Por Arturo Ríos Ruiz 

*Que sería reunión privada 

*Y luego el siempre sí 

La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Badiraguato, Sinaloa, será pública, confirmó el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, en su cuenta de Twitter luego de haber afirmado horas antes que sería privada. 

Llaman la atención los devaneos de la Presidencia en su comunicación oficial; los siempre no, en cualquier persona u organismo, son signo de equivocación, arrepentimiento, indecisión, inseguridad y demás sinónimos. 

Con la tercera visita del mandatario a la cuna de la familia “Chapo”, ante la visión general no deja de extrañar la hegemonía por los personajes y más, por los antecedentes del llamado” Cualianazo, al detener un grupo de federales a Ovidio, uno de los hijos y fue liberado por órdenes del presidente, confirmado por él mismo. Se cumplía una orden de extradición de los Estados Unidos. 

El mandatario revisará varias obras de infraestructura en zonas aledañas a Bandiraguato, lo que antoja pensar que es una estrategia, el sumar la cuna de los narcotraficantes que suena como el principal objetivo de su recorrido.  

Una vez dada a conocer su tercera visita, las redes sociales y los medios de tradición se incendiaron con todo tipo de especulaciones que colocaron entredicho la figura del mandamás en México y más como lava de volcán cuando se digo que sería privada, que se entendió como secreta. 

El vendaval informativo nocivo para la imagen, explotó como como globo de Cantoya y más tarde, de nueva el vocero Jesús Ramírez se apresuró a desmentirse a sí mismo y cambió la directriz, de un “Siempre no, será pública”. 

A eso se le ubica como ridículo público, más cuando las incongruencias vienen de la esfera más alta de un gobierno, que indica que no evalúan las consecuencias de una información tan importante para la observación general. 

Al presidente le sobre molestan los señalamientos de los medios independientes, que sin compromisos exhiben su letanía de fallas tanto de él como de sus colaboradores que con frecuencia lo acompañan en sus desaciertos, unos a propósito para congraciarse y a otros les salen espontáneas. 

En su última vista a Bandiraguato, el cumpleaños de Ovidio, el inquilino de palacio 

Se acercó a saludar a la madre de los “Chapo” y el video y fotografía se hicieron virales y él se justificó: “¿Cómo le voy a dejar la mano extendida a una anciana? 

Se sabe que la señora es la mera administradora del caudal de las actividades de la familia, pero AMLO, siempre hábil tiene una respuesta para todo lo que sea comprometedor, así lo ha hecho con sus colaboradores exhibidos en corrupción al igual que a los hermanos y demás familiares que son un buen. 

En aquel video, también se vio José Luis González Meza, abogado del “Chapo” mayor, hablando con toda familiaridad con AMLO tomándolo del brazo, luego desdeñar a un guardia que intentó evitar que se acercara al tabasqueño.  

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