Al Ministerio Público conductores de “chocolates”

Los movimientos de protestas efectuados en las cabeceras municipales de Monclova, Torreón y Saltillo así como en otros municipios en donde el organismo ONAPPAFA , CONAPPAFA , Alerta Patrimonio Lagunero, UCD y ONAPPAFA Durango no solo amenazaron, sino lo llevaron a los hechos y la realidad con quemar un vehículo por día hasta que no se les cumpla su pleno petitorio de un basta de decomisos de carros chocolates y la liberación de aquellas unidades que no pudieron comprobar su procedencia resguardadas por el Gobierno del Estado.

Se habla de un aproximado de 101 vehículos decomisados y un poco más de 250 retirados de circulación por parte del Ministerio Público que han participado en siniestro solamente en la entidad de Torreón sin mencionar los existentes en el resto de la entidad.

Semanas anteriores lo mismo había sucedido en Acuña y Allende en donde han preferido quemar sus carros chocolates antes de que sean decomisados a lo que resulta un capricho de los líderes de éstas organizaciones que han prometido falsamente la regularización de vehículos que de alguna manera han entrado a nuestro país de forma ilegal y más que en la búsqueda de beneficiar a los coahuilenses el motivo real de su enojo es el ingreso que están dejando de percibir al momento de pagar una cuota y venta de laminados así como de calcomanías que no tienen ninguna validez por autoridad alguna para que puedan circular libremente en Coahuila, al igual que la venta directa de “chocolates” que hacen esas mismas organizaciones “protectoras del patrimonio familiar”.

Incongruente e ilegítimo el exigir un derecho sobre una propiedad que fue adquirida de manera ilícita por el simple hecho de no haber pagado los derechos ante la Secretaría de Hacienda por medio de un pedimento de importación en donde todo se ha convertido un negocio muy lucrativo menos para los propietarios de los carros “chuecos” o ilegales en donde su único beneficio lo tienen en el momento de verse involucrados en un siniestro saliendo más barato abandonar el vehículo que hacerse responsable en la reparación de los daños.

Son unidades altamente potenciales no solo para el crimen organizado en cometer sus actos de violencia y secuestros, sino también para el criminal común para cometer robos y no dejar rastro.

Todo indica que la venta de autos americanos se ha convertido en el modo de vida de decenas no solo de monclovenses sino también de nigropetenses, acuñenses y todos aquellos municipios a las cercanías de la frontera con los Estados Unidos, quienes han visto progresar su estilo de vida a costa de la necesidad de las familias de adquirir un auto “chocolate”.

Engañando a sus compradores con la falsa promesa de que habrá una fácil regularización, los vendedores de autos no solamente usan esa táctica para deshacerse a precios excesivos, de los autos que compran a bajo precio en los Estados Unidos o en las ciudades de la frontera mexicana.

Para convencer a sus compradores los vendedores usan desde un aceite especial en el motor para que la unidad tenga garantía de dos cuadras, lo suficiente para ya no regresar el dinero, o bien el viejo truco de “está igualito al mexicano, cuélgale placas y ni cuenta se darán”, son unas de las muchas artimañas para realizar la venta, cuando en realidad colgándoles placas sobrepuestas se hace más fácil de identificar un auto extranjero ya que las láminas no corresponden al auto ni al modelo ni a la marca.

El negocio es próspero ya que si los “carreros”, compran sus unidades en los Estados Unidos a un precio de mil o menos dólares, citando como ejemplo un modelo ’89 o ’90 con marca similar a la que se fabrica en México ya en Monclova, Piedras Negras o cualquier otro municipio cercano a la frontera lo vende a no menos de 30 mil pesos.

Esta cadena de corrupción comienza desde el paso en las fronteras en donde antes existían los famosos “comanches”, ahora son personal de la Secretaría de Hacienda quienes cobran las mordidas para pasar un vehículo americano de manera ilegal y cuando éstos carros chocolates se ven transitando remolcados en las carreteras federales también la Policía Federal reciben lo suyo. Entre dádivas y “atorones” viene pagando no más de 4 mil pesos el paso de éstas chatarras que ni siquiera les importa su historial en donde en muchos de los casos estas unidades participaron en hechos criminales por estadounidenses o bien si el carro es robado y que mejor manera de deshacerse de la evidencia que botarlos al patio trasero de su vecino país, es decir, México.

Lo que éstas organizaciones como ONAPPAFA, CONAPPAFA, Alerta Patrimonio Lagunero, UCD y ONAPPAFA Durango sí saben más no les dicen a quienes tienen en su posesión vehículos extranjeros denominados carros chocolates es que tienen como patrimonio una unidad de contrabando a las que cada uno de ellos se han hecho acreedor al infringir el Artículo 105 de la Ley Fiscal de la Federación, por lo cual deberían ser remitidos ante el Ministerio Público Federal en donde conforme a derecho no les han aplicado todo el rigor de la ley porque solamente los vehículos están siendo decomisados más a los conductores o dueños todavía no. En lo que a lo futuro se estará considerando en aplicar como lo indica la Ley Fiscal de la Federación de continuar haciendo sus berrinches de algo al que no tienen derecho. Algo que deberán de considerar quienes manejan carros chocolates antes de querer ponerse flamencos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013)

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