De tabú a una moda
Por Guillermo Robles Ramírez
Ayer fue el Día Internacional del Tatuaje, aunque para muchas personas lo consideran algo sin tanta importancia o bien, nada que celebrar en lo personal discrepo de ello, aunque no tengo ninguno en mi cuerpo, por el sencillo motivo que fue algo que nunca me llamó la atención y a la fecha, aunque esto no significa que esté en contra de ello o mucho menos que lo critique. Estoy a favor de ello porque es una forma de expresión de la humanidad, ya que tiene su historia.
Para muchos, el tatuaje en el cuerpo es más que una definición etimológica; para otros significa placer y de plano sacrificio. Lo usaron hace muchos siglos los antiguos egipcios, polinesios, africanos, japoneses y norteamericanos, entre otros.
Según un documento proporcionado por un estudio de tatuajes de Monterrey, tatuarse es la más antigua forma de expresar el arte. En el mismo papel, describe que existen evidencias de que los hombres en las cavernas se tatuaban aproximadamente hace más de 10 000 años.
Las razones por las que el hombre prehistórico se marcaba la piel, era para distinguirse entre ellos mismos de los animales para identificar diferentes tribus, cuando pasaban la pubertad o para grabarse un hecho valeroso, aunque muchos de ellos utilizaban figuras que las calentaban en el fuego y después las plasmaban en el cuerpo, ya que también esa es una modalidad del tatuaje que vuelve a revivir en éstos tiempos con mayor auge entrando cada vez más fuerte en nuestro país.
La primera civilización que practicó el arte del tatuaje, fueron los antiguos egipcios; por otra parte, los antiguos romanos se tatuaban la cara hasta la llegada del cristianismo, que lo criticó y satanizó diciendo que era una mala imagen y se sufría al ponérselos.
Los polinesios, africanos, indios, norteamericanos y japoneses fueron otras culturas de todo el mundo que también lo practicaron con una gran variedad de estilos.
Sin embargo, debido al esparcimiento del cristianismo, el tatuaje murió o se desvaneció y en los próximos cientos de años volvió a acoplarse de nuevo.
A mediados de mil 800 se hizo famoso el tatuaje en Europa en la monarquía, en el año 1879 en Inglaterra se tatuaba a los criminales, delincuentes, ebrios y esto declinó la popularidad del arte de tatuar.
Originalmente, se tatuaba picando la piel e introduciendo la tinta a la perforación con objetos de punta afilada, fue entonces cuando en 1891 Samuel O. Reilly patentó la primera máquina eléctrica para tatuar.
Al pasar los años, los métodos cambiaron constantemente, el improvisar cualquier cosa, desde las agujas de acero, hasta los pigmentos y las diferentes técnicas de esterilización, así como las habilidades del tatuador.
Actualmente, los tatuadores son capaces de hacer cualquier cosa que el cliente decida, desde una abstracción hasta el extremo realismo.
Hace algunos años, en México, las personas que se tatuaban eran catalogadas como raras, peligrosas y se les tachaba de criminales. Conforme ha pasado el tiempo, aquellos tabúes han desaparecido y la cultura del tatuaje ha dado un enorme giro transformándose en un fenómeno social de nuestros tiempos.
Al modernizarse el tatuaje, los que inicialmente empezaron a hacer uso de este tipo de arte fueron los grupos “banda” y aquellos que siempre han querido mostrar rebeldía y libertad y por lo mismo son rechazados por la mayoría de la sociedad, mientras un tatuaje da mala imagen en un obrero que por lo regular prefiere imágenes de mujeres desnudas, calaveras, diablos y demonios, los artistas daban buena imagen y miles de admiradores siguen sus pasos porque se identifican con su ídolo.
Con el paso del tiempo, nuestro país, o al menos en algunas entidades federativas, ha protegido con leyes la prohibición de discriminar a mujeres y hombres que tienen tatuaje para que éste no sea un motivo de no contratar a alguna persona que tenga un tatuaje.
El arte de tatuaje, es moda de pocos años en Saltillo para diversas clases sociales y diferentes edades, pues actualmente desde que se han instalado en forma abierta y no clandestina, los estudios profesionales dedicados a este tipo de expresión en la piel, los interesados acuden y verifican las condiciones de higiene en las que laboran los tatuadores.
Aunque existen tanto en colonias populares como también hay negocios en colonias residenciales, así como en plazas comerciales de la capital de Coahuila. Estos negocios cada vez son regulados por parte de la Secretaria de Salud, y dentro de la formalidad ante las autoridades locales y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ya que la apertura en el criterio de la gente el uso de un tatuaje dejó de ser un tabú, y ahora es una moda para toda clase social. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023). www.intersip.org
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