De un problema salen dos

Por Guillermo Robles Ramírez
Dos problemas serios causan los animales callejeros y en forma particular los perros que son los que más deambulan por las calles de nuestras ciudades.

Para los investigadores y las autoridades, tanto uno como otro son igual de importantes, aunque no hacen nada por remediar o al menos amortiguar el daño que causa a los seres humanos.

Estos problemas son los ataques que se presentan con mayor regularidad de los canes a los humanos, pues hay casos en los que el animal está contagiado por rabia y se tienen que tomar las providencias necesarias para prevenir esa temible enfermedad o bien afrontar las consecuencias.

El otro son las heces fecales que con toda naturalidad dejan en la vía pública las mascotas, pero que en un 90 porciento corresponde a perros, otra parte a gatos y también los humanos que luego buscan el primer baldío o bien donde “no se vea” para dejar las heces fecales.

Es un hecho que el fecalismo ha sido asociado a enfermedades  gastrointestinales ya que las bacterias causantes de éstas entran en el organismo por la vía mano-boca.

En ambos casos, no existen reglamentaciones y mucho menos leyes que sancionen o procedan contra los dueños de los perros callejeros, si es que pueden ser identificados y menos con los propietarios de mascotas que dejan sus heces fecales en la vía pública, en pleno medio ambiente. Y en caso de existir alguna normativa que regule la suciedad que hacen los perros sueltos, es lo mismo a que no existiera ya que ni siquiera se logra multar a quienes pasean a sus perros sin correa o con correa para que hagan sus necesidades sin llevar una bolsa o un retenedor para levantar la heces de su mascota, sino simplemente ahí los dejan.

Son muchos, en especial menores de edad, atacados por canes callejeros y hasta por algunos que son dizque controlados por sus amos al llevarlos atados del cuello con una correa o cadena, ya que en ocasiones el pequeño se acerca al can para acariciarlo y hasta abrazarlo, siendo sorprendido por un ataque inesperado o bien por animales que sin saberse de su dueño, deambulan por colonias e infinidad de sectores de las ciudades.

Hay propietarios de canes que salen a correr, dizque para hacer ejercicio, con el animal a un lado sujeto con una correa o cadena, como si el pobre animal necesitara de hacer ejercicio y en cuanta oportunidad se presenta, el animal defeca ante la mirada complaciente de su dueño que sin inmutarse y con admirable paciencia espera a que el animal deje en la vía pública sus heces fecales, sin la menor intención de recoger esos desechos, provocando y aumentando los riesgos que tienen los humanos por las bacterias que luego son la razón de problemas gastrointestinales.

Es tiempo de que en aquellas ciudades grandes y medianas de Coahuila, se den providencia de problemas como los señalados, porque más vale prevenir que remediar, sobre todo cuando de un problema surgen dos al mismo tiempo que tal es el caso. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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