Por Claudio De la Llata

El momento de la reyerta por las posiciones electorales ha llegado, en todos los partidos hay jaloneos y movimiento ante la intensa lucha preelectoral, que sin duda dejara mucha gente inconforme por las designaciones que ya se van dando, en un clima de tensión, angustia y desesperanza por la pandemia, que aún no ha dejado de hacer estragos, en México y en el mundo.

Luego de lo inicialmente narrado, habrá que empezar diciendo que la reelección no ha traído otra cosa que inconformidad, pues la esencia mexicana es ya desde hace mucho antirreeleccionista, lo que significa, que aun cuando ya existen candidaturas para la reelección, la verdad es que la ciudadanía poblana, no acaba de quedar a gusto; por ello, el intento de Claudia Rivera Vivanco por perpetuarse en la presidencia municipal de la capital poblana, ha sido la gota que derramó el vaso de agua.

ALIANZA PRI-PAN-PRD ENTRE APESTADOS Y NEPOTISMO PURO

La famosa alianza PRI-PAN-PRD ha dejado mucho que desear en muchos de los casos, por sacar lo peor que encontraron a la mano, pues no son hechos aislados las candidaturas de Chucho Morales, Paco Fraile (aunque dicen que ya le ganó el mandado Raymundo Cuautli), Inés Saturnino, Luis Cobos, Noe Peñaloza y demás fauna política, han llegado a ser lo peor de lo peor; sin embargo y pese a lo anterior, aspiran a las candidaturas por las que están luchando intensamente.

Destaca por su nepotismo puro al respecto Carlos Martínez Amador (que no es ni la sombra de Alberto Amador), y que de plano ya no conoce la vergüenza, por haber postulado a su hija a diputada federal por el distrito de Huauchinango, en donde desde hace una década ha querido infructuosamente fundar un cacicazgo con su hermano Omar, y que todo Huauchinango repudia, por sucio, burdo y oscuro control que han querido tener en la región, sin conseguirlo del todo.

Karla Adriana Martínez Lechuga, es la hija del presidente del PRD en Puebla y cuyo liderazgo la impulsó a la candidatura; es una desgracia que éstas practicas patrimonialistas del PRD sigan operando, pese a las condiciones imperantes; pues quienes le van a dar votos al partido del sol azteca serán Hersilia Córdova Morán y Carlos Morales Álvarez ya que la caballada del sol azteca no está flaca, está escuálida, y en el intento de perpetuar el cacicazgo serrano, a su dirigente le ganó la debilidad de postular a su hija, hecho por demás reprobable y lamentable.

Quien si valía la pena para ese puesto es la diputada local Liliana Luna, pero fue relegada para sólo intentar ganar la candidatura a la presidencia municipal (que la ganaría de calle), pero le tenemos malas noticias a la diputada; parece que el hermano del dirigente estatal no piensa lo mismo, y de concretarse la especie, sería esto un himno al nepotismo.

PARTIDO MOVIMIENTO CIUDADANO; A PUNTO DE LA EXTINCIÓN

Lástima de partido el MC que en sus buenos tiempos pintaba para más, pero con la dirigencia clandestina, errática y soterrada de Fernando Morales, quien presumía su amistad con Eukíd Castañón y con Rafael Moreno Valle, misma que hoy niega a los cuatro vientos; y tras la salida de Carlos Morales Álvarez, basta decir que solo faltaría Ernesto Guerrero en irse, para que se quedara Fernando Morales en la orfandad política, pues de no ser de Pedrito Gómez, aspirante a la

candidatura a la capital poblana, no hay nadie a quien se le vea echándole ganas al asunto electoral, pues sus trabajos al respecto distan mucho, de un partido y militancia dispuestos a ganar, con una apatía mayúscula, rayando en la fiaca.

MORENA PUEBLA: NADA MÁS SOBRAN GARMENDIA Y EVANGELISTA

En MORENA la hoguera de las vanidades la prendió Claudia Rivera Vivanco, quien de plano y tal parece no da una, en nada caray; pues desde su anuncio errático de “los sapos” en el callejón de Alatriste, (que alguien le diga quien es Cástulo Alatriste por favor) al respaldo del edificio carolino, pasando por los bolardos, así como su postulación para continuar en el cargo de presidenta municipal, en detrimento de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, Luis Miguel Barbosa, la población de esta populosa urbe y todos en general; pues ya no debiera ni de pensar en su continuidad en el servicio público.

Pero no lejos de esa conducta perdida se encuentra el inefable Carlos Evangelista Aniceto, quien anda por las mismas, es un desastre de persona, unilateral, radical, necio, tonto, imprudente, grosero, irrespetuoso, pelado majadero y sin una convicción política real, ni alguna virtud que le destaque, tan solo es un advenedizo que ya se tiene que ir de MORENA Puebla, por el bien de toda la militancia.

Ni que decir de Edgar Garmendia de los Santos, que no canta mal las rancheras, y estorba en todo cuanto puede, opina como si supiera; se siente sin duda alguna, el político que todos los poblanos esperaban (lectores, abstenerse de reír… ¡por favor ¡), pero que en realidad obstruye todo el trabajo partidista, no deja operar a nadie, y actúa con odio y resentimiento, dignos de un tratamiento psicológico urgente (o psiquiátrico según sea el caso).

Finalmente basta decir que las campañas están a punto de moverse, y que las circunstancias terribles de la pandemia, harán las cosas muy diferentes y los políticos tendrán que actuar de manera distinta, a como tradicionalmente se llevaban las cosas, pues no habrá actos masivos, grandes caminatas, publicidad aérea, anuncios en periódicos ni nada que se le parezca, hoy el OCVID-19 ha puesto la agenda a los partidos, ni duda cabe.