¡¡Ahí, Madre!!!

El día de hoy como todos sabemos es un día importante para todos porque se celebra a todas las mamás y “mamacitas”, según el caso. Pero ante la comercialización para celebrar el día de hoy, seguramente la mayor parte de la población no tiene ni la menor idea de dónde se originó.  Es bueno recordar dónde inicia la idea de celebrar a las madres.

Proviene de épocas remotas de la antigua Grecia, cuando se le rendía culto a la diosa Rhea, como la madre de los dioses en el mundo mitológico.

Lo más parecido a lo que celebramos en la actualidad se originó en el siglo XVII, en Inglaterra cuando un domingo del año los ricachones le daban un día libre para que visitaran a sus madres permitiéndoseles hornear una tarta para llevarla de regalo; a ese día se le conoció en aquella época como Domingo de la Madre.

En los EU, se realizó en 1872 por la escritora Julia War Howe siendo una manifestación pacífica invitando presidiendo principalmente a las madres que fueron victimadas por la guerra de la milicia, para honrarlos.

Aquí en nuestro país los aztecas rendían culto a la madre de su diosa Coyolxauhqui representada por la luna, rindiéndole tributo con esculturas en oro y plata, haciendo una peregrinación en distintos puntos de México antes de la conquista, siendo los festejos con motivos de la maternidad entre los pobladores teniendo un carácter de tipo religioso.

Los tiempos cambian, así como también los festejos porque aquel hijo que alguna vez en la escuela le sacaba lágrimas a su madre, con la canción “Señora, Señora” interpretada por Denisse de Kalafe, fueron cambiados por el mariachi a deshoras ahogados en alcohol y terminando sus seis canciones sin faltar la respectiva serenata para las madres y seguirle a la parranda.

La palabra “mamá”, ha tenido su deformación en la medida que se va creciendo, mientras son pequeños es “mami”, conforme pasa el tiempo es “mamá”, después “madre”; siendo adolescente “jefa” o “jefecita”, luego pasa a su nombre de pila y posteriormente termina con mi “viejecita”, o en su defecto como diría Gordolfo Gelatino uno de los más famosos personajes de Los Polivoces, “mi cabecita de algodón”.

Posiblemente para muchas no les importarán como les digan, para otras reclamarán que con tanto trabajo y batallar para sacarlos adelante para no merecer el escuchar nuevamente la palabra mamá.

Para quienes todavía conservan en vida a sus madres traten de celebrarlas de una manera que sea un día bonito, lleno de tranquilidad y felicidad, porque hay muchas personas que ya no lo pueden hacer, pero también existe la contra parte en donde muchas madres no pueden celebrarlo porque sus hijos han perdido la vida como consecuencia del crimen organizado, los estragos del alcohol, drogas, y accidentes de fenómenos naturales, así como la irresponsabilidad de compañías que ponen en riesgo a sus trabajadores como es el caso de las empresas mineras del país y un gobierno que no hace nada al respecto para salvaguardar la integridad de los trabajadores mexicanos.

Ahora bien, para aquellos esposos que quieran celebrarlo de manera familiar solo háganlo con más conciencia y no hagan pasar un mal momento a las madres de sus hijos en donde todo el tiempo están de mal humor porque el sector restaurantero se encuentra saturado, así como el tráfico; desquitándose con su cónyuge. Haciendo de este día como uno de los más pesados del año haciendo que no les quedan ganas de celebrarlo en el próximo año.

Solo tengo algo más que añadir y felicitar a mi mamá no solo por este día sino por todos los 365 días y diciéndole: ¡¡¡ Ahí, madre!!!…¡Ahí! (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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