Guillermo Robles

De la alegría a la tristeza

 Por Guillermo Robles Ramírez

Las playas del país lucieron llenas en donde la gente se olvidó que aun existe una pandemia causado por el Covid-19. Con una inmunización al 5 por ciento de sus 126 millones de habitantes que tenemos. México ocupa el primer lugar mundial de muertes por el Coronavirus, al tener una tasa de 8.6 por ciento por cada 100 pacientes contagiados y que fallecen en ese rango.

            Las playas de Mazatlán, Acapulco, Cancún, Los Cabos, Veracruz, Puerto Vallarta, son solamente algunas de las que presentaron mayor afluencia de turistas rebasando la capacidad de la seguridad pública ante el descontrol de la gente al no usar cubrebocas, sana distancia, y el exceso de la ingesta de alcohol.

            Para muchos esto se considera con un inminente repunte de casos de Covid-19, a la que le llaman la tercera ola. Aunque personalmente considero que México nunca ha tenido una segunda o mucho menos la tercera ola de casos, sino que seguimos viviendo la primera dese el año pasado cuando se detectó el primer contagio el 27 de febrero del 2020.

            Un fin de semana que se trataba de reflexión, purificación, reforzar y sanar la espiritualidad, quedó a un lado para la gran parte de los mexicanos al que denominan “vacaciones de Semana Santa”, cuando en realidad no lo es, sin embargo, con el pasar del tiempo la publicidad y la mercadotecnia han hecho de ello un espacio más para las ventas en todos los rubros comerciales.

            Esperemos que puedan regresar todos esos vacacionistas a sus hogares con un bonito recuerdo, pero estoy seguro que en muchos otros casos no será así pues tendrán que reflexionar si valió la pena accidentes trágicos que presentaron en aquellos lugares visitados durante la Semana Santa, o bien para aquellos que no regresaron, así como accidentados en carretera.

            Y para quienes consideran que la libraron por el simple hecho de haber llegado a sus casas, están muy equivocados; porque ahora tendrán que vivir la angustia de los 15 días para saber si no están contagiados de virus mortal Covid-19.

            Al leer las noticias de algunos medios de comunicación del país, así como ver videos transmitidos de las agresiones en las playas de México; en lo personal me hizo recordar cómo se me enseñó vivir durante la Semana Santa.

            Los abuelos al menos de mi generación se nos enseñaron el respetar durante el periodo de la cuaresma se trataba de purificar el alma y la sanación espiritual recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.

            Cuando era niño recuerdo que mi abuelita era el patriarca de la casa durante la Semana Santa, pues era la que decía qué cosas deberíamos de hacer y cuáles no. Se le respetaba por su edad, pero sobre todo por su conocimiento religioso y su estricta vigilancia para que mis hermanos y yo no prendiéramos la televisión, la radio o pusiéramos el disco de acetato. Tampoco podíamos ir al cine, salir con amigos, comer carnes rojas y hacer el ayuno correspondiente.

            Mientras algunos amigos de la infancia salían de vacaciones, pero era como si fuera un secreto del cual no se podía presumir ir a una playa o cualquier lugar turístico, nunca entendí en mi niñez porque mi abuela al igual que el de muchos siempre decían que no se debería de salir a ninguna parte porque eran días de guardar y reflexión.

            Los abuelos de mi generación siempre tenían una fuerte convicción de que era un mal augurio el salir de vacaciones porque consideraban que algo malo sucedería por faltarle el respeto a Dios, en donde te castigaría con algún accidente.

            Cierto o no las creencias de los abuelos de mi generación, pero tal pareciera que es una casualidad que año con año. se repite el hecho en donde la mayor cantidad de accidentes con la que inicia las temporadas vacacionales son aquellas durante la Semana Santa. Y en esta ocasión agregarle un elemento más que es una pandemia del Covid-19, en donde México, no ha pasado ni la segunda ola como en otros países siendo esta la tendencia segura a seguir. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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