De esos tiempos, ya no
Por Guillermo Robles Ramírez
Hay tiempos y épocas de la vida que los viejos y los no viejos, recordamos con agrado o al menos son gratos recuerdos que aún vienen a la memoria, sin que esto signifique que los añoramos, porque bien dicen, lo vivido está y ya. Los mejores tiempos son los que cada quien ha vivido en su momento y a su estilo y forma.
Soy una persona que estoy por cumplir una edad mediana; y me tocó todavía un poco de las diversiones de mis papás cuando ellos eran jóvenes, es decir, vengo de las famosas discotecas en donde realmente sí existía una pista exclusiva para baile, y no cualquier pista de baile, sino de esas que tenían luces y se elevaba como medio metro de la altura del piso. Y aunque todavía se usaba esa bola de espejos giratoria en lo más alto del techo, me tocó luces más modernas y hasta de tipo láser.
Los bailes de mis papás, de los años 60´s y 70´s por mencionar algo. Me platicaban que eran bailongos, que les llamaban tardeadas y que eran con todas las “orquestas del mundo”. Sí, efectivamente, eran los discos de acetato llamados de 45, 78 y 33.
Los horarios de esas “tardeadas” eran de las 3 de la tarde a las 7 u ocho de la noche y eso ya rebasando los límites de “llegar tarde a casa”.
Otra cosa de “aquellos tiempos”, era la virginidad de las chavas de antes que ahora, con el perdón de quien se sienta ofendida, se busca con lupa.
La virginidad era algo que el hombre, el “macho mexicano urbano” de esas épocas, exigía y pedía. La fidelidad del matrimonio, no cantaba mal las rancheras en esos tiempos, pues si bien es cierto que siempre ha existido, no lo era tan numeroso y descarado porque todo se hacía a escondidas o “camuflajeado”.
Viene todo esto a colación, porque en algunos Estados de la Unión Americana, se está promoviendo en grupos cristianos conservadores, los bailes de pureza en los que las niñas y muy jovencitas se comprometen a conservar su castidad hasta llegar así al matrimonio, a cambio de que sus padres sean fieles, que no engañen a sus esposas que son a la vez las mamás de esas pequeñas que se comprometen a la castidad.
Este compromiso de ciertos grupos cristianos conservadores de los Estados Unidos, me hizo recordar los tiempos de mis padres y los míos, es decir, los tiempos del pasado, y que si muy a pesar sobre ciertos temas considerados en aquellos años como un tabú. Estoy seguro de que algunas de las cosas que se hicieron en mi tiempo en romper ciertas reglas, “irrompibles”, no dejaron de ser divertidas, pero fueron mis tiempos, y como inicié mi columna, el mejor tiempo; es el que cada quien está viviendo en este momento.
La organización “Abstinence Clearinghouse” que es la viene predicando la abstinencia, logró durante el 2006 que 1,400 ceremonias de esta clase conocidas como “bailes de pureza”. Conforme pasaron los años se fue fortaleciendo dicho movimiento o doctrina, que para el año 2022 lograron consolidar 3 000 iglesias en dentro del territorio de los Estados Unidos.
Esto viene ocurriendo en el Sur y Centro de la Unión Americana y sus promotores tienen confianza de que este año se duplique la cantidad de compromisos del programa de los “bailes de pureza” que, por nuestra parte, bienvenidos, ya que son cosas de la vida que con los años se fueron perdiendo, lo que realmente no debe ni tiene que perderse. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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