Si la muerte no fuera el preludio a otra vida,  

la vida presente sería una burla cruel 

Mahatma Gandhi 

Por Julian Santiesteban 

Marciano Dzul Caamal, presidente municipal de Tulum, ha muerto. A partir de esta misma semana, el tesorero, Diego Castañón Trejo, deberá asumir la titularidad de la alcaldía por el restante año y medio del trienio; pero en Tulum se avecina una batalla campal en el proceso electoral del 2024. La razón es simple, no hay en esos lares, un actor político con mayor simpatía y arrastre, particularmente entre los de origen maya, como el ahora fallecido. Marciano Dzul, en ese sentido, no tiene suplente. 

La semana anterior, durante la etapa más dura de su convalecencia, Dzul Caamal fue víctima de los más mezquinos ataques políticos, porque correr la versión anticipada de su muerte, fueron eso, ataques políticos por parte de quienes ya planean hacerse del poder, por ello también, apenas falleció, otro rumor surgió, en el sentido de que no será el tesorero -quien es legalmente su suplente- quien asuma el cargo, sino otro funcionario de su gabinete, mismo que “ya está cabildeando” dicen… otra mezquindad… pero el poder es así. 

Pero la batalla más importante no será ahora, sino a finales de este mismo año, cuando haya que decidir la candidatura a la presidencia municipal de Tulum, pero además, el Distrito electoral 02, para esta elección, llega ya hasta aquel municipio y, desde ahorita, todos los políticos de la demarcación han arrancado ya planes. Sin Marciano Dzul, cualquiera puede obtener la alcaldía y diputación federal y no necesariamente por Morena. Parece que nadie ha heredado el arrastre político del alcalde fallecido, habrá que ver si su hija, Silvia Dzul Sánchez, actualmente diputada local, es capaz de aquilatar todo lo trabajado por su padre y, además, analizar las determinaciones que la misma gobernadora, Mara Lezama Espinosa, tome para esa región. 

Ciertamente, sería inexacto aseverar que Tulum vaya a atravesar por una crisis política, porque aspirantes a la presidencia municipal hay muchos y con probabilidades diversas de ganar elecciones ahora que no está quien era candidato natural a la reelección, el lector podrá advertir, eso sí, en los siguientes meses el regreso a la vida pública de muchos y muchas que incluso, se daba ya por retirados de la política, lo interesante será observar si lo hacen motu propio, las alianzas que tejan entre ellos y, porque nunca falta, la “mano” de los ex gobernadores quintanarroenses. ¿veremos desde ahora a Jorge Portilla Manica? ¿A Víctor Mass Tah? ¿Martín Cobos Villalobos? ¿A Edith Mendoza Pino? ¿David Balam Chan? Pudiera incluso regresar a escena la misma hermana de Marciano Dzul Caamal, Romy, quien gobernó de 2016 a 2018, en los primeros años de la administración estatal de Carlos Joaquín González, y quien tuvo fuertes confrontaciones con el mandatario, a grado tal que le enderezaron algunos expedientes a manera de presión política. Esos son, por ahora, los nombres de los que han gobernado, ¿cuántos más surgirán? Pero en el aire queda la idea inicial de esta colaboración: Marciano no tiene suplente… aunque tendrá, evidentemente, sucesor/a. 

Por ahora, faltará ver que la administración que debe concluirse, lo haga en los mejores términos, tal y como la había encaminado el ahora alcalde fallecido, porque si algo no puede negarse, es que Tulum ha recobrado una relativa calma que no tuvo en años anteriores, recuérdese que aquí el crimen organizado llegó al grado incluso de asesinar a directores de corporaciones policiacas, los elementos de la policía fueron exhibidos por el asesinato brutal de una migrante salvadoreña, dueños legítimos de hoteles fueron despojados de sus propiedades mediante amañados litigios, y una lista interminable de irregularidades toleradas desde el poder. Esos son los temas que le duelen al ciudadano y será justo lo que deberá evitarse que vuelva a ocurrir. 

Sí, se extrañará al político, al orgulloso maya que logró alcanzar el cargo más importante del municipio, hará falta el trabajador incansable y el promotor permanente de la cultura maya viva; se necesitará mucho trabajo y esfuerzo constante para mantener el ritmo de crecimiento y el orden en el buen gobierno que inició y que, lamentablemente, no pudo concluir. Este lunes, a las 8 de la mañana, habrá una sesión solemne de Cabildo, en el parque Dos Aguas, como homenaje y despedida; para después, a lo largo de la semana, sesionar de manera extraordinaria y determinar si el actual tesorero presenta la renuncia para asumir las riendas del gobierno. Descanse en paz Marciano Dzul Caamal y que el futuro de Tulum siga siendo promisorio, de la mano de quien lo suceda. 

COMENTARIO MORBOSO 

Y a propósito del cierre de ciclos, vaya lamentable manera en que está concluyendo su rectorado en la Universidad Autónoma de Quintana Roo, Francisco López Mena, quien llegara al cargo impulsado por el gobernador Carlos Joaquín González, luego de su paso por la Secretaría de Gobierno. Al aun funcionario universitario, que será sustituido el próximo mes de agosto, le ha surgido una inconformidad interna bastante generalizada, el Colegio de Académicos, representantes de carreras diversas y una buena cantidad de profesores, han rechazado abiertamente las declaraciones que hiciera el rector, sobre la posibilidad de cerrar cuatro carreras, ante la baja demanda para cursarlas. Probablemente no le falte razón, pero la afirmación fue discrecional y sin diálogo previo con la academia. 

Ya antes, en la Uaqroo han surgido inconformidades diversas que han llegado a los medios de comunicación y, aunque el desempeño general de López Mena ha sido aceptable, en términos de ordenamiento de la administración, lo cierto es que su impopularidad ha ido en incremento. Así pues, si albergaba alguna posibilidad de reelección, parece que ya se ha esfumado, considerando sobre todo que, quien lo suceda, será por primera vez elegido/a por la comunidad universitaria, en ejercicio de la autonomía otorgada en 2022. Claro que el poder estatal estará presente, pero los universitarios tendrán el peso decisivo para elegir a su nueva autoridad y, por ahora, Francisco López Mena no es precisamente “querido” al interior; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.