Desafío
*Demagogia Prolongada
*Explicaciones, Deuda
*El Colapso Sospechoso
Por Rafael Loret de Mola
La “cruzada contra el hambre” inició en las entidades con mayores conflictos de violencia, las “tierras de nadie” muchas de las cuales resultan inaccesibles hasta para tropas y marines en este mar soterrado, la nueva Atlántida, que es México en donde los segundos tienen jurisdicción hasta en la ciudad de México so pretexto de que deben dragar los lagos de Chapultepec. Resulta caduco, aunque sea una mera parodia lo anterior, este centralismo absurdo que contrae a los marineros de asfalto mientras nuestras costas son descuidadas al grado de que ¡hasta despareció la Isla Bermeja, en el Golfo, para posibilitar que la Unión Americana ampliara sus mares territoriales! ¿Y de esto quien responde?¿El secretario de Agricultura o el de Reforma Agraria? ¡Por favor!
Ahora resulta que el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial –en alguna etapa nacionalista y reacio a las fusiones y prestanombres-, ahora Gerardo Gutiérrez Candiani, ha iniciado una campaña de presión contra el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso –decepcionante, cabría agregar como tercer apellido-, para evitar que los ricos paguen sus impuestos correspondientes, porcentual y equitativamente, de acuerdo a sus ganancias. Considera que así –el pretexto de siempre- se reducirán los espacios para la inversión y la creación de nuevos empleos, sobre todo ahora que comienzan a sentirse los efectos de la crisis europea –por efecto de la de nuestra derruida “puerta de entrada”, España, cuyos corporativos le hincan el diente a nuestra economía sin el menor pudor-, y la desocupación va en aumento entre los mexicanos acaso con el ánimo de que se traslade aquí el desastre de allende el mar en donde perviven seis millones y medio de desempleados entre los hispanos.
.- Lo anterior nos pone en jaque y es bastante más que una advertencia. Abaratado al máximo nuestro mercado por efecto de la pésima publicidad que deriva de los enfrentamientos entre mafias –mientras se concentran en Michoacán las fuerzas públicas, en el norte se disparan los duros ajustes de cuentas entre cárteles asesinos al tiempo que sólo en apariencia se descabeza a los zetas quienes ya tenían listo el reemplazo del “40” por el “42”, evitando el “41” estigmatizado como zona gay desde los tiempos del porfiriato y por efecto del yerno del dictador, Ignacio de la Torre y Mier, aprehendido en flagrancia en un festín de homosexuales –reprimidos entonces- consignándose a cuarenta de ellos y restando uno, precisamente el familiar directo de la “familia real” del oaxaqueño intocable. ¡Si hoy se hiciera una redada semejante –ilegal, por supuesto- algunos se llevarían un susto de altos vuelos. Porque, sin duda, “la cofradía de la mano caída” –en la que se obliga a ciertos políticos a rendir cuentas fálicas como parte del rito de iniciación-, sigue operando cada vez con mayor descaro.
En fin, los ricos no quieren pagar igual que los pobres. ¡Qué para eso hay diferencias de clase, faltaba más! Así es como responden a los desafíos iniciales del señor Peña –por ejemplo los ferrocarriles de alta velocidad anunciados quedaron en el archivo mientras las poderosas familias de camioneros disfrutan de la infraestructura que rompen con su constante ir y venir incluyendo a los asesinos de las carreteras, los tráilers de doble remolque-, cuando todos los aludidos se volteaban a ver entre ellos, sorprendidos y, a la vez, midiendo los ojos del mandatario para saber en donde se situaba la delgada línea entre la democracia y la demagogia, su antítesis. Perdimos, al parecer, apenas ocho meses después, los más… mientras los menos reclaman el absurdo de rendir menos tributos por el afán de levantar sus propias empresas acosadas por los consorcios del exterior o desde éstos, a través de los repulsivos prestanombres. México, dicen, es así; pero los mexicanos jamás hemos estado de acuerdo.
Debate
Y es, la apuntada arriba, la explicación que nos debe el señor Peña Nieto y su colaborador Videgaray, acerca de los verdaderos intereses al respecto en épocas de sospechas crecientes y a sabiendas de las tremendas infiltraciones de las mafias que, desde luego, trabajan para unificar un mando común, un objetivo lejano de la izquierda como están las cosas, entre los grandes “capos” intocables; puede más el crimen que la negociación-, en cada uno de los niveles del gobierno: del administrado por Peña y los de sus antecesores hasta tocar a Miguel de la Madrid, ya extinto.
Es casi absurdo que las naciones pobres, saqueadas y satélites, subvencionen a las ricas, imparables y ambiciosas. México, por ejemplo, vende barato su petróleo, dentro de la estrategia estadounidense para abatirlo sin merma de sus propias reservas y mantener con ello su hegemonía, cuando menos, un siglo más de acuerdo a las expectativas de quienes proyectan el andad de la gran potencia, a cambio de recibir productos refinados caros y volatizar de esta manera sus ganancias. Una mentira tan grande como la reducción de la pobreza por un simple decreto de Fox o la posición en la ONU, para combatirla, de Ernesto Zedillo quien prohijó la miseria colectiva de los mexicanos aplicando, a rajatabla, los lineamientos del Fondo Monetario Internacional. Lo demás es obra de la amnesia colectiva, tan dañina como los incondicionales que tienen aspecto de caballos de pica, en las corridas de toros, que salen al combate con los ojos vendados para no huir ante el peligro.
La Anécdota
Por vergüenzas no paramos. Curiosamente, desde que se inició la batalla en contra de Carlos Slim Helú, prominente inversionista en el ramo de las telecomunicaciones, de manera por demás curiosa se colapsó la inversión en esta materia, como si los cómplices desde adentro hicieran su trabajo para aislar a los competidores del multimillonario que pelea la cumbre, con Billy Gates, entre las mayores fortunas del planeta. No hablamos, claro, de cualquier cosa.
¿Cómo podrían explicar los altos funcionarios mexicanos el contraste terrible entre algunos de los mayores millonarios del planeta y una de las sociedades, la mexicana, más aplastada por los saqueos y las distancias de clase, depauperada además por el mal llamado neoliberalismo “social”?
Es necesario que el señor Peña Nieto responda. ¿Está con los ricos y los poderes fácticos a los que combatió verbalmente cuando asumió la Presidencia?¿O, como es de esperarse, con la mayoría de los mexicanos, en un ejercicio de verdadera democracia? Para él la cuestión central es ganar la crónica de su sexenio, su propia historia o perderla. Suya es la responsabilidad.
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