Con la misma moneda

Por Guillermo Robles Ramírez

Proliferan en Coahuila y de manera muy particular en Torreón, Saltillo, Monclova y Piedras Negras, la promoción de espectáculos y promociones de zapatos, ropa, expos, etc., a través de equipo de sonido.

Esos altoparlantes recorren las arterias de siempre y siempre, valga la redundancia, son las calles del centro comercial.

Se entorpece y congestiona el tráfico vehicular; contaminación auditiva en las calles y los altos volúmenes conque suelen llevar esos equipos de sonido es tan alto que ensordece a la gente.

Cuando no es un circo, es un rodeo, luchas libres, carreras de motos o automóviles, así como ventas de ropa, zapatos y otros productos, pretexto y motivo no falta como tampoco falta la ausencia de las autoridades que resultaría incongruente los sancionara si precisamente ellas dieron el permiso para este desorden vehicular, llenar de pápeles con la propaganda del evento y el ruido.

A esto hay que agregar que su paso por las mismas calles de la zona comercial se repite dos y hasta tres veces durante el día.

Existen preguntas de la ciudadanía en el sentido de que las arcas municipales de las ciudades más grandes de Coahuila requieren de esos ingresos, por qué no se hacen esos recorridos en otros sectores de la ciudad en donde no provoquen largas filas de vehículos, la inmovilización de los semáforos cuyo verde o rojo no se respeta porque está pasando el circo, los caballos, los coches de carreras, las motos, etc.

Porqué las autoridades dentro de lo que pagan esos promotores de espectáculos o de vendimia diversa no incluyen el costo o sueldo de un inspector que los acompañe en sus recorridos y cuide estrictamente que los volúmenes de los equipos de sonido no rebasen los decibeles permitidos.

Saltillo, ciudad con un extraordinario crecimiento en los últimos 30 años ha dejado de ser para propios y extraños un rancho, definición conque muchos coahuilenses se referían tratándose de la capital del Estado particularmente de los laguneros, sin que esto suene a amarre de navajas, es donde se da mucho eso de anunciarse a gran sonido todo lo que viene de fuera.

Todo se puede hacer, guardando respeto a las dos partes, al que organiza estos recorridos y al que tiene que soportarlos, porque lo peor es que en muchos de los casos, caravanas de espectáculos y de vendimia, las custodian y encabezan motocicletas de vialidad o de tránsito lo que invita a la impunidad y protección, pues el ciudadano ve con expectación que el desorden vehicular está en su pleno apogeo y los agentes viales en sus flamantes motocicletas custodian a los violadores de los ruidos, del tráfico y la limpieza.

Sería bueno pagar con la misma moneda y un día de estos, llevar ese ruido todo el mitote a la casa de quien lleva esas mismas agravantes a la ciudadanía en general.   (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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