*Grandes Mentirosos

*Penosa Salud Mental

*Síndrome Futbolero

Cuando Barack Obama, como han hecho todos sus predecesores en la Casa Blanca, habla de ir en ayuda de Irak no hace sino amenazar a una nación soberana como lo ha hecho, igualmente, con Afganistán, Libia e Irán, entre otros pueblos avasallados por la tiranía, es cierto, pero que son “rescatados” para caer en un abismo mucho más profunda, ausentes sus libertades más arraigadas y, sobre todo, sus raíces culturales jamás respetadas por los invasores quienes se sienten señalados por el dedo de Dios, lo mismo que los reyezuelos y caudillos convertidos, hoy y siempre, en grandes flagelos contra sus súbditos –el sólo término es degradante desde la óptica democrática de nuestros días-.

En España, por ejemplo, se ha pretendido exaltar la propensión a salvar las diferencias entre aristócratas y la plebe –la palabra favorita de la hijita de peña nieto-, subrayando el origen plebeyo de la nueva reina, Letizia Ortiz Rocasolano, cuyos andares por México, sobre todo, dibujaron el perfil de una españolita coqueta, y como tal muy fiestera y liberal, incluso partidaria de la República por la cual claman buena parte de los hispanos sin atreverse a dar uno paso mas allá de las protestas callejeras relevantes. De una manera u otra, la dama no simboliza el éxito de la democracia sino, más bien, amplía las facultades de los monarcas antes encajonados en un pequeño grupo consanguíneo único de donde podían escoger a sus compañeras para coronarlas. Mandan más quienes rompen las barreras, como ya lo hace Felipe VI, proclamando el derecho sucesorio de su hija, la princesa Leonor, a falta de hijos varones. De haber prevalecido esta regla, hace días se hubiera coronado como Reina la llamada Infanta Elena, hermana de Felipe, con connotaciones muy importantes respecto a sus interrelaciones familiares.

Por cierto, la reina madre, Sofía, se distinguió por asistir a los toros, con mantilla andaluza y abanico de ricas formas, ocupando los palcos reales de Sevilla y Madrid en no pocas ocasiones hasta que optó, acaso por jugar a la contra con su marido, por refugiarse entre los criaderos de cervatillos y otras especies con cuernos, en un claro mensaje sobre su situación matrimonial. Y dejó de ir a las plazas dejando su sitio, con agrado, a la madre del abdicado Juan Carlos; y, a la muerte de ésta, fue Elena quien tomó la batuta taurina subrayando la importancia cultural e histórica del espectáculo.

Hace unos días, además, apareció un retrato de Letizia, en sus años mozos, desnuda de la cintura para arriba, en el que se aprecia sobre su brazo izquierdo el tatuaje de un toro de lidia. El cuadro de marras –que seguramente sólo formará parte del madrileño Museo del Prado si cae la monarquía-, es obra del cubano Waldo Saavedra, para rematar el filo de las ideologías que se exaltan por mera casualidad o sino histórico. Cada quien puede opinar cuanto quiera al respecto.

Desde luego, lo anterior no es óbice para el bombardeo incesante de los anglosajonas contra las corridas de toros si bien, en los Estados Unidos, no se han prohibido siquiera los circos con animales como ya ha ocurrido en varias entidades del país como recurso cursi para llamar la atención de una ciudadanía renuente a creer en las constantes falsedades de la clase política; no se olvide que en la poderosa nación del norte no se abdica de las viejas tradiciones –como los rodeos en Texas o los circos de enorme envergadura como el Ringley&Barnum and Bailey que visitó recientemente la capital del país-, e incluso se esmeran en mantener la cacería de osos adiestrando a los perros a los que enfrentan con un oso prácticamente desollado en vida, sin garras ni colmillos, para que dejen de temer la cercanía con las bestias y se animen a atacarlas a mordidas hasta la muerte. Criterios contrapuestos sin duda.

Con estos fantásticos criterios, que sólo observan barbarie hacia el sur de las fronteras con una evidente xenofobia, nadie se atreve a poner en la misma balanza a los seres humanos, de cualquier raza, color o religión, aun cuando cientos de letreros en las tiendas de gran lujo exp0onen que no existe en ellas discriminación alguna; pero la hay, por supuesto salvo si las parejas de color, o los latinos que no esconcen sus orígenes, llevan encima ropas y joyas con suficiente valor como para atraer no sólo las miradas sino las ambiciones. De otra manera, si el aspecto es de humildad, no hay manera siquiera de animar a mujer y hombres supuestamente “libres” a traspasar los umbrales de una joyería, por ejemplo, ni siquiera siguiendo a sus patrones. Lo he visto y es vergonzoso.

Tales son los legados vergonzosos del poderío estadounidense –la nación con mayor número de obesos en el mundo, situación que deviene de una alimentación golosa y poco nutritiva, basura le llamamos en México-, que asegura ser el “líder del mundo libre” como si cualquier otro país ajeno a su influencia fuera sencillamente, como expuso en su momento George Bush junior, su enemigo. Con tales dogmas, salirse del cuadrante de la mayor potencia de todos los tiempos es tanto como exponerse… a una invasión. Ya sabemos que así llaman ahora los norteamericanos a la “ayuda” que brindan a los pueblos ocupados a golpes de bayonetas caladas que son ahora tanques inextinguibles como los de los juegos cibernéticos que tienen a nuestros niños y jóvenes hondamente enajenados: si era antes difícil la comunicación con ellos, ahora, en no pocos casos, resulta imposible… incluso cuando se pretende poner límites o evitar los atractivos de los cd´s impregnados de violencia, basta abrirlos para oler la sangre virtual.

Pues con todo ello, el gobierno estadounidense nos encamina, sin remedio, hacia una proclamación bastante más lacerante que la de la monarquía española inmersa en una ciudadanía republicana por mayoría, pero temerosa a los rescoldos de la guerra civil. El miedo derrota los valores de la conciencia en aquellas comunidades que han trocado su fe en el futuro por las comodidades pasajeras del presente; y eso mismo está sucediendo en México también, en donde cada vez es más difícil expresar inquietudes y denuncias sin ser motivos de señalamientos pueriles y persecuciones absurdas… a costa d señalar a los narcotraficantes como los responsables sin ser así.

En fin, a los norteamericanos les convendría que los incesantes enfrentamientos que el presidente peña nieto concentra sólo en dos entidades, Michoacán –en donde ya cayó el gobernador Fausto Vallejo Figueroa-, y Tamaulipas –con el andar deambulatorio de Egidio Torre Cantú, el hermano mayor del asesinado Rodolfo, quien se llevó el cargo por derivación hereditaria, cual si de monarquía se tratara, sin el menor ímpetu para gobernar a una región conflictiva en posesión de “Los Zetas” y el Cártel del Golfo-, confluyeran a la declaratoria de “estado fallido” para poderle hincar el diente a nuestros recursos naturales sin necesidad alguna de restricciones o leyes secundarias como las que van posponiéndose a falta de avales mayoritarios en el Legislativo, numen de los chantajes de envergadura superior.

Con el estado fallido instalado en el sur, la expansión norteamericana sería automática y podría prevalecer por el interés de rescatar, esto es de “ayudar”, a los pobres mexicanos incapaces de defenderse por ellos mismos. Es el mismo tratamiento dado a otras naciones bajo el flagelo de las ocupaciones “humanitarias” que esconden la verdadera razón de su permanencia: el uso ilimitado, es decir el saqueo, de sus fuentes naturales de riqueza. Lo mismo en el Oriente Medio que en México o Venezuela, rijoso con la Unión Europea y sus intereses, al igual que Argentina, pero muy solícitos con los enviados de Washington de cualquier tesitura. Y los presidentes (as) están listos a recibir a los enviados como si se tratara de superiores jerárquicos con derechos a impulsar cualquier condición que se les ofrezca.

A este grado llegan las mentiras de la gran potencia de nuestro, de todos los tiempos. Por lo mismo ni quien se atreva a mencionar un dato reiterado en esta columnilla: si no existiera el narcotráfico, sencillamente la economía del país más fuerte de la tierra, caería entre el 19 y el 22 por ciento; esto es, para los financieros, más que una catástrofe: la devastación total de cuanto entendemos como “libre mercado” con las ataduras de quienes delinean la perspectiva y aseguran sus haberes a costa de depauperar a los demás. Esta es la conducta seguida por los gobiernos de la Casa Blanca y no parece que esté a punto de cambiar.

Debate

Hace unos días, la empresa conocida como Dolphin Akumal y con inversionistas mexicanos a pesar de su nombre. Esta compañía cuenta con catorce acuarios similares en el mundo, once de los cuales están en México y ocho de ellos en Quintana Roo, lo que habla de su éxito entre los turistas de todas partes. Dicen que las tarifas serán módicas –esto es más baratas que el inaugurado recientemente en México bajo los auspicios de Carlos Slim Helú-, y no temen a la tendencia, ociosa y torpe, de una cauda de ecologistas desorbitados que combaten, incluso violentamente, cualquier tipo de “tortura” contra los animales, entre las que el cautiverio es la mayor. Si seguimos con esta tendencia, los seres humanos terminaremos en las jaulas exigiendo a las bestias –como en el Planeta de los Simios-, el alimento necesario ara preservarnos. ¿Nos darán carne de caballo?

El absurdo no puede ser más grande cuando los espectáculos circenses, a quienes se ha prohibido exhibir y hacer trabajar a los animales amaestrados en varios estados del país y por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en donde los niños se hicieron viejos por la cólera asimilada acaso por los abusos sufridos en su infancia, han demostrado que se puede adiestrar a caballos, camellos, elefantes y fieras… sin necesidad de violentarlos o golpearlos sino con la habilidad de los domadores que les enseñan sus rutinas basándose en los instintos de los mismos; igual sucede en las corridas d toros en donde la bravura, preservada genéticamente, propicia la maravillosa fusión de la naturaleza en estado salvaje con el carácter del hombre dispuesto a imponerse con la armonía del arte, sin ventajas –como los ciegos aluden- y tomándose la vida de los toros poniendo en riesgo la suya… a diferencia de los cazadores que deben emboscarse para sacrificar a sus presas desde lejos y guarecidos, con todas las protecciones posibles.

Por desgracia, hay mentalidades que no alcanzan para comprender los escenarios ni se atreven a responder a una controversia ficticia y elemental: si, al pie de un abismo, se tuviera en una mano a la mascota preferida y, en la otra, a un niño desconocido, ¿a cuál salvarías si las fuerzas merman? Las respuestas que he escuchado estremecen cuando revelan no sólo incomprensión sino una cursilería torpe que atenta contra los derechos elementales de la raza humana.

La Anécdota

El síndrome del Mundial está en el cenit. Todos están metidos en la última jornada eliminatoria en la que habrán quedado definidos los equipos que disputarán la ronda de dieciséis y después los cuartos de final. Desde luego, algunas camisetas se han devaluado y los comercios lo resienten. Las primeras fueron la de España y la de Inglaterra, precisamente dos reinos que ya no tienen razón de ser. Por allí alguien me dijo, en voz apenas audible:

–¿Sabe qué? A lo mejor los de “la roja” son republicanos y no querían darle un regalo, no merecido, al nuevo monarca, Felipe VI.

Ni a la delgadísima Letizia, agregamos, quien olvidó sus principios con tal de ceñirse, una corona y, además, hacerlo con un cálculo excepcional. Porque nadie duda que ella provocó las intrigas palaciegas que elevaron a Felipillo. Un mundo de mujeres.

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Web: www.rafael-loretdemola.mx

E-Mail: loretdemola.rafael@yaho.com

LA DEBILIDAD DE LAS NACIONES ES REFLEJO DE LA PERMANENCIA DE AUTÓCRATAS, REYES Y DICTADORES, SIMULADORES O NO. LA FORTALEZA VA ACOMPAÑADA NO SÓLO DEL FERVOR PATRIÓTICO SINO DE LA CONVICCIÓN SOBRE EL MODELO POLÍTICO QUE SE DESESA MKAYORITARIAMENTE. POR DESGRACIA, EN MÉXICO ESTAMOS DETENIDOS EN PUNTO MUERTO: NI AVANZAMOS HACIA EL PARLAMENTARISMO DEMOCRÁTICO NI RETROCEDEMOS HACIA LAS FUENTES DE LA DICTADURA PORFIRIANA COMO TANTO DESEAN ALGUNOS OPERADORES DEL PEÑISMO. ¿QUÉ NOS CONVIENE?