¿Cuántos accidentes y muertes más?
Por Guillermo Robles Ramírez
Los ciudadanos mexicanos, de cualesquier nivel que le busquemos y lo mismo sean los normales o llamados también civiles, es decir aquellos que no están pegados a la ubre y los que están criándose o amantándose de ellas, somos afectos a poner remedio a los problemas hasta que se ahogue el niño, es decir, cuando truenan las cosas y terminan mal. Entonces, es cuando queremos sacar al buey de la barranca.
Tal es el caso de la “modernización” de la carretera Acuña—Zaragoza que por la falta de señalización, pero sobre todo por la mala y pésima planeación como se encuentra la entrada y salida de diferentes puentes que los vehículos entran con bastante amplitud para luego salir en una carretera convencional con carril angosta y peligrosa.
Tal es el caso de los puentes Los Toritos, sobre el río San Rodrigo, que se encuentra en una de las múltiples curvas que tienen los 90 kilómetros de esta carretera.
En igual situación se encuentran los puentes La Fragua Uno y La Fragua Dos, además del puente San Carlos, en las proximidades del poblado del mismo nombre.
Las autoridades acuñenses, poco o nada han podido hacer al respecto ya qué sus demandas en calidad de urgencia para qué intervenga la Secretaria Comunicaciones y Transporte; que pertenece al Gobierno Federal, son ignoradas pero sobre todo no hay eco de sus llamados.
Por otra parte, la falta de acotamientos de la dizque modernización de la carretera en mención, está siendo un serio problema, en particular para aquellos conductores que tienen que orillarse en caso de una emergencia como es la ponchadura de una llanta o bien algún problema mecánico, particularmente en el motor, pues no hay forma de que en estos casos los que tienen que afrontar un incidente de esta índole se protejan orillándose correctamente, pues no tiene la carretera acotamiento.
Además, hace más peligrosa la circulación por la susodicha carretera, las sobreelevaciones en las que se hizo la ampliación o nueva carpeta de carretera convencional, provocando que en caso de la necesidad de orillarse, se pierda el control y se caiga a dos o tres metros de altura.
Ya se han tenido bastantes accidentes automotrices, pero las autoridades federales coahuilenses de Comunicaciones y Transporte, no dan importancia a las protestas, provocando su indolencia y pasividad a que la carretera Acuña-Zaragoza, cada vez sea más peligrosa para a final de cuentas se busquen soluciones cuando haya una tragedia mayor o sea, ahogado el niño, ha tapar el pozo.
Aunque para la Administración de AMLO, qué encabeza Morena, Partido Verde Ecologista de México, y el Partido del Trabajo, han demostrado su indiferencia ante tragedias y pérdidas humanas hasta el grado de minimizarlas como lo sucedido en Acapulco, Guerrero; está claro que es algo sin importancia cuando se trata de la vida de un ser humano. Solo ven su propio beneficio motivo por el cual los 471 diputados de 500, así mismo como los Senadores y Senadoras del país, ya andan en campaña para poder reelegirse; así que un llamado a los mexicanos para que puedan corregir el rumbo de esta nación y no tomen a la ligera su derecho constitucional. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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