Cape Town, ciudad madre

Cape Town, 18 feb (PL) Una mezcla seductora de cultura moderna y belleza natural caracterizan a Cape Town o Ciudad del Cabo, la segunda urbe más poblada de Sudáfrica después de Johannesburgo y capital legislativa del país.
Como todo en esta nación de tanta mezcla, las cosas se conocen más allá de una lengua, por eso Ciudad del Cabo es Kaapstad en afrikáans; Cape Town, en inglés y en xhosa la llaman Ikapa.
El conjunto del mar y la emblemática Table Mountain (Montaña de la Mesa), sus calles en algunos partes encumbradas…»ÂíOh, Cape Town, Cape Town!», exclama en tono musical una señora que vende carne seca en la zona de Waterfront.
Es impactante la visión de Table Mountain, elevación que hace honor a su nombre por la forma de meseta, símbolo difundido en las postales turísticas.
«Mírala, rodeada de acantilados casi verticales. Esos son el Pico del Diablo y la Cabeza de León», según explica Ligia, una arquitecta cubana amante de la fotografía.
Más allá, separado por el mar, cuando la vista aún domina el horizonte, se alza Robben Island o la isla de las focas. El museo que fue cárcel en tiempos de apartheid, donde Nelson Mandela permaneció dentro de una húmeda y minúscula celda 18 de los 27 años en prisión.
«Hay que recorrer Cape Town», acota Ligia. Con una superficie de dos mil 499 kilómetros cuadrados esta es, según los datos oficiales, una de las ciudades más extensas de la geografía nacional.
Lejano está el año 1662, cuando el explorador holandés Jan van Riebeeck estableció el primer asentamiento por estos lados, en lo que pronto devino el centro cultural y comercial de la colonia Cape y la villa más antigua de Sudáfrica.
Sin embargo, aquello no hace tan feliz al amigo Bheki Mvovo, un sudafricano que, como a tantos otros por aquí, le brillan los ojos al mencionar a Cuba.
Mvovo piensa que los extranjeros vinieron con fiebre: de oro, de riquezas… «se asentaron en el Cabo antes de ir tierra adentro y enseguida empezaron a hablar de la ciudad madre, aunque Sudáfrica no es su patria».

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