Hay algo que nunca cambia

Las transformaciones que sufren las zonas urbanas siempre son buenas o al menos en teoría eso debe de ser. En muchas ocasiones éstos cambios vienen ya sea porque inversionistas compran algunas propiedades prefiriendo derrumbar construcciones antiguas para después edificar modernos edificios o espacios de negocio.

Pero en aquellas comunidades en donde están llenos de tradición nunca se pierden, aunque derrumben toda una avenida principal como lo fue en la ciudad de Saltillo.

Los saltillenses están llenos de muchas leyendas e historias originadas desde la antigua villa de Santiago del Ojo del Agua, fundada por el capitán Alberto del Canto, en 1577 y al igual que muchas poblaciones de nuestro país sus raíces siempre serán por la importancia geográfica que lo haga posible para poder ser habitada. En algunas localidades se ven favorecidas por el clima idóneo para la agricultura y ganadería, en otras el comercio, la industria o la artesanía, pero cada núcleo urbano va teniendo su propia forma y característica que lo va distinguiendo de las demás.

Pero todas las ciudades comparten el mismo común denominador; el crecimiento, la modernidad y el progreso; Saltillo no fue la excepción creciendo con el tiempo casas, edificios, vialidades, industrias, así como sus otros elementos que conlleva una urbe como el ruidoso tráfico vehicular pero en el caso particular de “La Atenas de México”, conocido así el municipio por la gran cantidad de ilustres saltillenses que ha tenido algo muy peculiar distintivo de aquí; su sabor provinciano que tanto alcaldes y gobernadores pasados que han tratado de mantener diferentes programas para la conservación del Centro Histórico, donde se encuentran la mayor parte de las construcciones antiguas engalanando la ciudad.

La remodelación del Centro Histórico de Saltillo, más drástica fue hecha por el exgobernador Humberto Moreira, principalmente de la calle Victoria recuperando la imagen colonial para el deleite de los saltillenses, así como sus visitas de diferentes partes de la república, como también turistas norteamericanos. Dentro de las labores de rediseño se incluyeron la sub terranización de los servicios de agua potable, electrificación, red de gas natural, y red general de teléfonos, inspirando así un ambiente más colonial porque dichos servicios no existían en aquella época.

Otro de los elementos compartidos en todas las ciudades del país es que van creciendo de manera desordenadas no siendo hasta al pasar los años cuando el departamento de Planeación y Urbanismo, de cada municipio va poniendo en orden las localidades teniendo una doble labor en tratar de corregir errores y costumbres que los mismos habitantes fueron creando.

En el caso de la capital de Coahuila la Comisión de Urbanismo, Obra Pública y Centro Histórico, en conjunto ya empezaron a preparar modificaciones dentro del Reglamento de Desarrollo Urbano y Construcción para que aquellos edificios dentro del área marcada en ésta zona cuenten con sus espacios suficientes para estacionamiento vehicular dependiendo de los metros cuadrados del local o establecimiento.

Esto suena a una misión imposible ya que dentro la rehabilitación que se hizo en la avenida Victoria se quitaron todos los parquímetros incluyendo los exclusivos que por el hecho de pintar con una línea amarilla lo hacían cajón propio, pero eso no significaba que estuvieran reportados dentro de los ingresos y permisos oficiales de la presidencia municipal, pero retomando el tema uno de los propósitos de hacer una vialidad más rápida solamente se permitió el libre estacionamiento sin cobro o espacios especiales de un lado de la cera de la Victoria.

Así como la capital de Coahuila ha tenido sus transformaciones, lo mismo ha sucedido en la cabecera municipal de Torreón, y esto inicia en los principales municipios considerados como grandes en donde la gente puede ver cambios del paso de la modernidad, sin embargo, sus usos y costumbres de la gente no cambiaran, así como tampoco lo que son consideradas historias y leyendas que cada pueblo mexicano tiene.

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