AMLO y la irresponsabilidad

Por Arturo Ríos Ruiz 

  • Tres veces el Covid 19
  • Además de otros males

«Hay quien dice que por lo de coronavirus no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada”. El presidente minimizó el riesgo de contagio del Covid-19, y continuó con sus giras con abrazos y besos. Fue calificado como irresponsable.

Además, después exhibió otras simplezas: «El escudo protector es la honestidad. Eso es lo que protege, el no permitir la corrupción», dijo en su conferencia matutina mientras mostraba dos escapularios con la oración «Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo».

Se afirma qué quien no asume la responsabilidad para no justificarse si las cosas no salen bien, ni son capaces de tomarlas para su propia vida. El problema es él mismo. Hondamente notorio.

Por sus imprudencias, el presidente ha sido detectado con coronavirus tres veces, la primera en enero de 2021 y contagió a su esposa, y su hijo menor; la segunda fue en enero 2022, la segunda ocassión y la del domingo la tercera. Prueba innegable que no se cuida es una osadía y le vale.

El mandatario sufrió un infarto años antes de asumir la presidencia en diciembre de 2018 y es hipertenso. Pese a sus padecimientos, López Obrador se ha resistido a usar mascarilla en actos públicos y ha mantuvo una agenda de varios viajes al interior del país durante la pandemia.

Hay que recordar que, en 2013, en sus tiempos de opositor, sufrió un infarto agudo al miocardio que fue tratado con urgencia y que tras una intervención quirúrgica el hoy mandatario pudo continuar con su ritmo. Pero en los casos del corazón, no sólo es el amor, cuando se enferma puede explotar.

Pero, por si fuera poco, el presidente tiene otros males nada sencillos: Latinus difundió documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional, SEDENA, obtenidos por el grupo de hackers “Guacamayas” que revelaron que fue diagnosticado con gota, hipertiroidismo y “angina inestable de riesgo grave”.

Nos damos cuenta que sus males son muchos, nada envidiables sino de preocupación, es el presidente de nuestro país y los problemas, son presiones severas que inciden en la salud. Debe cuidarse, algo que parece desprecia, como si no se quisiera asimismo.

El 18 de julio de 1872, en sus sobrias habitaciones del ala norte de Palacio Nacional, murió el presidente Benito Juárez García, víctima de una angina de pecho, después de cinco reelecciones, AMLO vive en el mismo lugar. Siempre tenso y en las mañaneras hace corajes, lanza reyertas por todos lados y enojos.

Deseamos una total recuperación en la salud del mandatario, también que tome la situación en serio; millones de mexicanos lo veneran hasta la sinrazón y otros millones no están con él, pero eso es una cosecha que él sembró, dividió el país y ese es un pecado inaceptable y sin límites. De todos modos, refrendamos buenas vibras para que supere sus males.

rrrart2000@hotmail.com y Facebook

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