidaban haciendo negocios a sus costillas o acaso con su beneplácito-, porque conocen cada rincón de Los Pinos, cada movimiento mío y de mi familia. Sería como colocarme la soga al cuello.
No es muy difícil pensar que la cobardía del personaje dio inicio al permanente chantaje de los cuerpos de elite al servicio de la residencia oficial y al consiguiente desmembramiento de varios de ellos del círculo oficial para pasar a ser sicarios de los grupos criminales en crecida. No hay ningún cártel ni banda en donde no aparezca, en sitio relevgante, uno o más oficiales que fueron cercanos a los movimientos estratégicos de los habitantes de Los Pinos o dentro del ejército nacional.
Los delincuentes de alta graduación cooptan a sus mercenarios desde dos fuentes: el de la miseria, atrayéndose a jóvenes ambiciosos cansados de vivir entre el polvo y el horror de la impotencia; y entre los mandos medios de las Fuerzas Armadas, en su conjunto, que estiman ganar más por jugarse el pellejo sin la limitante de “cuidar” a sus atacantes para no ser acusados por liquidarlos. Como los granaderos del Distrito Federal, como ejemplo si se quiere burdo, maniatados por sus jefes y ahora escondidos durante las manifestaciones urbanas para evitar “agresiones”.
Quizá por ello, echeverría, parlanchín como si fuera un merolico capaz de vender jarabes hechos con agua bajo el supuesto de que son medicinales –todo lo curan menos la imbecilidad–, optó por guardar silencio pese a un primer intento con miras a seguir influyendo desde su Instituto del Tercer Mundo, erigido en los aledaños de su casona de San Jerónimo, un símil muy discreto al lado del templo faraónico de San Cristóbal en donde los fox –los zorros-, se dieron a la tarea de construir una réplica exacta del despacho presidencial de Los Pinos que tanto añoran y no volverán a ocupar. Demos cuenta de las coincidencias y encontraremos siempre el fondo de los contubernios.
Los fox –traidores a la democracia-, a diferencia de Echeverría –todos en minúsculas-, no dejan de meterse en camisa de once varas y hablan hasta por las últimas células de su simbióticas humanidades. ¿Cómo pueen medir, me pregunto, a las “mayorías” que supuestamente aprueban la deplorable iniciativa de reforma presidencial en materia energética? Sólo hablan con sus visitantes e incondicionales, allá en el “ranchito” donde otrora se erigía el laboratorio de cocaína de mayores dimensiones encontrado en México? Es cuando menos extraño que las colindancias de la heredad familiar sirviera para tales fines antes de su adquisición por la pareja ex presidencial. ¿No es esto motivo de sospecha ni de indagatoria alguna?
Lo mismo sucede con la propiedad que fuera de Amado Carrillo Fuentes, el “señor de los cielos”, adquirida por Rodolfo Zedillo, hermano del ex presidente y cuyo padre biológico fue un general adscrito a Mexicali como ya referí, en The Dominium Country Club de San Antonio donde habitan algunos de los adinerados mexicanos con problemas de persecución jurídica, blindados hasta de sus propias sombras. Ni una palabra se ha dicho de las conexiones de este sujeto con el “muerto viviente”, Manuel Muñoz Rocha, a quien se adjudica la autoría intelectual del crimen contra José Francisco Ruiz Massieu en septiembre de 1994 en su condición entonces de presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara baja. No omito señalar que el “ministro” del ramo era, en esos días, el hoy extinto y muy buen “empresario” y político, Carlos Hank Gonález, cuyos herederos siguen gozando de la mayor impunidad, presumiéndola además a los ojos de los ciudadanos comunes. La combinación perfecta, más bien la conjura, incluyó al hermano incómodo, el deplorable raúl salinas de Gortari, consumado ladrón y desvergonzado por naturaleza –socio además de TV Azteca-.
Por si fuera poco, felipe calderón –de mandato ilegítimo y responsable directo de más de cien mil asesinatos por su guerra inútil cuyas secuelas continúan-, no cesa de intervenir en cuanto le ponen un micrófono delante, sea para referirse a la matanza de Boston o para narrar un juego de béisbol o, peor aún, con el propósito de desequilibrar a su propio partido –al que intentó dominar desde sus ominosos días como ejecutivo federal a través de dos de sus sicarios políticos, César Nava Vázquez y Germán Martínez Cázares, cuyos fracasos continuos llevaron al PAN a la derrota electoral de 2012 o incluso la fraguaron a cambio de negocios y prestaciones ilegales –Nava es ya multimillonario gracias a las concesiones graciosas de PEMEX; quizá por ello avalan la privatización de la empresa-, e incluso intervenir, directamente, en la política exterior a través de su “heredero”, el Canciller José Antonio Meade Kuribreña, quien fuera su secretario de Hacienda nada menos, siempre dispuesto a servirle sin definiciones políticas. ¿Es panista, priísta o todo lo contrario, parafraseando al chihuahuense Manuel Bernardo Aguirre?
El señor calderón, como si aún ostentara ilegítimamente la banda tricolor –los desaseos comiciales de 2006 serán siempre un estigma-, se dio el lujo de “exigir” que se protestara por el “espionaje” de los Estados Unidos a su gestión…¡cuándo él mismo habilitó la incorporación de marines norteamericanos a la Marina mexicana supuestamente para “cooperar” en la lucha contra el narcotráfico! Los resultados fueron nimios: ningún cártel de “debilitó” ni disminuyeron los cargamentos de drogas hacia los Estados Unidos pues éstos entran en combinación con los agentes aduanales de allá, la Border Patrol y la DEA. A estas alturas los mitos caen por su propio peso… incluyendo las supuestas “bondades” y atingencias del ex mandatario a quien de origen, le quedó larga la casaca militar con la que inauguró su deplorable gestión: parecía una caricatura de comandante, la parodia misma de la Presidencia menguada por la altanería de una derecha descocada y el fraude.
Ahora vive en Harvard; y en Miami se pasea, con toda libertad, el elemento a quien debemos, en gran medida, la violencia actual: genaro garcía luna, quien además fraguó los actos vandálicos del primero de diciembre de 2012 para ensuciar al gobierno que llegaba; ahora pareciera que ya lo puso de rodillas –no sabemos porqué-, insistiendo en el pago de las facturas políticas que posibilitaron la segunda alternancia. Así como zedillo favoreció el arribo de fox, calderón hizo lo propio con Peña, quien ya se acerca a las minúsculas aun cuando tiene un lustro por delante para rectificar. Dudamos que lo haga.
¡Ay, México, tan lejos de Dios y en manos de la impudicia política y tan cerca de los Estados Unidos!¡Caramba! Perdón: ¡lo dijo Don Porfirio!
Debate
Desde luego, el deshilachado “Pacto por México”, signado el 2 de diciembre del pasado año con una espectacular cobertura y ante la sorpresa de muchos de los actores relevantes de la vida institucional, demuestra hasta donde llegaron los compromisos precedentes, los silencios y las complicidades. Un año tardó el PRD en deslindarse de un documento que no sirvió, no se puso en juego, no avanzó; no existió, por tanto, sino en la prosa de quien elabora los discursos presidenciales: Ilhuicamina Díaz Méndez, nacido en Naucalpan y perteneciente al círculo secreto del mandatario.
Las notorias equivocaciones, y los lapsus frecuentes, no son sólo obras de la torpeza o la improvisación sino, sobre todo, hijas de la incultura, como quedó demostrado en la FIL de Guadalajara en 2012. Ahora, todos llevan acordeón a estos eventos para no caer en las garras de quienes buscan exhibir las limitaciones de los protagonistas. Y es claro que, desde hace muchos años, la sabiduría no ha sido característica esencial de los habitantes de la alba casona de Chapultepec, más bien construida en terrenos que debieran ser patrimonio de los mexicanos y arrebatados al principal pulmón, otrora de aire puro, de la contaminada capital del país. Una afrenta contra la salud de todos.
México y los mexicanos debemos dejar de ser rehenes de la constante manipulación de la clase gobernante que posibilita la impunidad de los ex mandatarios y los cobija con un destacamento militar al servicio de cada uno. El miedo va aparejado a la conciencia atormentada de cada uno, derrotados por la historia. ¿Es el camino qué pretende seguir Peña Nieto?
La Anécdota
Sonaban los timbales en la Plaza México cuando fue descubierta la presencia, en una barrera de primera fila detrás del burladero de matadores, de raúl salinas de gortari en compañía de una dama. El tipo, un tanto aislado d sus compañeros de localidad, se ufanaba por estar allí… hasta que los gritos se volvieron contra él:
–salinas, ¡fuera de la plaza!¡No seas cínico!
Descubierto, el otrora “hermano incómodo” optó por sentarse pero arreció el temporal:
–¡Asesino, ladrón! –gritamos algunos-.
El tipo poco se turbó pero debió salirse del coso a la mitad del festejo. No aguantó las miradas de reprobación de quienes, con justeza y en ausencia de justicia plena, le dieron la bofetada de la sanción social. Es hora de reaccionar y alzar la voz ante los farsantes con larga cauda de delitos. Ni siquiera se atreve a reconocer, como propias, las propiedades que un juez le devolvió… porque no tendría manera de probar la procedencia de los fondos con los que las adquirió. Por ello, los gritos no fueron sólo exabruptos sino sentencias.
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WEB: www.rafael-loretdemola.com
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
EL DÍA EN QUE CUALQUIER PRESIDENTE O EX MANDATARIO SEA LLEVADO A JUICIO –DE A DEVERAS, NO LA PARODIA MONTADA PARA LUEGO EXCULPAR AL NONAGENARIO echeverría-, EL SISTEMA CONSTRUIRÁ UN PILAR SÓLIDO PARA INTENTAR DETENER EL DETERIORO GENERAL DE SU ESTRUCTURA. MIENTEN QUIENES PIENSAN QUE UN ACTO ASÍ DESMORONARÍA AL APARATO GUBERNAMENTAL; AL CONTRARIO, LE DOTARÍA DE UNA AUTORIDAD MORAL QUE HA PERDIDO A GOLPES DE IMPUNIDAD Y CORRUPTELAS. ANÍMESE, SEÑOR PEÑA, USTED QUE HABLÓ DE QUE NO HAY INTOCABLES EN NUESTRO PAÍS, Y COMIENCE CON SU PROPIA FAMILIA: EL CÍNICO ARTURO MONTIEL POR EJEMPLO.
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