COSTAL DE PULGAS

Es más fácil controlar un costal de pulgas que a un político en época electoral.

Es así, porque el descontrol de los políticos aflora en época electoral, se vuelven hiperactivos indomables, no escuchan razones ni opiniones que no sean las de apoyo a sus deseos y aspiraciones.

Cuando no encuentran solidaridad en sus partidos o lugar en las listas de algunos otros, algunos hacen pucheros, otros, los más, hacen berrinches y aguantan la respiración hasta ponerse morados ocambian de color.

También influye el carácter. Los más enojones se decoloran definitivamente, pero algunos lo hacen de manera temporal. Así vemos a políticos que pasan, sin pudor ni remordimientos, del azul al verde, del verde al amarillo, del amarillo al tricolor.

En época electoral también surge el racismo, porque juzgan a los políticos por el color de su piel. Al menos en Chiapas, el que no es güero será tachado de moreno y, como siempre, los oscuros serán perseguidos y amenazados racialmente porraciel.

La época electoral es igualmente propicia para los milagros. Es aquí, en esta etapa y solo en ésta, que podemos ver a algunos muertos resucitar y que luego se pasan de vivos.

Tan vivos son, que en Chiapas ni el diablo puede con ellos, tal vez porque son más viejos y más sabios que los jóvenes que creen que todo lo saben y todo lo pueden.

Pronto empezarán las palizas y los garrotazos para quitar de la fila a los más adelantados o para imponer a los muertos y resucitados.

El “garrotero frailescano” ya está listo y predispuesto, con las arcas llenas que se colmaron de surcos vacíos.Su garrote está aún humeante de su uso en pasados procesos electorales.

En Chiapas está ampliamente demostrado que el modo eficiente para sacar al diablo del cuerpo no es con exorcismos, es a garrotazos.

Por ello, “garrotero frailescano” no le teme a nadie, mucho menos al diablo.Al contrario, el diablo le teme a él. Desde la garrotiza que le propinaron a “tata diablo”, el diablo ya no es el mismo, aún está dolido.

Fue tal la paliza que le propinaron en la elección interna del 2006, que el diablo mayor decidió abandonar el gremio del mal. Cambió de bando pero no de bandidos. Apoyó a otro transfuga y ha sido satanizado desde entonces.

Desde haceaños, garrotero y diablo no se llevan. Se ven, pero no se reconocendentro de los esquemas de poder y de control que los une y los distingue. Cada uno tiene su ruta y su estrategia.

La de garrotero es clara, pero la del diablo está apagada, como que el calor del averno no le alcanza y la de arriba no le llega.Se ve que sufre por falta de azufre. No sabemos sí es el frío o el miedo al garrote lo que lo tiene engarrotado.

Por ello, en este inicio de año, garroteroya tomó la delantera y lo hizo, increíblemente, sin hacer volar ningún leño de por medio, paraimponer nuevamente a su eterno candidato yresucitarlo en Tapachula.

Le puso cuernos al diablo. Garroteroya tiene el control para manejar las listas a su antojo. Estamos en los primeros días del año y ya se llevó al diablo al baile y a quién se supone que hoy es el dueño del baile.

Aún nos falta mucho por ver y narrar pero, seguramente, los garrotazos estarán al día y a flor de piel, descalabrando cráneos y conciencias, aquietando a los inquietos.

Será el idioma político cotidiano en estas tierras. Pero es que es verdad, está demostrado que es el método más efectivo para controlar a este costal de pulgas en Chiapas.

Página Web “Letras Vivas” http://www.letrasvivas.com.mx/

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