CADA AÑO PIERDEN TERRENO

Las nuevas prácticas navideñas, acaparan el primer lugar en costumbres y los bolsillos de la gente, aunado con la entrada de un año lleno de inflación altos  precios de la canasta básica, luz, gasolina, prestadores de servicio en fin con ésta reforma hacendaria el consumidor final fue el más afectado ahora en este 2014; no obstante a la falta de popularidad de la celebración de reyes, es notable que bajen las ventas del comercio en general.

Ahora la invasión de la cultura yanqui, que popularizó a papá Noel, Santa Claus, que no está santificado porla Iglesiapero así se le dicen, a otro mamarracho que no tiene nada que ver con nuestra identidad mexicana, y tampoco la nieve en los arbolitos de navidad.

También los mexicanos están muy gastados con el nuevo implante norteamericano del “Black Friday” pero en versión México se le llama “El Buen Fin”, fue el remate para no dejarle nada encargado a los Reyes Magos orillando a muchos chiquitines a tener que olvidarse cada vez más de ellos pero también la misma sociedad del consumismo sin darse cuenta está acabando con una de las mejores y más bonitas tradiciones que se tenía en el país que fue pasando de un proceso de clases sociales pues para algunos la distinción de la navidad para los ricos y los reyes para los pobres.

Es una lástima que una sociedad que transformó las épocas decembrinas en una fiesta de compras, shopping, fayuquear o macallear; haya sido desplazada por el momento en que los tres reyes magos, visitan a los niños con regalos, tradición inseparable de los nacimientos o pesebre que recuerda y actualiza la encarnación de nuestra salvación.

El día conocido como el Seis de Reyes; en México cada vez queda un poco más en la bonita nostalgia cuando los niños hacían su carta una noche antes escribiendo una lista de los juguetes que más quieren, y se merecen por su buena conducta durante el año. Anteriormente la carta era colocada en su zapato dejando comida y agua para los reyes y sus animales. Ahora tal parece que esas cartas son sustituidas por correos electrónicos, redes sociales en donde los tres reyes ya se modernizaron y responden en los mismos medios cibernéticos.

También existe recuerdos en donde otros pequeñitos, prefieren mandar sus cartas atada  a un globo o bien  quienes lo entregan al correo postal en donde cada vez están siendo desplazados por la modernidad de los medios de comunicación y otros más modernos los visitan en los centros comerciales, mercados y plazas para pedirles directamente.

Y todo esto con la sola intención de alegrar el corazón de un niño o niña para que al día siguiente, en espera de recibir sus regalos y salir a la calle para jugar con ellos, terminando el día con la deliciosa cena y  la famosa rosca de reyes, acompañado de un rico chocolate calientito y espumoso.

La rosca de reyes realmente es una incorporación a la tradición mexicana; porque originalmente proviene de la época de los romanos meramente festivos dedicados al Dios Saturno; divinidad de la agricultura y cosecha, con el objeto de que el pueblo romano pudiera celebrar los días más largos a venir después del invierno.

Pero en México, se adoptó para representar que el Niño Dios tuvo que ser escondido y protegido en los días del relato bíblico perteneciente al pasaje “Día de los Inocentes”, que cuenta que en los tiempos de Herodes, al enterarse que había nacido el rey de reyes, ordenó matar a todos los niños menores de tres años, para evitar ser despojado de su reino.

Todas estas tradiciones al pasar los años cada vez se van perdiendo en el conocimiento del por qué, la celebración del día de reyes. No obstante, al día de hoy Santa Claus, la sociedad del consumismo y la tecnología ha ido ganando terreno con su fuerte campaña publicitaria abarrotando el mercado de los juguetes para todas las edades, igualmente sucede con las computadoras, y dejando atrás la costumbre de los regalos de los tres reyes magos que antes por tradición eran regalos sencillos como las golosinas, adornos y ropa, contrario a lo que un niño al día de hoy piden una Tablet. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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