Por Arturo Ríos Ruiz    

*La quiere sumisa para sí  

*No se olvidan las ofensas 

La proclividad al pleito del presidente lo ha llevado a la ofensa abierta a quienes no aceptan la insistida sumisión, sinónimo de obediencia, humillación y otros más. Los resultados de las elecciones del 6 de junio, lo llevaron a señalar a un nuevo enemigo: la clase media. 

En aquellos comicios, su partido Morena, perdió millones de votos, la caída de nueve alcaldías en la Ciudad de México y en una mayoría holgada en la Cámara de Diputados. Fue una baja significativa en sus estadísticas de 2018. 

 Desde la óptica del mandatario, en su opinión, los culpables fueron el sector de la población de la banda social de la clase media y arremetió sin descanso contra ellos y expresó que, son aspiracioncitas e individualista y materialista en ofensa, como si fuera malo buscar la superación y no esperar milagros o dádivas. 

Agregó que ese status social. siempre le da la espalda a su prójimo y que sin escrúpulos morales quiere ser como “los de arriba”. Palabras plenas de barbaridad. Habla como siquiera una sociedad atrasada y pobre para tener del yugo bajo su poder. 

Ahora, proclama por una clase media “humanista” y fraterna, palabras con sello de pastor, que lo apoye incondicionalmente y que en la clase media tiene un apoyo del 50 por ciento, pero volvió a criticarla al afirmar que tiene un “pensamiento conservador” y lo acepta muy poco. 

AMLO, lamenta que sólo 5 de cada 10 personas de la clase media lo apoyen un porcentaje a la deriva sin más sustento que su apreciación que con frecuencia yerra y se le demuestra de la misma manera recurrente. 

De acuerdo al Inegi, la clase media se conforma de 44 millones de personas en el país, siendo que tres cuartas partes de ambas magnitudes se ubican en el ámbito urbano y seguro que no se da cuenta que hay un rechazo palpable en ese estrato social. Está ofendido. 

Luego la retórica que más bien parece una contradicción: “Que la gente más necesitada pueda salir de la pobreza, pero no para volverse aspiracionista o ladinos». Séase: “Un par de zapatos, un carrito, No consumir de maneraenfermiza ¿Para qué más?Si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso”. expresó al tratar de explicar la austeridad republicana. 

No se olvida del pasado 6 de junio de 2021 que, en las alcaldías donde predomina la clase media votaron por la coalición entre el PRI-PAN-PRD y el mandatario relega que sus ofensas calaron en la conciencia del sector que aboyó la figura de Claudia Shenbaum en la CDMX. Desconocer con una invitación ambigua como ahora, no es nada fácil, hay dignidad de por medio. 

Sin duda este mensaje de AMLO que no logra ser considerado como la búsqueda de conciliación, es porque se avecina la Revocación de Mandato, no creemos que le sirva de mucho. 

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