Criminalidad y empobrecimiento, segundo frente de Ucrania

Moscú, 20 feb (PL) El auge de la criminalidad y el empobrecimiento de la población asoman hoy como dos de las mayores amenazas para los gobernantes de Ucrania a un año del derrocamiento del presidente constitucional Víktor Yanukóvich.
La guerra que cuesta seis millones de dólares diarios a Kiev en el Donbass (sureste del país) y ya causó cerca de seis mil muertos, 80 por ciento de ellos civiles según la ONU, más de 11 mil heridos y cerca de dos millones de desplazados, ha solapado esos indicadores.
Sin embargo, la situación es tan crítica, que la víspera el ex primer ministro de la república exsoviética entre el 28 de enero y el 27 de febrero de 2014, Serguei Arbúzov, no descartó una nueva ruptura del orden constitucional.
No se excluye que otro golpe de estado pueda ocurrir en Ucrania, aseguró durante un debate en el Centro de Estudios de Desarrollo Socio-Cultural de los Países de la Comunidad de Estados Independientes, Europa del Este y Asia Central, que él encabeza en San Petersburgo.
En la misma fecha, la Fiscalía General de Ucrania cifró en más de un millón la comisión de delitos en 2014, mientras que una encuesta confirmó el marcado deterioro de la calidad de vida de la población en los últimos 365 días.
A 48 horas del primer aniversario del derrocamiento del presidente Yanukóvich, el actual ministro de Interior, Arsen Avakov, precisó que en el año transcurrido solo el número de crímenes a mano armada creció 20 por ciento.
La situación se agrava por el incremento del tráfico ilegal de armas, reconoció el titular llegado al Gobierno con el apoyo de algunas pandillas que actuaron como tropa de choque en las revueltas de Maydán y tras el golpe de estado siguieron la ruta del robo y la extorsión.
Paralelamente, una encuesta publicada por Research & Branding Group indica que el 89 por ciento de la población se siente perjudicada por la crisis económica y 60 de cada 100 encuestados expresaron disgusto por la reducción de sus ingresos.
La directora del Banco Nacional de Ucrania, Valeria Gontareva, en tanto, informó que este año el precio del gas para la población aumentará 280 por ciento y el de la calefacción centralizada en 66 puntos porcentuales.
No se trata de una estimación, sino de una subida premeditada dentro de un programa acordado entre el Gobierno ucraniano y el Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó durante una conferencia sobre inversiones.
Añadió Gontareva, citada por Interfax, que como resultado de esas y otras medidas de austeridad, la inflación anual puede dispararse hasta el 25 ó el 26 por ciento en comparación con el 0,5 por ciento registrado en 2013.
estadísticas oficiales indican que los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas crecieron 25 por ciento en un año, y en el caso de las frutas y cereales el incremento se situó entre el 56 y el 77 por ciento.
Aumentaron también los servicios médicos (entre 17 y 30 por ciento), el transporte (42) y las tarifas de agua, luz eléctrica y gas (34,3 por ciento).
En la actualidad, el salario medio de la población laboral ucraniana es de 140 dólares, y las autoridades congelaron los sueldos, las pensiones y recortaron diversos programas sociales.
Adicionalmente, según una resolución del Consejo de Ministros, cada trabajador ucraniano aporta el 1,5 por ciento de sus ingresos como impuesto de guerra para las necesidades de las Fuerzas Armadas, según la web gubernamental.
Este panorama provoca el descontento generalizado de la población por el incumplimiento de la promesa de Maydán (epicentro de las protestas de hace un año) de acabar con la corrupción y el desgobierno de los oligarcas, hoy en el poder en Kiev y en las distintas regiones.

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