Es un hecho que la reforma fiscal es de puro nombre porque al final del día es meramente una miscelánea, cuyo único objetivo es recaudar urgentemente dinero para que el gobierno federal tenga recursos y seguir manteniendo a flote los programas sociales e infraestructura de comunicación.

La eliminación del IETU de ninguna manera significó bajar el ingreso a la federación, porque éste se trasladó al ISR y generalizando el tipo de régimen a uno solo en donde el porcentaje de impuesto a pagar es el mismo sin importar el régimen fiscal.

La publicidad para la aceptación de los mexicanos creyeran el concepto de reforma fiscal como beneficio social es quitarles a los que más tienen, como si realmente fuera muy significativo el grupo de quienes están dentro de éste sector privilegiado fácil de contar: Carlos Slim Helú, Alberto Bailleres y familia de Industrias Peñoles, Germán Larrea Mota Velasco de Grupo México, Ricardo Salinas Pliego y familia, Eva Gonda Rivera y familia accionistas de Coca-Cola Femsa, Jerónimo Arango de Wal-Mart, Daniel Servitje Montull y familia del Grupo Bimbo y Emilio Azcárraga Jean.

En resumen la carga fiscal sigue siendo para el mismo sector, es decir, a la clase media trabajadora que se encuentra en cualquiera de sus modalidades registrado fiscalmente, los que pagarán los platos rotos. Ya que está comprobado por donde le busquen la dizque reforma fiscal no está hecha para aumentar la base de contribuyentes, sino trabajarán con los mismos y cada vez más desaparecidos tributarios.

En lugar de buscar el incentivo fiscal para quienes en la actualidad se mantienen en cualquier régimen de contribuyente tal parece que se diseñó para desalentar al sector productivo, prestadores de servicios y profesionistas

Dentro de la campaña del gobierno federal de que pagaran los que más tienen, curiosamente quedaron exento a cualquier reforma a los 500 diputados federales que le cuestan a los mexicanos por encima de los nueve mil millones de pesos al año, más su bono y con cargo al mismo presupuesto legislativo el 12 por ciento para su ahorro, más el pago mensual para ayuda ciudadana y otra por asistencia legislativa ambos ingresos no obligados a rendir cuentas. No siendo suficiente reciben gratis pero con cargo a nuestros impuestos seguro de gastos médicos mayor para ellos mismos y descendientes familiares, boletos de avión y sin olvidar aguinaldo, vacaciones, gasolina y para rematar su bono de retiro arriba del millón y medio de pesos, obviamente a cargo de los contribuyentes. Todos los partidos sin importar sus diferencias o colores disfrutan de los mismos beneficios. Eso sin considerar a los 128 Senadores del país.

Ese mismo grupo de los 500 son quienes pensaron y aseguran todavía que las reformas fiscales están hechas con un sentido social por haber hecho una reforma justa en donde quienes ganen más ahora si van a pagar. Candil de la calle, oscuridad de su casa porque para pregonar igualdad con sentido humano empezarían con reducir la cantidad de diputados federales siendo México el país que cuenta con demasiados representatividad en una Cámara con sueldo y prestaciones mejores pagadas en el mundo que ni siquiera los tiene las grandes potencias mundiales, es decir, estamos hablando que en el país existen un total de 628 representantes que con dinero del pueblo mexicano mantienen una vida de lujo que bien equivale a la manutención de 10 mil quinientas familias con un promedio de 6 mil pesos mensuales como ingreso.

Eso sin mencionar que en el próximo paquete económico se pretende aumentar la base financiera por medio de un endeudamiento mayor pidiendo dinero prestado en donde el 80 por ciento del dinero será utilizado para pagar irónicamente deuda externa y nómina del gobierno federal y el restante será utilizado para dizque crecimiento en infraestructura del país. Hay gobiernos en otros países en donde prefieren reducir su estructura administrativa para endeudarse menos en lugar de mantenerla sacrificando aún más a los contribuyentes. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org